INFAMIA NEGACIONISTA

La Secretaría de Derechos Humanos realizó una presentación ante Twitter por cuentas falsas con nombres de desaparecidos

La misiva, firmada por el secretario Horacio Pietragalla Corti, fue enviada luego de haber tomado conocimiento, a partir de denuncias públicas, acerca de la creación de cuentas en la red social Twitter con nombres de personas desaparecidas durante la última dictadura cívico-militar. Dichas cuentas, además, fueron convertidas en lo que se conoce dentro de la jerga de Internet como “trolls”, para de esta manera dañar a sus familiares y allegados.

De acuerdo con la información recabada por la Secretaría, cuentas como @ireneginzberg, @Desap1212, @Desap1237 o @Desap2327, contaban –mientras estuvieron activas – con perfiles que habían sido creados con los nombres y fotos de los desaparecidos Raimundo Villaflor, Rubén Gerenschtein, Eduardo Céspedes y Irene Bruschtein Bonaparte de Ginzberg, así como con imágenes ofensivas y biografías que eran insultantes a su memoria.

Luego de que las cuentas fueran detectadas y denunciadas públicamente, Twitter procedió a su cancelación.

En este contexto, la Secretaría envió una comunicación a las oficinas de la red social, a fin de ponerse a disposición de los responsables de moderación de contenidos para analizar de manera conjunta medidas destinadas a evitar que este tipo de hechos lamentables se repitan y poder brindar una mejor respuesta a las personas afectadas.

En este sentido, se advierte que esa respuesta no debería agotarse en la cancelación de las cuentas denunciadas, sino que deben establecerse salvaguardas que prevengan este tipo de situaciones o mitiguen los daños al mínimo posible. Para ello, la Secretaría recomienda que se establezcan mecanismos transparentes de reclamo, en los cuales se expliquen los distintos pasos del proceso de moderación y cancelación de las cuentas y los motivos a través de los cuales se les da trámite. También se aconseja que, en estos casos, intervengan personas y que la resolución no dependa exclusivamente de algoritmos.

Asimismo, se considera oportuno que, una vez detectados estos discursos o expresiones de odio, se impulsen medidas para mitigar los daños ocasionados, así como campañas de concientización sobre los derechos de las víctimas de las graves violaciones a los derechos humanos que se ven vulnerados con esos mensajes. Para ello, se insta a Twitter a que considere a los estándares de derechos humanos en la construcción de sus propias normas, creando entornos seguros e incluyentes, que promuevan limitar al mínimo posibles acciones en las que se propaga información falsa y mensajes de odio. A dicho fin, se sugiere revisar los pronunciamientos del Relator Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión de la ONU, así como los Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en donde se explica la necesidad, ante este tipo de situaciones, de “Poner en marcha procesos de diligencia debida para determinar, prevenir y mitigar su impacto en los derechos humanos y tener un proceso para remediar el daño”.

La carta finaliza con una invitación de la Secretaría a celebrar una reunión de trabajo con miras a colaborar en el desafío que representa la moderación de contenidos de Twitter, conciliando la libertad de expresión con los derechos de las víctimas ante situaciones de uso problemático de la red social.

La Secretaría envió una carta a los responsables de la red social, a fin de solicitar que se tomen medidas destinadas a evitar la repetición de estos hechos y brindar una mejor respuesta a las personas afectadas.

La misiva, firmada por el secretario Horacio Pietragalla Corti, fue enviada luego de haber tomado conocimiento, a partir de denuncias públicas, acerca de la creación de cuentas en la red social Twitter con nombres de personas desaparecidas durante la última dictadura cívico-militar. Dichas cuentas, además, fueron convertidas en lo que se conoce dentro de la jerga de Internet como “trolls”, para de esta manera dañar a sus familiares y allegados.

De acuerdo con la información recabada por la Secretaría, cuentas como @ireneginzberg, @Desap1212, @Desap1237 o @Desap2327, contaban –mientras estuvieron activas – con perfiles que habían sido creados con los nombres y fotos de los desaparecidos Raimundo Villaflor, Rubén Gerenschtein, Eduardo Céspedes y Irene Bruschtein Bonaparte de Ginzberg, así como con imágenes ofensivas y biografías que eran insultantes a su memoria.

Luego de que las cuentas fueran detectadas y denunciadas públicamente, Twitter procedió a su cancelación.

En este contexto, la Secretaría envió una comunicación a las oficinas de la red social, a fin de ponerse a disposición de los responsables de moderación de contenidos para analizar de manera conjunta medidas destinadas a evitar que este tipo de hechos lamentables se repitan y poder brindar una mejor respuesta a las personas afectadas.

En este sentido, se advierte que esa respuesta no debería agotarse en la cancelación de las cuentas denunciadas, sino que deben establecerse salvaguardas que prevengan este tipo de situaciones o mitiguen los daños al mínimo posible. Para ello, la Secretaría recomienda que se establezcan mecanismos transparentes de reclamo, en los cuales se expliquen los distintos pasos del proceso de moderación y cancelación de las cuentas y los motivos a través de los cuales se les da trámite. También se aconseja que, en estos casos, intervengan personas y que la resolución no dependa exclusivamente de algoritmos.

Asimismo, se considera oportuno que, una vez detectados estos discursos o expresiones de odio, se impulsen medidas para mitigar los daños ocasionados, así como campañas de concientización sobre los derechos de las víctimas de las graves violaciones a los derechos humanos que se ven vulnerados con esos mensajes. Para ello, se insta a Twitter a que considere a los estándares de derechos humanos en la construcción de sus propias normas, creando entornos seguros e incluyentes, que promuevan limitar al mínimo posibles acciones en las que se propaga información falsa y mensajes de odio. A dicho fin, se sugiere revisar los pronunciamientos del Relator Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión de la ONU, así como los Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en donde se explica la necesidad, ante este tipo de situaciones, de “Poner en marcha procesos de diligencia debida para determinar, prevenir y mitigar su impacto en los derechos humanos y tener un proceso para remediar el daño”.

La carta finaliza con una invitación de la Secretaría a celebrar una reunión de trabajo con miras a colaborar en el desafío que representa la moderación de contenidos de Twitter, conciliando la libertad de expresión con los derechos de las víctimas ante situaciones de uso problemático de la red social.