La confesión de un excapellán sobre los partos clandestinos en Campo de Mayo

Un testimonio inédito revela la complicidad de la Iglesia Católica con la dictadura

El relato aparece en el libro “La verdad los hará libres” de la Conferencia Episcopal Argentina. La información ni siquiera fue aportada a la hora de los juicios.

Por Ailín Bullentini
La confesión de Gogala habría sido escrita en octubre de 2007 y entregada a la CEA en noviembre de 2013.

El excapellán del Hospital Militar de Campo de Mayo Federico Gogala nunca lo declaró ante la Justicia, pero sí lo dejó escrito: durante la última dictadura cívico militar en la maternidad de ese lugar había “algunas parturientas que eran presas o incomunicadas”; vio a una de ellas, primero en una de las habitaciones, donde “estaba muy triste porque la separaron de su criatura”, luego sentada en el asiento de atrás de un “coche particular”. Por ello, fue amenazado: “Padre, usted con estas personas no puede hablar”. Su testimonio fue revelado hace algunas semanas, de modo fragmentado y con partes censuradas, en el tomo II del libro de la Conferencia Episcopal Argentina “La verdad los hará libres”. Llega 16 años después de que Abuelas de Plaza de Mayo solicitara a la Justicia federal de San Martín que citara a Gogala a declarar y no tuviera éxito. Ocho años después de su fallecimiento.

La confesión habría sido escrita por el excapellán en octubre de 2007 y entregada a la CEA en noviembre de 2013, donde fue archivada. Su revelación, en el marco de la investigación que el Episcopado encargó a un grupo de teólogos de la Universidad Católica Argentina sobre los archivos de la institución y los del Vaticano vinculados a la última dictadura cívico militar eclesiástica argentina y sus años previos, no solo confirma que la Iglesia supo sobre las violaciones a los derechos humanos que se estaban llevando a cabo. Además, y sobre todo, subraya la indiferencia con la que la institución trató al proceso de memoria, verdad y justicia durante todos estos años.

“Para las Abuelas y los familiares que buscan a sus desaparecidos y desaparecidas, a los nietos y nietas que aún nos falta encontrar, hubiera sido importante contar con esta información mientras era posible ampliarla. Eso hubiera demostrado un compromiso real de parte de la Iglesia de avanzar en las investigaciones” que revisan los crímenes del terrorismo de Estado, apuntó la abogada Carolina Villella, integrante del equipo jurídico de Abuelas de Plaza de Mayo. En los próximos días solicitarán información y medidas judiciales vinculadas al testimonio del excapellán de Campo de Mayo que la CEA cita, así como el acceso a la totalidad de los archivos eclesiásticos.

“Todo lo que yo sé”

Los teólogos Luis Liberti y Federico Tavelli presentan varios extractos del testimonio de Gogala , al que califican de “inédito”, a lo largo de uno de los apartados del capítulo 17 del tomo II de “La verdad los hará libres” que titularon “Los niños desaparecidos”. “Todo lo que yo sé acerca de la Maternidad Clandestina en el Hospital Militar de Campo de Mayo en los años setenta” dicen Liberti y Tavelli que se llama el escrito de monseñor Gogala, que en el libro no se ofrece en su versión completa. También informan que está fechado el 26 de octubre de 2007, un dato llamativo: tres meses antes, en agosto de ese año, el cuerpo de abogados de Abuelas de Plaza de Mayo había solicitado ante la secretaría de Derechos Humanos del Juzgado federal número 2 de San Martín, a cargo de Alicia Vence, una serie de medidas en relación al ex capellán, entre ellas su citación a prestar testimonio. Una monja y una enfermera habían declarado que Gogala, recientemente jubilado y vinculado a la diócesis de San Miguel –lo estuvo hasta su muerte en agosto de 2015– solía visitar a las embarazadas detenidas en los centros clandestinos que funcionaron en Campo de Mayo durante la última dictadura que eran mantenidas aisladas en el área de Epdemiología del hospital.

Según el testimonio revelado en el libro –unsa siete folias manuscritas firmadas por Gogala que habrían llegado a la CEA en noviembre de 2013, como anexo de una carta enviada por el entonces obispo de San Miguel, Sergio Fenoy– el excapellán hace referencia a ese sector del hospital. Sin embargo, los extractos citados por Liberti y Tavelli cuentan un episodio que tuvo lugar en el área de la maternidad propiamente dicha.

En el recorte realizado por los teólogos, Gogala describe que realizaba “tareas habituales de atención espiritual de los pacientes” ingresados en el Hospital Militar de la guarnición y que “un buen día”, que presuntamente no precisa, quiso “visitar la maternidad” del lugar y encontró “la puerta custodiada” por un soldado, a quien presuntamente no identifica. “Con fusil apresto” ese soldado le “impidió la entrada diciendo que solamente los médicos y enfermeras pueden entrar”. “Al preguntarle por qué me dijo que adentro había algunas parturientas que eran presas o incomunicadas”, continúa el recorte.

Pero luego Gogala pudo ingresar a la maternidad. Dice la selección de los autores: “[…] una vez adentro encontré en la pieza más cercana a la puerta a una señora que se estaba reponiendo después de su parto. Estaba vestida con un camisón blanco y sentada en la cama. Cuando me vio se puso muy contenta. Estaba muy triste porque la separaron de su criatura, que nació unos días antes. Me dijo que era miembro de la Acción católica junto con su esposo y me pidió si le pudiera traer la comunión. Se la traje enseguida asegurándome previamente para que el soldado me dejara entrar por segunda vez”, .

En el testimonio, según los recortes oficiales, Gogala cuenta que volvió a ver a esa mujer a la mañana siguiente en una de las calles internas de la guarnición, a bordo de “un coche particular parado”. “La puerta del conductor estaba abierta, pero el conductor no estaba adentro. En el asiento trasero estaba sentada la señora presa. Comprendí que la estaban devolviendo a la cárcel clandestina. Por eso me acerqué al coche para saludarla. Ya que la puerta del conductor estaba abierta me asomé para darle la mano”, citan los autores. Según el relato el ex capellán es amenazado por quien conducía el auto, a quien presenta como “un oficial del Cuerpo Comando, es decir, no era médico, con grado de capitán o mayor, con apellido […]”. Se presume que Gogala en su testimonio identifica a ese oficial, dato que se encuentra censurado en la publicación. “Al verme a mí al lado del coche se vino casi corriendo y, con cara seria, me dijo: ‘Padre, con estas personas usted no debe hablar’. Después se sentío rápido en el coche y arrancó y se llevó a la señora presa”, continúa el testimonio citado.

Según se menciona en el libro, Gogala asegura en su escrito que el oficial de apellido censurado le dijo, más tarde, que “tenía prohibido visitar a las parturientas presas” y que “los chicos que nacen todos ellos serán entregados a los familiares de las parturientas”, y que días después el director del Hospital Militar lo llamó para “reafirmarle la prohibición de concurrir al servicio de maternidad para no entrar en contacto con las parturientas presas ni con los hijos de ellas” a riesgo de “ser puesto en prisión”.

Un aporte que llega tarde

Dentro de un libro de casi 900 páginas, el origen del testimonio de Gogala está explicado en un escueto pie de página. Allí, Tavelli y Liberti indican que una vez recibido por la CEA su destino fue el fondo documental nomenclado “Derechos Humanos” del archivo de la institución, en una carpeta titulada “testimonios episcopales”. Hasta lo que saben desde Abuelas, nunca fue aportado a la Justicia. Supuestamente, integra el compendio de archivos que la CEA entregó al juez federal Ariel Lijo en paralelo a la puesta en circulación pública del primer tomo del libro, editado por Planeta. Lijo, a su vez, los habría puesto a disposición de las Cámaras Federales de todo el país. Este diario solicitó el testimonio completo, pedido que fue rechazado.

En diálogo con este diario, Villella celebró que la Iglesia entregara los archivos a la Justicia. También remarcó que la asociación no tuvo acceso “ni a éste testimonio ni a ningún otro”. “Hicimos múltiples reclamos históricamente para que la Iglesia desclasifique los archivos y entregue todo lo que puede ser relevante para encontrar los nietos y nietas que faltan y no hubo nunca respuesta favorable” de parte de la CEA, añadió.

También reclamaron a la institución que ampliara las condiciones actuales que impone el protocolo para la consulta del material archivístico vinculado a la última dictadura que la Iglesia reveló hace algunos años, cuyo criterio “es muy restrictivo e imposibilita a veces la búsqueda”, apuntó la abogada. Hasta el momento, sólo pueden solicitar información “las víctimas, los familiares de los desaparecidos y detenidos y, en caso de eclesiásticos y religiosos, sus respectivos Obispos y Superiores mayores”.

Sin embargo, advirtió Villella, y “como sucede en este caso, la información muchas veces no está vinculada a una persona determinada. ¿Cómo se accede a un testimonio como el de Gogala, fundamental, que no tiene nombres?”, se preguntó. “Compromiso con la verdad y la justicia es también revisar los archivos para determinar en dónde y en qué formato puede llegar a haber información relevante”, reclamaron desde Abuelas.

La realidad es que el excapellán podría haber aportado todo lo que supo acerca de la maternidad clandestina muchísimo tiempo antes. Podría haberse presentado ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, ante la Justicia, ante los organismos. Podría haberlo presentado la CEA una vez que lo tuvo en su poder. “Hubiera sido importantísimo tenerlo cuando lo pedimos para poder tomar medidas que posibilitaran su ampliación. Quizá a Gogala se le podría haber mostrado fotos de las mujeres embarazadas que sabemos parieron en Campo de Mayo para que las reconozca y tal vez podría haberla identificado a que menciona” en su escrito, se lamentó Villella.

Según los registros, al menos siete mujeres detenidas clandestinamente durante el genocidio parieron en el Hospital militar de Campo de Mayo, guarnición que albergó durante la dictadura a al menos 37 embarazada o mamás secuestradas junto a sus hijes. La inmensa mayoría están desaparecidas.

“Lo que sucede es que siempre las víctimas y los organismos tienen un rol sumamente activo en las investigaciones” sobre los crímenes de la dictadura, puntualizó la abogada de Abuelas de Plaza de Mayo, quien abogó por la necesidad de que esa actitud “se extienda a actores tan importantes como la Iglesia, que tiene tanta información para aportar”. “Intentamos por todos los medios que tuvimos a nuestro alcance tener el testimonio de Gogala y nos llega recién ahora, mediado, y tarde. Si la Iglesia hubiera aportado lo suyo diferente sería la historia, enormemente diferente”.

La causa número 4012, registrada originalmente en el Juzgado federal a cargo de Vence, investiga los hechos de la última dictadura vinculados con la zona de defensa número 4 e incluye a la guarnición militar de Campo de Mayo. Dentro de esa causa, el caso 37 indagó e indaga las irregularidades sucedidas en el Hospital Militar, el germen que decantó en dos juicios orales y públicos, Hospital Militar I y II, que culminaron con condenas para médicos y militares retirados. “Pero aún resta mucho por conocer sobre los suecos de la maternidad clandestina que funcionó en uno de los mayores centros clandestinos del país. Hay muchos desaparecidos, nietas y nietos que seguimos buscando y es fundamental el compromiso real de la Iglesia en esta búsqueda”, reforzó la abogada de Abuelas de Plaza de Mayo

El misterio de los desaparecidos sicilianos

Los cuatro desaparecidos sicilianos: Claudio Di Rosa, Salvatore Privitera, Vincenzo Fiore y Giovanni Camiolo

Alberto Todaro, el profesor de Agrigento que durante un mes en Argentina reconstruyó la historia de los sicilianos desaparecidos en el aire durante la dictadura 

Por equipo editorial 

El estruendo de los motores de los aviones que despegan del aeropuerto Jorge Newbery de Buenos Aires, en pleno Río de la Plata, tiene hoy un ruido decididamente menos siniestro que el que tuvo al menos hasta 1983, cuando se produjo una de las más violentas y sangrientas dictaduras. de América Latina se rindió a la democracia y a los golpes infligidos por los Harriers de la Marina Británica en las Islas Malvinas o Malvinas.

la Esma, la Escuela Superior de Mecánica de la Armada el centro de detención ilegal más grande y notorio de la dictadura

De este aeropuerto , entonces militar y ahora reservado para vuelos internos argentinos, despegó el Lockheed L-188 Electra, cargado de presos políticos y opositores a la Junta Militar que primero fueron drogados y luego arrojados vivos al mar. Así -pero no sólo así- treinta mil personas desaparecieron en el aire en Argentina entre 1976 y 1983. Son los desaparecidos , los desaparecidos, y entre ellos hay por lo menos cuatro sicilianos. No argentinos con sangre siciliana, sino sicilianos que emigraron después de la Segunda Guerra Mundial y terminaron en las garras de los torturadores de Videla, Agosti y Massera, la tríada de generales que gobernó Argentina con terror y violencia.

 

Pina Fiore, madre de Vincenzo

Su historia -en el marco de un doctorado de investigación sobre el fenómeno de la emigración promovido por la Universidad Española de Granada- fue reconstruida por Alberto Todaro, de 60 años, de Agrigento, profesor de inglés de secundaria y autor también de dos libros, uno, hilarante, dedicada a los modismos de Giurgintani (y de hecho titulada “¡Ce la so!”) y una colección de historias africanas para él, que estuvo varias veces en Tanzania cuando la diócesis de Agrigento había “adoptado” la diócesis de Ismani y que todavía se encuentra entre los animadores de una organización sin fines de lucro que atiende a niños con sida.
«A partir de 1860 –explicó Alberto Todaro– y hasta los años de la dictadura emigraron a la Argentina por lo menos 3 millones de italianos. Fueron muchos los ciudadanos italianos y sicilianos que se fueron en los años 50, 60 o principios de los 70 y terminaron atrapados en la dictadura. Según un informe del consulado italiano en Buenos Aires hay al menos 45 italianos desaparecidos y seguramente cuatro sicilianos entre ellos». En realidad, podría haber incluso seis, pero aún se están realizando investigaciones más precisas sobre los otros dos.

Alberto Todaro con Vera Vigevani Jarach una de las Madres de Plaza de Mayo

 

Todaro se quedó en Argentina un mes que, por pura casualidad, coincidió con el mes del Mundial de Qatar. Y de hecho el viaje de regreso fue una odisea: «Iba al aeropuerto justo cuando la selección con la copa regresaba a Argentina. Había millones de personas en la calle, todo estaba bloqueado y de hecho perdí mi avión». Pero más allá de este episodio en definitiva divertido, hay mucho más inquietante que contar: ¿quiénes son los cuatro sicilianos víctimas de la loca y ciega violencia de la Junta Militar Argentina? La primera historia, la de Salvatore Privitera di Grammichele, es digna de una película.

«El primero -explicó Alberto Todaro- es Salvatore Privitera, que emigró a la Argentina procedente de Grammichele, en la zona de Catania. Cuando desapareció en 1980, tenía 33 años. Salvatore era médico y su familia aún vive en Mendoza. Había terminado en prisión, injustamente, incluso antes de la llegada de los militares, acusado de haber participado en un ataque a un cuartel. Permaneció archivado. Luego gracias a un grupo de presión nacido en Grammichele Salvatore obtuvo su libertad pero con la condición de que regresara a Italia. Pero en Grammichele, donde aún vive su hermano Paolo, se quedó un año, porque tenía pasión por la política, era montnero , un movimiento peronista de izquierda . Y así regresó a la Argentina vía México, para participar en la contraofensiva de losmontaneros . Él también debe haber sido víctima de vuelos de la muerte, arrojado desde un avión al océano.

El segundo de los cuatro desaparecidos sicilianos es Claudio Di Rosa, que emigró de Piazza Armerina. «Claudio Di Rosa -explicó Alberto Todaro- fue detenido cuando tenía 21 años. Un chico del que me han dicho que era muy inteligente y muy brillante. Había emigrado a la Argentina de niño con su familia. Desapareció en 1977. Claudio también era una oveja negra y negra . Fue secuestrado en la calle y desde ese momento no se supo nada de él. Ni siquiera se sabe cómo murió. Probablemente pasó por Esma, la Escuela Superior de Mecánica de la Armada , el centro de detención ilegal más grande y notorio de la dictadura por donde pasaron al menos 5.000 personas, con muy pocos sobrevivientes y con la mayoría aún con vida arrojados al océano por los aviones”.

El tercer siciliano , cuya historia ha sido reconstruida por Alberto Todaro, es Vincenzo Fiore de San Mauro Castelverde en el área de Palermo.
«Vincenzo Fiore fue secuestrado por militares en 1977 cuando tenía 27 años. No era un borrego negro, pero era socialista y trabajaba como sindicalista en Peugeot en Quilmes. Fue llevado a un centro clandestino de detención y ni siquiera se sabe cómo murió. Porque hubo vuelos de la muerte, pero también hubo simulación de escape. Sin embargo, terminaron en fosas comunes o los cadáveres fueron quemados. En Quilmes ya unos cientos de metros de lo que alguna vez fue un centro de tortura aún vive la madre de Vincenzo, Pina Fiore, una de las madres de Plaza de Mayo. Cuando fui a verla, me senté exactamente donde estaban sentados los torturadores, esperándolo en casa…”.

El cuarto desaparecido siciliano es Giovanni Camiolo.
«Giovanni –prosigue Alberto Todaro– era de Valguarnera Caropepe, lo llevaron en 1977 cuando tenía 25 años. Ni siquiera sabemos si estuvo en la política. Era albañil y lo pillaron en la calle mientras conducía su furgoneta. Camioneta que fue robada y que siguió circulando incluso después de la desaparición de Giovanni, tanto que la familia recibió multas”.

Alberto Todaro permaneció en Buenos Aires durante un mes, durante el cual entrevistó a los representantes de las asociaciones de derechos humanos que se ocupan de los desaparecidos .. «En Buenos Aires – continúa el profesor de Agrigento – todas las semanas aún hoy después de casi 40 años están las Madres de Plaza de Mayo que van a la Pirámide y para mí fue emocionante hacer el recorrido ritual por este obelisco cerca de la Plaza de Mayo y la Casa Rosada». Y, sobre todo, también se visita la Esma, el cuartel de los horrores, hoy una especie de museo de la memoria: «Aquí traían a los secuestrados, los encapuchaban, los torturaban. Luego los drogaron, los cargaron en un avión y los arrojaron al océano aún vivos”. Y en un país donde el fútbol es casi una religión y donde Messi sí es un ídolo pero Maradona es -literalmente- un semidiós, fue el Mundial del 78 que de “vitrina” militar pasó a ser una vitrina de horrores:

«Durante ese Mundial , la televisión holandesa le habló al mundo sobre el tema de los desaparecidos y las madres de Plaza de Mayo. A partir de ahí el mundo se enteró de lo que pasaba en Argentina».

 

 

 

Adoptados por los enemigos de sus padres: rastreando a los niños robados de la ‘guerra sucia’ argentina

Después del golpe de 1976, los militares aplastaron brutalmente a sus oponentes. Al menos 500 bebés fueron arrebatados a sus padres capturados y entregados a parejas militares para que los criaran. Muchos aún viven sin saber su verdadera identidad

de , Elena Basso en Buenos Aires y en Madrid

Ona tarde de otoño de 1983, el pediatra Jorge Meijide fue llamado a un departamento en el pequeño pueblo de Acassuso, en las afueras de Buenos Aires. Su paciente de seis años resultó tener nada más que una gripe leve, pero Meijide sintió que algo más andaba mal en el hogar.

La mujer que decía ser la madre del niño le parecía demasiado mayor para ser su padre. En las paredes colgaban fotos de un hombre con uniforme militar: presumiblemente el padre del niño.

En la Argentina de los 80 ambos detalles eran más que sospechosos. El país regresaba lentamente a la democracia luego de la “guerra sucia” librada por la dictadura militar de Jorge Videla, conocido como el “Hitler de la Pampa”. Después del golpe de 1976, las fuerzas armadas argentinas se dispusieron a aplastar cualquier posible oposición y finalmente 30.000 personas fueron asesinadas o desaparecidas, casi todas ellas civiles. Las prisioneras embarazadas eran mantenidas vivas hasta que daban a luz y luego eran asesinadas . Al menos 500 recién nacidos fueron separados de sus padres mientras estaban en cautiverio y entregados a parejas militares para que los criaran como propios.

  • Fotos de jóvenes desaparecidos bajo la dictadura. Fotografía: Mondadori Portfolio/Getty

Para 1983, cientos de estas “adopciones” estaban saliendo a la luz. Pero no fue hasta 2021 que se realizaron esfuerzos a gran escala para rastrear a los niños.

Hace dos años, el gobierno argentino envió cientos de kits de prueba de ADN a sus consulados en todo el mundo en un esfuerzo por poner nombres a víctimas no identificadas y encontrar a los hijos de los desaparecidos, conocidos como desaparecidos , muchos de los cuales viven hoy, sin saber de su verdadera identidad.

  • El cónsul argentino en Catania, Sicilia, completa los trámites de una muestra de sangre para su análisis en un intento por encontrar a los hijos de los desaparecidos . Fotografía: Alessio Mamo

Meijide contó lo que había visto a las Abuelas de Playa de Mayo , una organización de derechos humanos con la misión de encontrar a los niños que fueron adoptados ilegalmente en esos años. El médico no tenía una foto del niño pero, como un artista aficionado dotado, pudo dibujar una semejanza.

Esto se mostró a familiares de personas desaparecidas. Una mujer de Mar del Plata cuyo hijo había sido secuestrado en 1977 pensó que el niño se parecía a su familia. Esto fue suficiente para desencadenar una denuncia ante las autoridades, quienes pidieron al niño que se sometiera a una prueba de ADN. El militar cuya fotografía colgaba en la pared, Jorge Vildoza, un alto oficial de la marina argentina, fue llamado a comparecer ante el tribunal. Presa del pánico, huyó del país, llevándose al niño con él.


TEste niño es ahora un banquero de 45 años que vive en Londres. Su nombre es Javier Penino Viñas, y sus padres biológicos, Cecilia Viñas y Hugo Penino, fueron secuestrados en 1977. Javier, adoptado ilegalmente por Vildoza y su esposa, Ana María Grimaldos, era efectivamente nieto de la mujer que creyó reconocer sus facciones. . Es el único niño robado conocido de desaparecidos que viven en el Reino Unido.

“Después del régimen de Videla, obviamente hubo una transición democrática, y en ese período comenzaron los juicios contra los militares”, dice Javier. “Mi padre adoptivo ocupaba un puesto bastante alto en la marina y la familia sabía que la transición a la democracia estaba empezando a causar problemas a cualquiera en el ejército. Fue entonces cuando nos mudamos a Paraguay y terminamos cambiando de identidad”.

  • Javier Penino Viñas en Londres, donde ahora vive. Fotografía: Alessio Mamo

Allá por 1983, a las 5.30 horas del 21 de diciembre, la familia Viñas recibió una llamada telefónica de su hija Cecilia , la madre biológica de Javier. Estaba detenida en un campo de detención ilegal, pero no tenía idea de dónde. Logró llamar cinco veces más a su familia, siempre con el mismo ferviente pedido: “¡Encuentren a mi hijo, por favor!”.

Cecilia nació el 7 de junio de 1947 en Mar del Plata. Ella y su esposo Hugo participaron activamente en grupos sindicales y de izquierda que se oponían al régimen militar de extrema derecha de Videla. El 13 de julio de 1977, la pareja fue secuestrada en su casa de Buenos Aires. Cecilia estaba embarazada de siete meses. Mujeres detenidas en las mismas instalaciones que Cecilia testificarían más tarde que el bebé nació en los brazos de Vildoza.

La última llamada de Cecilia a la familia fue en marzo de 1984. Según algunos testigos, finalmente fue asesinada en el campamento. Durante la transición democrática muchas víctimas fueron descubiertas en fosas comunes anónimas, algunas en cementerios municipales. Otros llegaron a las playas de Argentina, después de haber sido drogados y arrojados al mar por los militares desde un avión, lo que se conoce como “vuelos de la muerte”.

Algunos expertos dicen que detrás de las adopciones militares ilegales había una creencia casi católica de que, si bien los padres de los niños eran pecadores irredimibles que merecían morir, matar a sus hijos recién nacidos sería un pecado. Sin embargo, el historiador argentino Fabricio Laino cree que había una lógica más cínica en el trabajo. “Los militares estaban convencidos de que podían ‘salvar’ y ‘reformar’ a estos niños. Querían redimirlos de familias que, según ellos, seguramente los habrían criado en un ambiente subversivo”.

Baltasar Garzón, ex juez español y activista de derechos humanos, está convencido de que detrás había algo más atávico.

“La apropiación de niños, así como la violación, siempre ha tenido como objetivo humillar y someter al enemigo. Quitarle al hijo del enemigo era una moneda de cambio. Cambian la vida de una persona sacándola de su entorno y familia biológica. Y el método utilizado en Argentina fue especialmente perverso: esperar a que la madre diera a luz, luego quitarle el bebé, torturarla, matarla y hacerla desaparecer”.

Durante décadas, cientos de niños han sido criados por las mismas personas que fueron responsables de la tortura y muerte de sus padres biológicos. Después del regreso a la democracia, los militares huyeron con sus familias adoptivas, a menudo a países donde estaba prohibida la extradición.

A mediados de la década de 1980, Vildoza se mudó con Javier y su esposa de Paraguay a Sudáfrica, lo que dificultó cada vez más la búsqueda del niño por parte de la familia de Cecilia.

  • Centro de detención de la Esma en Buenos Aires: las celdas han sido desmanteladas pero cuando estaba en funcionamiento, la tortura era algo cotidiano. Fotografía: Érica Canepa

Vildoza fue identificado por los sobrevivientes como el segundo al mando en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), uno de los campos de tortura y exterminio más notorios de la dictadura, donde se encontraban recluidas más de 5.000 prisioneras, incluida Cecilia. Los detenidos eran encapuchados y torturados diariamente. Fueron sometidos a descargas eléctricas, submarinos e incluso amputaciones. Más del 30% de los presos durante la dictadura de Videla eran mujeres. Las prisioneras, incluidas las mujeres embarazadas, fueron abusadas sexualmente y violadas en grupo. Ex presos declararon que la tortura fue ordenada por Rubén Chamorro, jefe de la Esma, y ​​su adjunto Vildoza.

Cuando Javier cumplió 12 años, su madre adoptiva reveló que ella y Vildoza no eran sus padres biológicos.

“Fue un día bastante emotivo”, dice. “Recuerdo que se aseguró de que yo supiera que mis padres biológicos me querían y que no me habían abandonado. Incluso señaló que si algún día quisiera saber quiénes eran mis padres biológicos, ella me habría ayudado. En cuanto a mi padre adoptivo, probablemente pensó que empezaría a armar las piezas en el momento en que supiera que era adoptado. Fue solo más tarde que comencé a darme cuenta de que podría ser uno de los niños que fueron adoptados ilegalmente”.

Con el tiempo, Javier tomó conciencia de su verdadera identidad como hijo de desaparecidos y del contexto histórico en el que creció.

“Entre los 12 y los 18, [Vildoza] básicamente me contó toda la historia”, dice. “Me contó mucho sobre mis orígenes y se abrió para ser juzgado por mí. Incluso me contó cosas impactantes que había hecho, cosas que me di cuenta de que era el único en mi familia adoptiva que sabía: sobre cómo solía trabajar y cosas sobre los vuelos [de la muerte] ”.

Cuando cumplió 21 años, Javier dio el siguiente gran paso. A principios de 1998 descubrió que había una denuncia por su adopción ilegal y que la familia Viñas lo buscaba desde hacía casi 20 años. Esa primavera, regresó a Argentina para hacerse una prueba de ADN.

  • Pruebas de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos en Buenos Aires; muestra tomada a Paolo Prvitera en presencia del Cónsul argentino en Catania. Fotografías: Erica Canepa y Alessio Mamo

“Cuando me presenté para la prueba de ADN, prácticamente sabía toda la historia. Lo que no sabía era que la familia Viñas era mi familia materna, porque mi padre adoptivo estaba convencido de que no lo eran”.

Sin embargo, el resultado de la prueba no dejó lugar a dudas: Javier era hijo de Cecilia Viñas y Hugo Penino.

“Cuando vi las fotos de mis padres biológicos… fue muy conmovedor”, dice Javier. “Me parecía mucho a ellos. Yo era una mezcla de ellos. Inmediatamente después de que me dieron el resultado, me pusieron frente a mi abuela materna, mi abuelo paterno y luego mi tío y mi tía. Y pude conocerlos a todos a la vez. Fue muy intenso, especialmente porque no esperaba que la prueba de ADN coincidiera. Pensé que la prueba era solo el comienzo de la búsqueda. Entonces, cuando coincidió, dije: ‘guau’. La búsqueda había terminado y, de repente, tenía una nueva familia”.

Para Javier, también hubo implicaciones más sombrías. La alegría de encontrar a su familia biológica se convirtió en confusión cuando le pidieron a Javier que colaborara con las autoridades para llevar a sus padres adoptivos ante la justicia.

“Dije, ‘No voy a hacer eso’”, dice Javier. “Mira, yo entiendo la búsqueda de justicia, la respeto, pero no esperes que yo sea parte de ella ni que los entregue a las autoridades. No estaría allí si no fuera por mis padres adoptivos. Y me han criado con amor desde que era un bebé. Para mí dar la vuelta de repente y decir ‘estas son personas malvadas y las odio’, era una petición imposible”.

Él explica: “Mis padres adoptivos me querían mucho. Salieron del país, se escondieron y vivieron prófugos de la Interpol durante más de 20 años. No lo haces solo por ideología o porque tienes miedo de que te atrapen, sino por amor. Siempre sentí amor por ellos”.

La reacción de Javier es común en los hijos de los desaparecidos . Muchos de ellos dicen que sus secuestradores actuaron por amor. A menudo mantienen relaciones con sus padres adoptivos, incluso después de descubrir la verdad.

“Les inculcaron ciertos valores en la cabeza”, dice Alicia Lo Giudice, jefa del grupo de apoyo psicológico Abuelas. “Hay casos de nietos criados por militares que tomaron como verdad suprema todo lo que los militares les decían o enseñaban. En estos casos es muy difícil desmontar todo este discurso y empezar a hacerles entender que crecieron con personas que fueron directamente responsables de la muerte de sus padres”.

  • Jorge Castro Rubel con un libro editado por Abuelas de Plaza de Mayo, en el que se ve un cuadro en blanco junto a las fotos de sus padres. Fotografía: Érica Canepa

Marcela Solsona, de 45 años, es la nieta número 129 encontrada por las Abuelas. En 1997 descubrió que no era la hija biológica de la pareja que la crió. En 2013, mientras vivía en Valencia, España, fue contactada por las Abuelas, quienes habían recibido información que indicaba que podría ser una posible hija de desaparecidos . Sin embargo, Marcela se negó a hacerse la prueba de ADN, incluso cuando el caso llegó a los tribunales. No volvió a la Argentina durante cinco años.

“Tenía mucho miedo de las consecuencias de los resultados del ADN”, dice Marcela. “Tenía miedo de que quienquiera que me crió fuera encarcelado”.

Marcela sabía cuál sería el resultado del ADN. Ella sabe que es hija de una desaparecida, y quiénes son sus verdaderos padres. Se enteró una tarde de 2016 en el sitio web de Abuelas. Al ingresar una fecha de nacimiento, el sitio enumera las posibles coincidencias. Marcela vio los perfiles de las reclusas desaparecidas que dieron a luz en junio de 1977. Recorrió las imágenes y se congeló al ver una foto en blanco y negro de una niña que se parecía a ella: Norma Síntora. Estaba convencida de que la mujer de la foto era su madre pero, temiendo que la verdad pudiera derivar en la persecución de sus padres adoptivos, optó por no hacerse la prueba hasta dentro de tres años, cuando en 2019 tuvo que regresar a Argentina por familia. razones. En ese momento se hizo una prueba de ADN y descubrió lo que ya sabía: era hija de Norma Síntora y Carlos Alberto Solsona, ambos militantes.

  • CDs con entrevistas a familiares y amigos de padres de desaparecidos recopilados por las Abuelas de Plaza de Mayo para construir una memoria de cada nieto perdido. Fotografía: Érica Canepa

El 21 de mayo de 1977, Norma, quien tenía 26 años y estaba embarazada de ocho meses, fue secuestrada. Nada más se sabe acerca de ella. Carlos, por su parte, logró huir a España. Hoy, Marcela trabaja como voluntaria con las Abuelas, alentando a cualquiera que tenga dudas sobre su identidad a presentarse.

“Me puse en el lugar de los que me buscaban”, dice. “Son familias que nunca eligieron perdernos. Hacerme la prueba fue la mejor decisión de mi vida.”

Marcela habla con su padre biológico todos los días por teléfono y lo ve a menudo. Sin embargo, a pesar de esto, continúa llamando a las personas que adoptaron ilegalmente su “mamá” y “papá”. Ella no dirá quiénes son y es el único tema que se niega a abordar durante nuestra entrevista.

Tras su prueba de ADN, Javier Penino regresó a Sudáfrica y luego se mudó a Londres, donde sigue manteniendo una relación con su madre adoptiva. Vildoza murió de un ataque al corazón en Sudáfrica en 2005, todavía fugitivo con una recompensa de 100.000 dólares por su cabeza .

Grimaldos fue detenida en 2012 en Argentina, adonde había viajado para realizarse pruebas médicas. Acusado de “sustracción y detención de menores, falsificación de documentos públicos y supresión del estado civil”; el fiscal Horacio Azzolin y los abogados de las Abuelas exigieron una pena de 12 años de prisión. Pero Javier la defendió en la corte , testificando que su madre adoptiva tenía la impresión de que había sido adoptado legalmente.

Sin embargo, Grimaldos fue condenado a seis años de prisión .

  • La ‘Nietera’, un tablero con fotos de los nietos encontrados y los corchos de botellas abiertas para festejar en el Banco Nacional de Datos Genéticos, Buenos Aires. Fotografía: Érica Canepa

Más de 1.000 de los torturadores y asesinos del régimen argentino han sido juzgados, con 700 condenas. Algunos siguen prófugos. Gran parte de la investigación sobre las atrocidades de los militares y la búsqueda para encontrar niños adoptados ilegalmente ha sido realizada por las Abuelas. Con pañuelos blancos en la cabeza, las madres de los militantes secuestrados aparecieron por primera vez durante la dictadura, cuando marcharon en silencio frente al congreso nacional para exigir información sobre sus hijos desaparecidos. Hoy, son un símbolo de valentía y de lucha por la justicia.

Hasta el momento, se han encontrado alrededor de 130 de los 500 niños secuestrados. Las Abuelas han creado una red en varios países europeos y han lanzado una campaña mundial llamada #ArgentinaTeBusca (Argentina te busca). Quienes tengan dudas sobre su identidad pueden contactar a las Abuelas y hacerse un test en el consulado argentino más cercano. La muestra será luego enviada al Banco Nacional de Datos Genéticos en Buenos Aires.

  • Estela Carlotto, presidenta de las Abuelas de Playa de Mayo, en su casa en Buenos Aires. Fotografía: Érica Canepa

“Como los científicos no podían comparar el ADN de los niños con el de los padres tras su desaparición, decidieron compararlo con el de los abuelos y de toda la supuesta familia biológica”, dice Mariana Herrera, directora del banco de datos.

A fines de diciembre de 2022, las Abuelas anunciaron que habían encontrado dos nietos más robados a sus padres durante la dictadura , pero los activistas advierten sobre la necesidad de actuar rápido, ya que los testigos envejecen y las abuelas fallecen.

La presidenta de las Abuelas, Estela Carlotto, tiene 92 años.

“Poco después del asesinato de mi hija Laura, le juré, frente a su tumba, que no dejaría pasar un día sin luchar por justicia para ella y su pareja, y que buscaría a todos los niños secuestrados. hasta que los encontramos a todos”, dice Carlotto. “Y eso es lo que estoy haciendo, es mi vida”.

Su hija Laura, de 22 años, fue asesinada por los militares en 1978. Mientras estaba detenida, dio a luz a su hijo, Guido. Carlotto lo encontró en 2014.

El trauma es profundo en las familias de los desaparecidos que han vivido durante décadas en un limbo de dolor no resuelto, y también aflige a los niños.

“Entiendo que la necesidad de justicia es fuerte”, dice Javier. “Y me alegro de haber podido participar en acercarme a la verdad y la justicia tanto para mi familia biológica como para la adoptiva. Pero créanme, fue duro.

“Y cuarenta y cinco años después, todavía no tengo ninguna certeza sobre el destino de mis padres biológicos, y eso simplemente no está bien”

  • ‘No tendrán primavera’: un mural en memoria de los desaparecidos. Fotografía: chrisstockphotography/Alamy

Esta investigación es un proyecto transfronterizo conjunto llevado a cabo por The Guardian, La Repubblica y Le Monde, financiado por la Comisión Europea en el marco del programa Stars4Media.

El pedido para extraditar al cura que participaba de las sesiones de tortura

La Cámara de Apelaciones de Bolonia citó a una audiencia el 26 de enero para resolver si Reverberi Boschi puede ser enviado a la Argentina para ser juzgado por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.

El director de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Derechos Humanos, Federico Efron, sostuvo que en materia de derecho “están dadas las condiciones” para que el sacerdote sea enviado a la Argentina para responder ante la Justicia. A la vez, advirtió que prevé “una discusión” en torno a la “situación de salud” del acusado –tiene 84 años, es diabético y presenta problemas cardíacos–, que podría llegar a generar el rechazo del pedido. “En una cuestión de derecho, las condiciones están dadas para que se conceda la extradición. Pero también prevemos una discusión, que puede significar que se conceda o se rechace la extradición, que es la situación de salud de Reverberi”, precisó.

El abogado de la APDH en las causas de lesa humanidad ante el Juzgado Federal de San Rafael, Ricardo Ermili, coincidió con Efron en que “los problemas de salud propios de la edad” de Reverberi “podrían ser razón de que no se conceda la extradición”. En ese caso, la Argentina podría solicitar que el represor “sea juzgado en Italia y garantizar la presencia de las víctimas”.

“El fallo de la Casación es muy importante porque le dice a la Corte de Bolonia ‘te extralimitaste en analizar con tanta profundidad la prueba que aportó el Estado argentino’”, señaló Efron, y explicó que “en ningún juicio de extradición se discute de fondo si la persona cometió el delito o no”. Ponderó que esa sentencia haya considerado a “la tortura dentro de los crímenes de lesa humanidad” y por lo tanto determinara “la imprescriptibilidad” de ese delito. “De ahora en más se puede conceder una extradición también por el delito de tortura” y “eso abre un abanico muy importante” para los casos de otros represores refugiados en Italia. En esa línea, destacó que en su último viaje a Italia, el mes pasado, se reunió con la nueva fiscal del caso, Antonella Scandelari, quien le aseguró que la Fiscalía “ahora va a apoyar” la petición argentina, algo que “en la primera audiencia en marzo no había sucedido”.

La Cámara de Apelaciones de Bolonia, Italia, resolvió convocar a una nueva audiencia el 26 de enero para determinar, tras la realización de peritajes médicos, si el ex capellán militar Franco Reverberi Boschi, requerido por la Justicia mendocina por su actuación en delitos de lesa humanidad durante la dictadura, puede ser extraditado a la Argentina. El sacerdote de la Iglesia católica, recordado por sobrevivientes del centro clandestino La Departamental, de San Rafael, por su participación en sesiones de tortura, mantiene la esperanza de que los achaques propios de sus 84 años frustren la extradición. En tal caso, la Argentina podría solicitar que se lo juzgue en Italia, donde se refugió cuando trascendieron las declaraciones de testigos que hacían peligrar su impunidad.

Reverberi fue capellán auxiliar del Escuadrón de Exploración de Montaña VIII del Ejército, en San Rafael, y huyó a Italia luego del primer juicio de lesa humanidad en Mendoza, en 2011, cuando sobrevivientes lo recordaron con una Biblia en la mano y una pistola en la sobaquera en medio de los torturadores, sugiriendo a los secuestrados la conveniencia de aportar información. La fiscalía de San Rafael pidió que se lo citara a indagatoria pero antes de que un juez lo convocara se instaló en Sorbolo, Parma, la tierra natal que dejó cuando era pibe y sus padres emigraron a la Argentina.

En 2012 la Justicia lo declaró en rebeldía, se pidió su extradición e Interpol llegó a emitir la orden de captura internacional. El cura respondió a cada oficio diciendo que los problemas de salud le impedían viajar a la Argentina, mientras la Iglesia le garantizaba guarida y abogados. En 2013 una corte italiana rechazó por primera vez el pedido de extradición con el argumento de que el delito de torturas no era imprescriptible según el Código Penal de ese país. El avance de las causas en Cuyo y las nuevas pruebas permitieron ampliar la acusación: partícipe secundario en diez casos de secuestros y torturas, en el asesinato de José Berón –militante del ERP que permanece desaparecido– y miembro de la asociación ilícita que conformaba el grupo de tareas de La Departamental.

En marzo pasado, la Cámara de Bolonia volvió a rechazar la extradición, pero el 30 de junio la Corte Suprema de Casación italiana le ordenó emitir un nuevo fallo teniendo en cuenta las pruebas que no había analizado. En esa etapa, a las acusaciones que inicialmente impulsaron la APDH de San Rafael, el fiscal general Dante Vega y la ONG 24 de Marzo, se sumó el gobierno nacional, representado por la Secretaría de Derechos Humanos.

“Hoy la Cámara de Apelaciones de Bolonia ha examinado el caso, el pronunciamiento de la Corte de Casación favorable a la extradición. A fin de facultar las condiciones de salud de Reverberi, que tiene una edad avanzada, puso una audiencia el 26 de enero para realizar un peritaje con un médico forense y un cardiólogo para establecer si puede viajar”, indicó el abogado Arturo Salerni, que representa a nuestro país. En la audiencia, “la Fiscalía no discutió el mérito de la extradición porque recibió las indicaciones de una Corte de Casación que ya se pronunció sobre la extradición de forma favorable”, destacó.

El director de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Derechos Humanos, Federico Efron, sostuvo que en materia de derecho “están dadas las condiciones” para que el sacerdote sea enviado a la Argentina para responder ante la Justicia. A la vez, advirtió que prevé “una discusión” en torno a la “situación de salud” del acusado –tiene 84 años, es diabético y presenta problemas cardíacos–, que podría llegar a generar el rechazo del pedido. “En una cuestión de derecho, las condiciones están dadas para que se conceda la extradición. Pero también prevemos una discusión, que puede significar que se conceda o se rechace la extradición, que es la situación de salud de Reverberi”, precisó.

El abogado de la APDH en las causas de lesa humanidad ante el Juzgado Federal de San Rafael, Ricardo Ermili, coincidió con Efron en que “los problemas de salud propios de la edad” de Reverberi “podrían ser razón de que no se conceda la extradición”. En ese caso, la Argentina podría solicitar que el represor “sea juzgado en Italia y garantizar la presencia de las víctimas”.

“El fallo de la Casación es muy importante porque le dice a la Corte de Bolonia ‘te extralimitaste en analizar con tanta profundidad la prueba que aportó el Estado argentino’”, señaló Efron, y explicó que “en ningún juicio de extradición se discute de fondo si la persona cometió el delito o no”. Ponderó que esa sentencia haya considerado a “la tortura dentro de los crímenes de lesa humanidad” y por lo tanto determinara “la imprescriptibilidad” de ese delito. “De ahora en más se puede conceder una extradición también por el delito de tortura” y “eso abre un abanico muy importante” para los casos de otros represores refugiados en Italia. En esa línea, destacó que en su último viaje a Italia, el mes pasado, se reunió con la nueva fiscal del caso, Antonella Scandelari, quien le aseguró que la Fiscalía “ahora va a apoyar” la petición argentina, algo que “en la primera audiencia en marzo no había sucedido”.

LA FISCALIA PLANTEO LA ACUSACION Y EL DEFENSOR OFICIAL NEGO TODO

TOCF San Juan – Audiencia: Moyano Luis
JUICIO POR LA DESAPARICION DE RAUL TELLECHEA
Tribunal Oral en lo Criminal Federal de San Juan –
Audiencia del día Lunes 12 de Diciembre del 2022.
 
Expediente: FMZ 55017816/2011 …
https://www.youtube.com/watch?v=5EaDeY-pKfM

LA ELEVACION A JUICIO DE LA FISCALIA SOBRE LA DESAPARICION DE RAUL TELLECHEA

texto completo

2021.03.23. MPF. Elevación a j. (1)  

Desaparecidos: Malas noticias para el exteniente Carlos Malatto, nuevamente en riesgo de extradición

 

Karim El Sadi

14 de noviembre de 2022

Las 10 mil páginas depositadas en Roma sobre los años que estuvo en el RIM-22 de San Juan y la reciente sentencia de la Corte Suprema contra el capellán Reverberi podrían ponerlo en aprietos.

Se ve mal para Carlos Luis Malatto . El exteniente coronel ítalo-argentino -buscado por la Interpol por haber participado en decenas de secuestros, torturas y asesinatos de opositores políticos durante los años de la dictadura- podría correr el riesgo de ser extraditado a Argentina, de donde logró escapar en 2011 para tomar refugio en Sicilia, gracias a su pasaporte italiano.
Desde hace unos once años, el ex teniente coronel vive su ” buen retiro ” en la isla. La última vez fue descubierto por Le Iene en una casa en el área de Messina a pocos pasos del mar.
En Argentina, Malatto, que ahora tiene 73 años, está acusado de ser responsable de veintiséis asesinatos y setenta casos de tortura durante el período del régimen militar de Jorge Videla , quien formó parte del llamado Plan Cóndor , cuando en San Juan era jefe operativo del personal de gendarmería (S1) del RIM-22 (Regimiento de Infantería de Montaña, acusado de 160 asesinatos). Las autoridades argentinas habían intentado su extradición pero sin éxito: la Corte de Casación, en julio de 2014, había puesto fin a sus pedidos, rechazando la solicitud de extradición presentada por los delitos de homicidio, concierto para delinquir y lesiones.
En concreto, la sección penal sexta, presidida por Tito Garriba , había rechazado sin dilación la solicitud de extradición realizada por la República Argentina, acogida por la Corte de Apelaciones de L’Aquila, aceptando el recurso de los abogados Franco Sabatini .Augusto Sinagra (este último conocido como ex abogado de Licio Gelli ).
Tras la sentencia de Piazzale Clodio, los magistrados capitolinos comenzaron a tratar la controvertida responsabilidad de Malatto en los asesinatos individuales de Alberto Carvajal , Juan Carlos Cámpora y Marie Anne Erize (joven modelo violada y asesinada por militares), sobre la que hoy se Está en marcha, en fase preliminar, un juicio en Roma.
Sobre el caso, entonces, en junio de 2022 se abrió un expediente contra el ex militar por los crímenes cometidos en San Juan entre 1976 y 1977. El Secretario de Estado de Derechos Humanos de Argentina, Horacio Pietragalla Corti, solicitó una investigación complementaria con la que se pidió a los fiscales romanos investigar otros treinta casos de desapariciones ocurridas también en San Juan, donde los operativos fueron coordinados por el regimiento del que Malatto era miembro. Hace unos días, como complemento a la denuncia, se depositaron 10.000 folios de documentos recabados contra el exteniente. Para presentarlos a los fiscales de Roma Francesco Dall’Olio y Laura Condemi estuvo el Director Nacional de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Derechos Humanos de Argentina, Federico Efron , quien vino específicamente de Argentina. La evidencia muestra cómo funcionaba el aparato represor y cómo se ubicó el RIM-22 donde estaba Malatto en San Juan”, explicó Efron a la prensa presente en las afueras de Piazzale Clodio. Además, “se presentó prueba específica contra el exteniente, incluso con el apostillado en La Haya“. Son documentos valiosísimos que esta vez podría asegurar Malatto (la condicional es un deber) a la justicia en Argentina, donde entretanto se han celebrado cinco juicios sobre los terribles hechos de San Juan en estos 10 años, más un sexto que está concluido. . En ninguno de estos, a pesar de haber sido citado por testigos cientos de veces por sus funciones en ese momento, Malatto no fue cuestionado porque la justicia argentina no permite los juicios en rebeldía. De ahí la urgencia del gobierno de pedir a Italia la entrega del exsoldado. Pero ahora puede haber una nueva esperanza, especialmente para las familias de los desaparecidos. Por teléfono, 24 March onlus, una asociación italiana que desde 2009 participa en la realización de los procesos relacionados con los desaparecidos en Italia, nos dijo que hace aproximadamente un mes “se instó a la ejecución de la orden de captura internacional, que debió haber llegado a Interpol pero aún no ha sido ejecutada”. Incluso el abogado Arturo Salerni, uno de los principales abogados de las víctimas del maxijuicio Cóndor en el que fueron condenados a cadena perpetua 24 responsables de crímenes cometidos durante las dictaduras sudamericanas, confirmó que se realizaron solicitaciones. En concreto, se habla de las dos órdenes de captura, aún pendientes: una de 2016 por dieciocho asesinatos y otra de 2019 por otros cinco asesinatos. Una tercera en cambio, la de 2012, resulta inaplicable tras la sentencia del Tribunal Supremo. Según algunas fuentes, al respecto, Horacio Pietragalla Corti se reunió en Roma con el fiscal jefe Francesco Lo Voi , con quien conversó sobre los distintos juicios por la humanidad herida que se adelantan en Italia y presentó las solicitudes de Argentina. Se esperan respuestas a las órdenes de captura. Pero de haber un resultado positivo, la sentencia de la Corte de Casación de 2014 solo se convertiría en un mal paréntesis en este arduo intento de las familias de las víctimas de la dictadura por llevar a Malatto ante la justicia.


El encuentro en Roma entre el fiscal jefe, Franco Lo Voi, y el secretario de Estado argentino para los Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti 

Aquel “no” a la extradición
En esa sentencia, se rechazó la solicitud de extradición realizada con base en las órdenes de aprehensión dictadas por los delitos cometidos entre 1975 y 1977, cuando Malatto estaba de servicio en el RIM-22, porque “no había indicios serios sobre la participación de Malatto los hechos que son objeto de la solicitud de extradición”. Específicamente, resumiendo en pocas palabras uno de los pasajes cruciales, la 6ta Secta. Criminal, informó que los jueces abruzenses habían operado “un control puramente formal de la documentación presentada por el Estado requirente (Argentina, ed .), refiriéndose a la más reciente orientación jurisprudencial “- con la que no estuvo de acuerdo el Tribunal Supremo- “según la cual en presencia de un acuerdo bilateral de extradición es posible prescindir de la verificación de indicios graves”. Según Piazzale Clodio, por otro lado, “debe haber una resolución destinada a verificar que la documentación es realmente adecuada para demostrar la existencia de elementos contra la persona extraditada”. Elementos que, nuevamente según la Corte Suprema, en la “documentación anexa (producida por el gobierno argentino, ndr) no permiten identificar ningún elemento a cargo de los Malatto, sino que sólo surge una teorizada ‘responsabilidad de cargo’” y “ninguna referencia concreta a su participación en uno de los episodios disputados”. Parafraseando: aunque Malatto pertenecía al Regimiento de Infantería 22, ello no prueba que haya participado personalmente -según la documentación producida en L’Aquila- en la eliminación física de los disidentes políticos y de quienes fueran considerados tales. Ahora, sin embargo, como se mencionó, existe la posibilidad de que esta disputa pueda ser superada o al menos revisada en el corto plazo -pero todo está por verse- sobre la base, de hecho, de la nueva y abundante documentación presentada por la Fiscalía de Roma.

Sentencia Reverberi, ¿una posible piedra angular?
Mientras tanto, el 30 de junio, la Corte de Casación dictaminó la extradición del sacerdote Franco Reverberi . Una sentencia que en consecuencia podría favorecer los pedidos de las autoridades argentinas por la entrega de Carlos Malatto . Pero vamos en orden. Reverberi, de 85 años, ahora vive en Italia pero en 1976 era capellán aplicado en la Casa Departamental de San Rafael (en la región de Mendoza), considerado uno de los centros clandestinos de detención más importantes del país.
Desde mayo de 2011 se encuentra en Sorbolo (país de origen de la familia en la provincia de Parma) donde al menos hasta hace poco tiempo realizaba funciones religiosas regulares. Pendiente pedido de extradición del sacerdote motivado por la acusación de participación, presenciada por algunos ex presos, de homicidio agravado contra José Guillermo Berón(militante socialista de 22 años secuestrado en el ’76 y hecho desaparecer) y acusado de secuestro y tortura con fines políticos de 10 personas (entre ellas el propio Berón) y asociación delictuosa. Todos delitos muy graves que presuntamente cometió durante el período en que estuvo en la Casa Departamental, por lo que la Fiscalía de San Rafael en junio de 2011 había pedido que fuera investigado. La solicitud de extradición la hizo el Ministerio Público de Mendoza, tras la denuncia de Richard Ermili , abogado y copresidente de la “Asamblea Permanente por los derechos humanos” de San Rafael, a la que se sumó la Secretaría de Derechos Humanos Argentina con el secretario Horacio Pietragalla.

El sacerdote Franco Reverberi

En 2012, Interpol emitió una orden de búsqueda en su contra mientras que la solicitud de extradición realizada por Argentina, en ausencia del delito de tortura en el código penal italiano (introducido recién en 2017), fue rechazada por primera vez por la Corte de Apelaciones de Bolonia en 2013. , luego por el Tribunal Supremo, en 2014. En octubre de 2020, sin embargo, se presentó una nueva solicitud de extradición contra el sacerdote, nuevamente rechazada por el Tribunal de Apelación de Bolonia el 17 de marzo de 2021 por “falta de pruebas graves de culpabilidad por los delitos de asesinato y tortura agravados por la muerte de Josè Guillermo Berón y la prescripción, según la legislación italiana, de los restantes cargos”. El tribunal se había basado, en parte, en las conclusiones de sentencias anteriores.
Entonces la República Argentina, representada por el abogado Arturo Salerni , junto a la Fiscal General Adjunta Francesca Ceroni , presentó un recurso ante la Corte Suprema pidiendo la nulidad de la sentencia impugnada. Apelación ganada, en efecto, el pasado 30 de junio. La sexta sección penal, presidenta Anna Criscuolo, anuló la suspensión de la extradición del ex capellán, ordenando la remisión a otra sección del Tribunal de Apelación de Bolonia “para que los demás aspectos de la solicitud de extradición fueran considerados ‘superfluos’ por el Tribunal de Apelación en su decisión”, en particular”, en referencia a los delitos de tortura de 9 presos distintos a Berón”. Los jueces, en 18 páginas, explican los motivos que les llevaron a aceptar el recurso, desarrollando el razonamiento principalmente en torno a dos perfiles, tal y como nos explicó el abogado Salerni .: el del caso del asesinato del joven Berón, del que habría sido testigo Reverberi, y el del maltrato y tortura de los diez internos (incluido Berón), en el que el capellán, según la reconstrucción de las autoridades argentinas, habría Participó en “una activa y adhesiva”. La cuestión planteada por los jueces ermellini es enteramente jurídica y se basa en una cuidadosa reconstrucción de los hechos controvertidos a Reverberi y de las normas internacionales generalmente reconocidas que la Corte Suprema ha firmado como prueba de la decisión de detener la cancelación de la solicitud de extradición. Y es sobre estos perfiles desarrollados, con los que el Tribunal Supremo ha introducido en consecuencia una nueva jurisprudencia, que no sólo abriría la posibilidad de un juicio al ex capellán militar Franco Reverberi, pero también para intentar extraditar a Malatto. En la práctica, se daría seguimiento a la última solicitud de extradición del 28 de junio de 2022 de los jueces federales de San Juan.

el primer perfil
Llegamos por tanto a los dos perfiles abordados en la sentencia Reverberi. Frente al primero, el relativo al asesinato del joven Berón, la Corte Suprema ha tomado nota de las “fuentes de prueba concretas de Argentina, a saber, los testimonios de personas “detenidas y torturadas” en la Casa Departamental en el mismo período que Berón ”, en virtud de la cual Argentina “fundamentó la hipótesis acusatoria sobre su participación en términos de adhesión y fortalecimiento de la intención delictiva de los autores materiales de los delitos controvertidos”. En concreto, el centro de detención “donde exhibió su actividad de extradición fue destinado permanentemente a formas de detención ilegal y tortura de disidentes políticos, con la ‘desaparición’ de las víctimas según un protocolo preestablecido”. Aquí, según los documentos aportados por las autoridades argentinas, “El Extradidor, que ya había servido con las fuerzas militares antisubversivas, formaba parte constantemente de los grupos militares dedicados a las torturas denunciadas por las víctimas sobrevivientes, asistiéndolas, incluso las más brutales y mortíferas, invitando a las víctimas a ‘colaborar’. ‘ con las fuerzas armadas ‘para alivio espiritual’ (los testigos lo recuerdan vestido de soldado con la Biblia en la mano y una pistola en la funda)”. Sobre este punto, el capellán “nunca había dado, sin embargo, ningún ‘alivio espiritual’ y, por lo tanto, no desempeñó ninguna función típica de su aparente papel”. Según el Tribunal Supremo, por tanto, “los hechos así reconstruidos no se limitan a la participación del extraditado en las torturas infligidas a los detenidos y por tanto también al detenido Berón, sino que deben ampliarse -también desde el punto de vista judicial- – al caso de su muerte. último”.
En virtud de ello, la Corte de Casación recordó que “la jurisprudencia de legitimidad ha señalado reiteradamente que existe dolo directo en forma denominada alternativa en el caso de que el agente prevea y acepte el hecho y por tanto, mientras no lo persiga como un objetivo la final. Mientras que el fraude potencial se produce cuando el agente ha representado claramente la posibilidad significativa de verificar el hecho concreto y, no obstante, después de haber considerado el fin perseguido y el posible precio a pagar, se determina a actuar en todo caso, también a costa de causante del hecho dañoso, adhiriéndose a él, si se produce”.

Con respecto al “posible fraude”, nos dice el 24 de marzo en adelante , “ siempre nos referimos al art. 110, que es el de la competencia. Y el caso que siempre citamos en la base de todo es el del pequeño Di Matteo (el niño de 12 años, hijo del arrepentido Santino, secuestrado y asesinado por Cosa Nostra, ndr ). Esa es nuestra base legal porque el niño fue secuestrado por un grupo de jefes que lo entregaron a un segundo grupo y luego llegó un tercero que lo estranguló y disolvió el cuerpo. Según el Tribunal Supremo italiano, todos son culpables de la misma manera: tanto los que llevaron a cabo el secuestro, como los que lo mantuvieron preso y los que lo mataron porque quien fue a secuestrar al niño sabía de la posibilidad de que el niño fuera asesinado. ”.
Volviendo a la sentencia del Tribunal Supremo, ambas causas penales, la de dolo directo y la de posible dolo, según los jueces, son “respectivamente compatibles con las causas penales sancionadas con cadena perpetua”, delito imprescriptible, por tanto sujeto a una solicitud de extradición. Por tanto, en conclusión, “debe considerarse que la documentación remitida por las autoridades argentinas es efectivamente idónea para acreditar la existencia de elementos en contra del extraditado por los delitos en cuestión, sancionados en Italia con cadena perpetua”, según se desprende, “en términos lógicos altamente probables, en relación con los métodos de acción a los medios brutales y sistemáticos empleados para llevar a cabo la tortura, la representación y voluntad del hecho (la muerte del torturado) o en todo caso la aceptación de este riesgo”.
Esta apreciación del Tribunal Supremo socavaría la del Tribunal de Apelación que desestimó la acusación también por “no lograr demostrar la gravedad circunstancial de la responsabilidad de Reverberi”. Como, de los documentos adjuntos, se desprende “sólo la frecuente presencia de éstos en el centro de detención […] también con motivo de prácticas de tortura […] y por lo tanto la conciencia de estos últimos de las torturas y ‘desapariciones ‘ realizada por los militares, pero no elementos que puedan ser valorados con referencia a su participación en perjuicio de Berón”. Esta misma apreciación respecto de la participación no probada en los hechos controvertidos, había favorecido igualmente a Malatto en 2014, en el marco de las acciones cometidas por el “ Grupo de tareas”Del Regimiento 22, como se explicó anteriormente, en el que era responsable de las detenciones. Es por ello que la nueva sentencia de la Corte Suprema, en este aspecto, podría resultar ventajosa para las autoridades argentinas, en particular porque aplicaría, en esa esperanza, a los familiares de las víctimas, tanto por las decenas de asesinatos como por los demás casos de tortura que se impugnan.

el segundo perfil
Llegamos pues al segundo perfil: el del abuso y la tortura. En la sentencia Reverberi, los jueces armiños argumentan claramente que los crímenes de lesa humanidad no pueden prescribir como disciplina en el derecho internacional, que además prevalece sobre nuestra Constitución. Es a partir de este principio que la Corte Suprema acogió el recurso del gobierno argentino, rechazando la sentencia de los jueces boloñeses que habían negado la entrega de Reverberi no solo por falta de pruebas serias sino también por la prescripción de los delitos. relacionados con el abuso de los presos. Sobre el primer punto, la Corte Suprema niega que “el error cometido por la Corte de Apelaciones es entrar en la valoración directa de las pruebas adjuntas por el Estado requirente, criticando la consistencia lógica de las conclusiones a las que llegó la autoridad judicial”, cuando en realidad no le corresponde a la Corte de Apelaciones revisar las conclusiones a las que llegó la autoridad judicial argentina. Para la extradición, a los efectos de un juicio, es suficiente evaluar la documentación proporcionada por el estado requirente. Y, a juicio de la Corte Suprema, el Estado requirente “representa adecuadamente el marco circunstancial en contra de la persona extraditada en la exposición de los hechos”. Por otro lado, de acuerdo al segundo punto, el de la prescripción de los delitos cometidos contra los diez detenidos de Casa Departamental, la Corte de Casación, el pasado 30 de junio, afirmó que “es un principio generalmente reconocido internacionalmente, ya en su momento en que se cometieron los hechos imputados a Reverberi,

© Archivo Hasenberg-Quaretti

Para redactar la sentencia, los jueces se basaron, entre otras cosas, en la Convención de Viena de la ONU de ’68 sobre la no aplicabilidad de las disposiciones a los crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, así como en el Estatuto de Roma de 1988. de la Internacional Tribunal Penal, firmado y ratificado tanto por Italia como por Argentina. En conclusión, la Corte observó que “considerar los crímenes de lesa humanidad como prescritos para los efectos de la extradición y, por tanto, impedir la acción de otro Estado para reprimir tales crímenes -que no los considera prescritos- es una medida contraria al jus cogens, cuya observancia es proclamado en la propia Constitución”. Por lo tanto, “la decisión del Tribunal de Apelación que consideró prescritos los delitos imputados a Reverberi sin examinar si pueden calificarse como ‘crímenes de lesa humanidad’ y, por tanto, sustraerlos de la prescripción debe considerarse errónea”. Además, los armiños rechazaron “el argumento planteado en la memoria por la defensa de Reverberi de la ejecución hipotecaria resultante, en los términos del art. 707 bacalao. proceso pen., de la sentencia contra la extradición dictada en relación con la anterior solicitud de extradición formulada en su contra” (la de 2014, ed.). La regla conforme al art. 707 según el código, establece que, “sin perjuicio del derecho del Estado que solicita la extradición a recurrir en casación conforme al artículo anterior, una vez que la decisión contraria haya adquirido firmeza, no está permitido pronunciar sentencia favorable por los mismos hechos a petición del mismo Estado”. Pero la “solicitud puede ser admitida si se basa en elementos no tomados en consideración previamente por la autoridad judicial”. En concreto, el Tribunal Supremo, al anticipar que “la superposición de las dos solicitudes extratradicionales no se desprende de los documentos”, señala que en la sentencia de 2014 se “señala como obstáculo […] la ausencia en el ordenamiento jurídico italiano de un delito concreto de tortura, con la consiguiente irrelevancia de la cuestión planteada por el Estado requirente en el recurso de casación de la imprescriptibilidad de este delito”. Sin embargo, este “obstáculo”, en realidad un vacío normativo, se superó en 2017 con la introducción de un delito específico de tortura (art. 613-bis del código penal italiano). ) Por tanto, el delito de tortura “viene a representar ese elemento ‘nuevo’, capaz de superar la exclusión prevista”, observó el Tribunal Supremo. “De hecho, ya se ha dicho que de la redacción del art. 707 bacalao, prod. lápiz. los nuevos elementos podrán consistir también en la modificación de la modificación interna aplicable”. Una nota más que positiva según elAbogado de Salerni . La sentencia recuerda la introducción en 2017 de un delito específico de tortura en el código penal. Esto se reporta como un hecho nuevo ”, comentó.
” El Tribunal de Apelación de Bolonia no puede decir que el delito está prescrito, como dijo en 2013, pero tuvo que reevaluar la situación “. Ello porque, según el abogado, “ aunque ese delito estuviera prescrito en Italia, por ser un crimen de lesa humanidad, para los efectos de la extradición queda superado este elemento de la doble prescripción, del Estado requirente y del Estado requerido”. por tratados internacionales ”, explicó el abogado. “Así se establece cuando se trata de crímenes de lesa humanidad -y lo es la tortura- en el marco de los convenios internacionales a los que Italia se ha adherido ”, agregó el abogado. Por tanto, volviendo a Malatto -quien, al igual que Reverberi, se declara inocente y rechaza toda acusación- ” esto significa que además de los hechos homicidas, también podría concederse la extradición, si se solicita, por delitos de tortura no examinados ya en la solicitud de extradición anterior “. o sobre una nueva base“. Todos estos criterios jurídicos, tratados a punta de ley, representan una esperanza para las decenas de familiares de desaparecidos y ex presos políticos que el gobierno argentino cree que han ido a parar a manos del ex teniente y del ex capellán para que ambos sean llevados ante la justicia en el país donde buscaron refugio o del que huyeron hace más de diez años.

“Democracia y terrorismo de Estado en Argentina”: un libro necesario que se convertirá en obra de referencia

El fiscal federal Dante Vega, autor de Democracia y terrorismo de Estado en Argentina.El fiscal federal Dante Vega, autor de Democracia y terrorismo de Estado en Argentina. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
El fiscal federal Dante Vega, autor de Democracia y terrorismo de Estado en Argentina. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Oscar Guillén
Domingo, 13 de noviembre de 202200:01 hs
“Democracia y terrorismo de Estado en Argentina” (Quellqasqa editorial, 2022), del abogado, docente y fiscal federal mendocino Dante Vega, es un nuevo aporte al caudal de obras –ensayos, libros de historia, periodismo narrativo o ficción, películas y obras de teatro, solo por nombrar algunas formas de expresión- que centran su mirada en la última dictadura militar en Argentina.
El tema, por su peso y resonancias, está lejos de agotarse; al contrario, su misma historicidad –y por qué no, su oscuridad- permite que vaya resignificándose con el paso del tiempo, sumando matices y generando nuevas polémicas. En este contexto, el libro de Vega ya amerita una atenta lectura. Pero su interés se amplifica porque el autor fija su mirada en la “fractura social” que produjo y la respuesta “o la falta de ella” que fueron dando al asunto los distintos gobiernos democráticos.
Se trata de una obra extensa –450 páginas- y bien documentada -el autor ha consultado una extensa bibliografía enumerada en treinta páginas- que si bien aborda cuestiones a veces complejas desde lo jurídico, se deja leer con fluidez. Es que “Democracia y Terrorismo de Estado en Argentina” tiene el mérito de sostenerse en una prosa didáctica y límpida, y un ritmo sostenido que el lector agradece.
Otro de sus logros es que su lectura no solo está enfocada a especialistas sino también a cualquier lector interesado en profundizar sus conocimientos sobre el tema (a modo de simple sugerencia, nada mejor que leerlo con el impulso de haber visto antes la película “Argentina 1985″, por ejemplo).
Estos aspectos enunciados hacen que el volumen se ofrezca como material de consulta inestimable para estudiantes y docentes de Historia, de Ciencias Sociales y Comunicación, sin dejar fuera a profesionales del Derecho.
Tras hacer un repaso histórico del terrorismo de Estado en el país desde la dictadura del general Uriburu (1930), pasando por la “letal” Revolución Libertadora, hasta llegar al “plan sistemático criminal” ejecutado durante el Proceso de Reorganización Nacional, el autor aborda temas como centros clandestinos de detención, Abuelas de Plaza de Mayo, represión y organismos internacionales, la cifra de desaparecidos -”un problema moral, no estadístico”- y Malvinas, entre otros.
Luego, tomando el concepto de “justicia transicional” –la respuesta a las violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos que no pueden ser juzgadas por un sistema judicial convencional- Vega recuerda que “Argentina es el único país en el mundo” que articuló dos respuestas a la violación a los Derechos Humanos: la creación de una comisión investigadora y una justicia retroactiva que, supeditada a los vaivenes de la política, fue ofreciendo (y negando) respuestas jurídicas y reparadoras a través de juicios orales y públicos.
Bajo esta óptica se analizan temas como la Teoría de los dos demonios, la Conadep, los Juicios a las Juntas, la Ley de Punto Final, Menem y la década de impunidad, y la relación de Kirchner y Macri con los Derechos Humanos.
Además, como bien sostiene el epílogo -”el paso del tiempo sigue conspirando contra la necesidad de justicia” y que “el imperativo moral y jurídico es que el Estado nunca renuncie a descubrir la verdad”-, la obra advierte sobre la evolución del negacionismo y los cuestionamientos a las extensas prisiones preventivas y la lentitud judicial.
Tal vez la experiencia del profesor y del fiscal –Vega ha participado en más de veinte juicios por delitos de lesa humanidad- le permiten al autor navegar con objetividad (si eso fuera posible), poder de síntesis y análisis en temas complejos, áridos y dolorosos que, vistos del lado del lector, despejan un camino para la reflexión y la polémica pero con fundamentos. En tiempos de fake news, posverdades, francotiradores seriales de redes sociales, negacionistas de lo obvio y relatos endebles, el resultado final hace pensar que, con el tiempo, “Democracia y Terrorismo de Estado en Argentina” se trasformará en una obra de referencia y de consulta obligada.
https://www.losandes.com.ar/espectaculo/democracia-y-terrorismo-de-estado-en-argentina-un-libro-necesario-que-se-convertira-en-obra-de-referencia/
Para acceder al libro en San Juan
? https://wa.me/qr/WLHSEYC6Z5OGB1

Comenzaron las audiencias por el segundo juicio contra Tróccoli en Italia

El militar es juzgado por la muerte y desaparición de Rafaela Filipazzi, José Agustín Potenza y Elena Quinteros.

Nadia Angelucci, desde Roma

14 de julio de 2022

Jorge Néstor Tróccoli, en el Aula Bunker de Rebibbia, ciudad de Roma. Foto: Nadia Angelucci

Camiseta mostaza, pantalón verde oscuro, tapaboca negro. Jorge Néstor Tróccoli se presentó este jueves en el aula búnker de Rebibbia para asistir a la primera audiencia del segundo juicio que se celebra contra él en Italia, tras ser condenado a cadena perpetua por el Tribunal Supremo de Italia el 9 de julio de 2021, junto a 14 militares y jerarcas de Chile y Uruguay, acusados de la muerte de ciudadanos italianos en el marco del plan represivo que se desarrolló en América Latina en las décadas de 1970 y 1980, el Plan Cóndor.

Tróccoli está acusado, en este nuevo juicio, de la muerte y desaparición del matrimonio ítalo-argentino Rafaela Filipazzi y José Agustín Potenza, y de Elena Quinteros.

Llegó a la sala escoltado por los guardias de la prisión tras un viaje en furgón policial desde la cárcel Gian Battista Novelli de Carinola, en la provincia de Caserta, donde cumple su condena, que durante los tres primeros años incluye el aislamiento diurno. Su presencia generó sorpresa entre los abogados de los querellantes y los asistentes al juicio, ya que durante las audiencias del juicio Plan Cóndor sólo estuvo dos veces y había decidido no someterse al examen de los abogados, sino sólo hacer declaraciones espontáneas.

Esta vez las cosas parecen haber tomado un rumbo diferente. Sus propios abogados, Francesco Guzzo y Marco Bastoni, declararon a la diaria que habían “convencido a su cliente para que participara activamente en el juicio asistiendo a las audiencias y siguiendo así el proceso para poder responder mejor a los cargos que se le imputan”.

Las víctimas en el caso de este juicio son Rafaela Filipazzi y Agustín Potenza, que fueron detenidos en mayo de 1977 en el hotel Hermitage de Montevideo, trasladados a dependencias del Fusna, y cuyos cadáveres aparecieron en Asunción (Paraguay) en marzo de 2013; y Elena Quinteros, militante del Partido por la Victoria del Pueblo, desaparecida luego de ser detenida en su domicilio en Montevideo el 26 de junio de 1976, recluida en el centro clandestino de detención conocido como 300 Carlos y nuevamente secuestrada en el predio de la Embajada de Venezuela en Montevideo, luego de haber logrado escapar.

En la audiencia de este jueves la Tercera Sección de la Corte de Asís de Roma, presidida por la jueza Antonella Capri y con la jueza Francesca Russo, se escucharon todas las peticiones de las partes civiles en el juicio. Las solicitudes llegaron por parte de familiares de las víctimas, del Frente Amplio y de los sindicatos italianos CISL (Confederazione Italiana Sindacati Lavoratori), CGIL (Confederazione Generale Italiana del Lavoro) y UIL (Unione Italiana del Lavoro). Los abogados de los acusados se opusieron a algunas de estas solicitudes, en particular las relativas al Frente Amplio, representado por el abogado Andrea Speranzoni, y a la de Graciela Almeida Duquini, prima segunda de Elena Quinteros, representada por la abogada Alicia Mejía.

El abogado Bastoni dijo a la diaria que “en un juicio penal pueden entrar sólo los que realmente tienen un interés civil, y el Frente Amplio no tiene un interés civil inmediato y directo. Este interés debe determinarse antes y en una fecha anterior a los hechos controvertidos”.

La abogada Mejía señaló que existen algunos pasajes de la sentencia de la primera audiencia del juicio del Plan Cóndor en los que se reconoce al Frente Amplio un interés directo e inmediato en constituirse como parte civil. Mejía también dijo a la diaria que la constitución de Almeida Duquini como actor civil es una “gran incógnita” porque “no hay jurisprudencia pacífica que prevea la constitución como actor civil de personas que no tienen una relación directa con la víctima del delito”.

La próxima audiencia ha sido fijada para el 27 de setiembre: se dará respuesta a las constituciones de los demandantes civiles y se fijará un calendario de audiencias que, según la jueza Antonella Capri, no comenzará antes de 2023.

El franquismo fue ilegal. Condena al golpe de Estado del 18 de julio de 1936.

España declaró “ilegal” al franquismo y el Estado será responsable de buscar a 114.000 desaparecidos de la dictadura

14 de Julio de 2022

Entre los puntos más destacados de la norma, hay que destacar:

-El franquismo fue ilegal. Condena al golpe de Estado del 18 de julio de 1936.

-Búsqueda a cargo del Estado de 114.000 desaparecidos durante la dictadura.

-El Valle de los Caídos -donde estuvo enterrado Franco hasta 2019- pasará a llamarse Cuelgamuros -zona geográfica del mismo nombre donde se ubica- y sólo podrán estar enterradas personas fallecidas durante la contienda. Esto supondrá la reubicación de la tumba de José Antonio Primero de Rivera -fundador de Falange- que ocupa un lugar principal en la basílica.

-Se considerará víctimas a aquellos que sufrieron daño físico, moral o psicológico, daños patrimoniales o menoscabo de derechos fundamentales desde el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 hasta la entrada en vigor de la Constitución de 1978. Tendrá derecho al “reconocimiento y reparación integral”, al “resarcimiento” de los bienes incautados…

-El 31 de octubre como día de recuerdo y homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la Guerra Civil y la dictadura, y el 8 de mayo como día de recuerdo y homenaje a los hombres y mujeres que sufrieron el exilio como consecuencia de la Guerra Civil y la dictadura.

-Uno de los puntos clave de la ley en relación a la Historia de España se refiere al acceso libre, gratuito y universal a todos los archivos -públicos y privados- con material relativo a todo el periodo comprendido entre el golpe de estado de 1936 y la entrada en vigor de la Constitución de 1978.

-La ley permitirá retirar todos los títulos nobiliarios concedido por Franco a quienes pudieron cometer crímenes de guerra o durante la dictadura. En concreto suprime 33 títulos nobiliarios y grandezas de España concedidos entre 1948 y 1978. Entre los afectados, el duque de Primo de Rivera y el duque de Mola.

-Los descendientes de los brigadistas internacionales recibirán la nacionalidad española.

-Se cerrarán las fundaciones franquistas, cuya existencia se considera una humillación a las víctimas.

-La norma prevé multas de incluso 150.000 euros en casos concretos como la destrucción de fosas o lugares de memoria.

-Reconocimiento expreso y destacado “del papel activo de las mujeres en la vida intelectual y política, en la promoción, avance y defensa de los valores democráticos y los derechos fundamentales”.

Familiares de Francisco Franco portan el féretro con los restos mortales del dictador tras su exhumación en la basílica del Valle de los Caídos en 2019 (Europa Press)Familiares de Francisco Franco portan el féretro con los restos mortales del dictador tras su exhumación en la basílica del Valle de los Caídos en 2019 (Europa Press)

El Congreso español ha aprobado este jueves la Ley de Memoria Democrática que considera “ilegal” la dictadura franquista y condena el golpe de estado del 18 de julio de 1936 que dio comienzo a la Guerra Civil y puso fin de la II República. En una ajustada y bronca votación, el Gobierno presidido por Pedro Sánchez ha sacado adelante -por 173 votos a favor, 159 en contra y 14 abstenciones- una norma que obliga al Estado a buscar a las 114.000 personas desaparecidas durante la guerra fratricida y los 40 años de dictadura.

La “ilegalidad” del régimen de Francisco Franco supone de facto “una declaración de reconocimiento y reparación personal” a las víctimas de la dictadura. Pero va más allá: todas las condenas y sanciones en ese periodo a cualquier persona por razones políticas, de conciencia o creencia religiosa o por razones ideológicas pasan a ser también ilegales. Hasta ahora se consideraban sencillamente “nulas”. Los tribunales y órganos franquistas y sus sentencias también pasan a considerarse ilegales, y no sólo ilegítimas, como hasta ahora.

El 18 de julio de 1936 comenzó en España la Guerra Civil. El día anterior, en la ciudad de Melilla (norte de África), los destacamentos al mando del general Francisco Franco se sublevaron y decretaron el estado de guerra en todo el país. La resistencia de fuerzas leales a la República dividieron al país en dos y lo que iba a ser un golpe militar más en una historia habitual de asonadas militares en España se convirtió en un conflicto que se prolongó tres años. Tras la contienda, Franco implantó una dictadura que lo mantuvo al frente del país hasta su muerte, el 20 de noviembre de 1975.

A partir de ese momento se inició un proceso de Transición que llevó a celebrar las primeras elecciones democráticas el 15 de junio de 1977 y a aprobar una nueva Constitución el 6 de diciembre de 1978.

La norma aprobada ahora en el Congreso amplía precisamente hasta esta última fecha lo que considera el periodo de persecución contra los antifranquistas. Si bien es hasta ese momento cuando se limita la investigación oficial sobre la dictadura y el reconocimiento de las víctimas del franquismo, el marco legal alcanza hasta 1983.

Polémica investigación hasta 1983

La Ley creará una comisión técnica encargada de estudiar las presuntas violaciones de derechos humanos que pudiera haber habido contra algunas personas por “su lucha” en la consecución y consolidación de la democracia”. Esto abarca, según la norma, hasta el 31 de diciembre de 1983.

Es este punto el que ha llevado al PP a decir que derogará la ley si llega al poder, porque sostiene que es una concesión a ETA y sus herederos políticos, Bildu. ¿Por qué? Porque se puede interpretar, según la formación que lidera Núñez Feijóo, que el terrorismo de ETA tras las primeras elecciones democráticas y hasta 1983 fue una resistencia democrática contra un Estado con reminiscencias franquistas.

Algunos sectores del PSOE han criticado la ley. Hay que recordar que el PSOE llegó al poder tras ganar las elecciones el 28 de octubre de 1982 con una abrumadora mayoría absoluta. Es decir, según la ley, con los socialistas en el poder se podrían haber cometido violaciones contra los derechos humanos en un contexto de tardofranquismo.

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños (Europa Press) El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños (Europa Press)

“Un ataque a la Transición”

El PP ha sostenido en todo momento que se trata de una legislación “sectaria, excluyente y un ataque a la Transición”. La formación conservadora, a través del diputado Jaime Mateu Istúriz, ha defendido que “la memoria no admite calificativos. A ningún Gobierno le corresponde reabrir recuerdos dolorosos”.

En España, tras la dictadura se aprobó una Ley de Amnistía que echó el cierre a la Guerra Civil y a la dictadura y dio paso a la Transición. Esto es lo que muchas formaciones de izquierda pedían que se derogara para investigar con más profundidad lo ocurrido en ese periodo de la Historia.

Si bien el Gobierno ha decidido no derogar la Ley de Amnistía, sí ha incluido en la nueva norma que todas las leyes españolas, incluida la de 1975, se interpretarán y aplicarán de conformidad con el Derecho Internacional. Esto significa que “los crímenes de guerra, de lesa humanidad, genocidio y tortura tienen la consideración de imprescriptibles y no amnistiables”.

La ultraderecha de Vox, a la que se considera heredera del franquismo por gran parte del arco parlamentario, denunció, por medio del diputado Francisco José Contreras, que la norma “no contempla a las víctimas asesinadas por el frente popular en los años 30″. Es decir, los crímenes que se produjeron durante al final de la II República por las formaciones que integraron el último gobierno democrático previo a la Guerra Civil. Añadió que el Gobierno “pretende suprimir la pluralidad mediante la imposición por decreto de un relato sectario”.

En la tribuna del Congreso, el diputado de Vox ha mostrado una foto de José Calvo Sotelo, ministro durante la dictadura de Primo de Rivera, y ha denunciado que “fue asesinado [días antes del comienzo de la Guerra Civil] por policías socialistas” y “no cuenta como víctima de esta ley”.

El Gobierno ha defendido en todo momento, a través del autor y defensor de la norma, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que la ley “va a hacer más digna nuestra democracia y a nuestro país”.

Bolaños ha mantenido en todo su discurso que esta ley homenajea a “todas las víctimas de la guerra civil, de un bando y de otro (…) también a todas las víctimas de la dictadura”. Ha aprovechado su intervención para decir que mientras “el Gobierno está siempre con todas las víctimas, arropándolas”, el PP las utiliza.

Plan Cóndor: Comenzó segundo juicio en Italia contra el represor uruguayo Jorge Troccoli

El excapitán de la Marina ya fue condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad

Troccoli está acusado del homicidio de un ciudadano argentino, José Luis Potenza, de su esposa italiana Raffaella Filipazzi, y de la uruguaya Elena Quinteros.

Por Elena Llorente

Desde Roma

Este jueves comenzó en Roma el segundo proceso contra el militar uruguayo Jorge Troccoli, ya condenado a cadena perpetua por la justicia italiana en julio del año pasado junto a otros 13 militares y civiles latinoamericanos. A los condenados se los consideró responsables del homicidio de 43 ciudadanos de distintos países en el contexto del macabro Plan Cóndor, el plan que coordinaba la represión entre las distintas dictaduras sudamericanas de los años 1970-80.

Esta vez Troccoli, siempre en el contexto del Cóndor, está acusado del homicidio de un ciudadano argentino, José Luis Potenza, de su esposa italiana Raffaella Filipazzi, y de la uruguaya Elena Quinteros.

No estuvieron presentes en esta primera audiencia los testigos, porque el tribunal debe todavía analizar y aceptar cada uno y lo hará en la próxima audiencia prevista para el 27 de setiembre. Hay más de 30 personas propuestas como testigos que podrán testimoniar tanto en presencia como en video conferencia y esto deberá ser definido próximamente. La tercera audiencia estaría prevista para enero, pero todavía no se ha fijado la fecha.

Además de los abogados defensores y varios representantes de organizaciones de Derechos Humanos, como Jorge Ithurburu de “24marzo.it” , estuvo presente uno de los personajes más simbólicos de todos estos procesos: el Secretario de Derechos Humanos de Argentina, Horacio Pietragalla Corti, hijo recuperado de padres desaparecidos durante la dictadura.

Los abogados hablaron de las partes querellantes, que por lo demás deberán todavía ser aceptadas por la Corte. Entre ellas la Argentina (que por primera vez en la historia de juicios como éste se presenta como querellante), el Consejo de Ministros de Italia (o sea el gobierno italiano), el partido uruguayo Frente Amplio, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Argentina, las centrales sindicales CGIL, Cisl y Uil de Italia.

Quiénes eran las víctimas

Potenza y Filipazzi fueron secuestrados en Montevideo en 1977 y trasladados a Paraguay donde fueron asesinados. Potenza trabajaba en la Biblioteca del Congreso Nacional en Buenos Aires. Era peronista. Su esposa Raffaella, nacida en la ciudad italiana de Brescia, llegó con sus padres a Argentina cuando tenía poco más de un año. Sus padres escapaban de la Segunda Guerra Mundial. José Luis y Raffaella vivieron en Buenos Aires pero al parecer viajaban a menudo a Uruguay. En el Hotel Hermitage de Montevideo fueron secuestrados. Potenza fue llevado a un centro de detención clandestino de Asunción del Paraguay llamado “La Emboscada” mientras su esposa fue llevada a la cárcel “El Buen Pastor” de la capital paraguaya. Sus restos fueron encontrados años más tarde en Asunción y fueron identificados en 2016.

La maestra Elena Quinteros, era una activa militante del sindicato de trabajadores de la educación y de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) de Uruguay pero también militaba en la Federación Anarquista uruguaya. El 26 de junio de 1976 fue arrestada y llevada a un centro de detención clandestino llamado “300 Carlos”, dependiente del ejército. El 28 de junio se hizo llevar cerca de la embajada de Venezuela diciendo que delataría así a un contacto suyo. Pero en realidad trató de escapar pidiendo asilo a la embajada pero sin éxito. Fue llevada al batallón de Infantería 13 donde fue torturada bárbaramente, según contaron otros presos. Sus restos nunca aparecieron.

El acusado

Troccoli era un capitán de la Marina uruguaya. Formó parte del FUSNA (cuerpo de Fusileros Navales) que era parte del Comando General de la Armada. El Fusna fue creado en 1972 y ubicado en un gran edificio con galpones que antes habían sido usados como depósitos. Pero desde 1972 se transformó en una cárcel para presos políticos al principio y luego en un centro clandestino de detención y tortura. En este centro, donde fueron secuestradas y torturadas cientos de personas de distintos países, actuó Jorge Néstor Troccoli que además era miembro de los servicios secretos de la marina uruguaya. (S2). En 2007, la justicia uruguaya abrió el caso para procesarlo pero Troccoli escapó a Italia, dado que tenía pasaporte italiano. Vivió en Marina di Camerota (Calabria, sur del país) donde fue descubierto. En julio del año pasado, fue condenado a cadena perpetua al concluirse en Roma el llamado Juicio Cóndor, contra los militares latinoamericanos. Desde ese momento está en la cárcel.

El tribunal

En la llamada “aula bunker” (aulas super vigiladas donde originariamente se procesaba en Italia a los exponentes de las mafias y se usa también para procesar a ya condenados muy peligrosos) de la Tercera Corte Penal del Tribunal Ordinario de Roma ubicado en el barrio de San Basilio, estuvo presente el acusado Troccoli, detrás de las rejas de una de las celdas del aula, y con dos guardias de la policía penitenciaria que lo tenían bajo control.

Memoria, Verdad y Justicia

“Para nosotros es de suma importancia estar presente en esta primera audiencia para que el Tribunal vea que estamos -declaró Pietragalla a Página 12-. Reconocemos además el accionar de los estados que han condenados a represores como Italia. No es el primer juicio que se hace aquí. Nosotros tenemos en nuestra conciencia una frase que siempre cantamos: ‘A los nazis les va a pasar, donde se vayan los iremos a buscar’. Estamos haciendo eso. Respetando nuestras consignas históricas”.

Pietragalla estuvo recientemente en Berlín, Alemania, por el caso Luis Esteban Kyburg , comandante de la Agrupación de Buzos Tácticos de Argentina, acusado de crímenes cometidos en la Base Naval de Mar del Plata. Cuando Argentina comenzó la etapa indagatoria del juicio, en 2013, Kyburg escapó a Alemania porque tenía doble ciudadanía. Kyburg fue encontrado tiempo después allí por un periodista argentino y luego se pidió la extradición que Alemania rechazó. Alemania no prevé la extradición de sus ciudadanos por lo cual debería ser procesado y condenado allí. El juicio alemán todavía está en la etapa preliminar..

En Berlín el secretario de Derechos Humanos argentino se reunió con el fiscal que está llevando adelante la causa y con el que el estado argentino colabora desde 2021 con todo lo que la justicia alemana necesita. “Estamos trabajando para que cuando aparezcan prófugos de Argentina en otros países se puedan extraditar, porque lo mejor sería juzgarlos en nuestro país. Pero si no es posible, ayudaremos para que sean condenados en los países donde viven. Todo esto nos da respaldo a la política de Memoria, Verdad y Justicia. Ante tantos discursos negacionistas que existen, los procesos judiciales que se hacen en Europa reafirman el proceso judicial que se lleva adelante en Argentina”, añadió Pietragalla.

El secretario, que en principio debía retornar a Argentina este fin de semana, debió prolongar su estadía para poder concretar un encuentro con el secretario de estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, probablemente el lunes. Con Parolin ya se habían reunido hace algunos meses, cuando Pietragalla visitó al papa Francisco en el Vaticano. Y con el primer ministro vaticano habló del acceso a los archivos vaticanos que entre muchas cosas, reúnen toda la documentación de las embajadas de la Santa Sede en los distintos países, lo que podría ser muy útil.

 

 

 

“Nuestra idea es ampliar los requerimientos de quienes pueden consultar los archivos vaticanos. Hoy pueden hacerlo sólo los familiares directos de los desaparecidos. La intención nuestra es que esos archivos puedan ser consultados por la secretaría de Derechos Humanos y algunos organismos de Derechos Humanos de Argentina, para poder seguir avanzando y encontrar algo que nos dé material para los juicios pero también para poder encontrar a los nietos que seguimos buscando”, concluyó Pietragalla.