¿DONDE ESTAS HERMANO?

PABLO PRIVITERA:
EL PRIMER ITALIANO QUE BUSCA A UN FAMILIAR DESAPARECIDO EN LA DICTADURA DEL 76’
Durante esta mañana dialogamos con Pablo Privitera, hermano de un médico desaparecido durante la última dictadura militar. Fue la primera persona en dar su muestra ADN en Italia para que sea analizada y se pueda verificar si concuerda con alguno de los restos que se encuentran en Antropología Forense.
El entrevistado comenzó la nota contando como la familia Privitera llegó a nuestro país: “nosotros emigramos a Argentina en 55 yo tenía un año mi hermano siete años, nosotros vivimos en Mendoza. Mi hermano quería ser médico y se recibió en medicina en 1973 en Córdoba; trabajaba en el Hospital Rawson y hacia servicio en dos villas miserias; consultorios gratis por supuesto. Él era un tipo que ayudaba mucho a la gente que no tenía posibilidad.” Y agregó “mi hermano desapareció en el 1980, lo agarraron los militares y bueno después no se ha sabido más nada. Yo he hecho muchas denuncias, he sensibilizado los diarios y la televisión. También he hecho interrogaciones en el parlamento Italiano y he denunciado ante las Naciones Unidas.”
En el 74 mientras que Salvatore (hermano de Pablo) estaba en el hospital hicieron un asalto a una casa militar. Privitera, comentó “mi hermano aparte de trabajar en el hospital era representante del gremio, además era integrante de la juventud peronista; con esta excusa los militares lo metieron preso. En el juicio fue comprobado que no había hecho nada, que no había participado; es por ello que hicieron la absolución.” Continuó diciendo “yo estuve en Córdoba mientras que él estuvo preso (…) todos los que éramos sus parientes también corríamos mucho riesgo, a mí me intentaron secuestrar dos veces. Yo después viendo que la cosa estaba muy mal nos volvimos para Mendoza, estuve un tiempo más y le escribí a mi abuelo acá en Italia para saber si podía venir, el me mando el pasaje y regresé a Italia en julio del 78.”
Para continuar con la idea del párrafo anterior el entrevistado indicó “cuando yo llegué a Italia tenía mi familia que eran militantes del Partido Comunista y hablando con compañeros del partido se armó un Comité para la liberación de mi hermano (…) en Febrero logramos liberarlo. Cuando el vino a Italia él se puso en contacto con compañeros del Movimiento Peronista Montonero que eran exiliados en Roma y el decidió volver a la Argentina. En febrero del 79 comenzó hacer el viaje primero fue a España, luego a México; y después pasó por el Perú, desde ahí nos mandó una postal y desde esa postal no tenemos más noticias. Los compañeros de México nos hicieron una llamada por teléfono en la cual me dijeron que lo había agarrado a mi hermano junto con una compañera que se habían ido desde acá (…) todo lo que hicimos la vez anterior empezamos hacerlo pero no tuvo el mismo resultado.”
Existe recientemente una campaña internacional lanzada por la cancillería de Argentina para tratar de darle nombre a los restos de 600 desaparecidos que están en Antropología Forense y aún son anónimos. Privitera dijo “hace dos meses atrás salió la noticia que estaban estos 600 cuerpos sin identificar, entonces hable por teléfono con el representante de la organización que se llama 24 de mayo (…) y le dije que yo quería donar la sangre para el ADN, y así poder identificar si alguno de estos cuerpos es el de mi hermano. Esto yo lo quise hacer públicamente para poder incentivar también a algunos otros familiares, porque aquí en Sicilia no estoy solo, hay otros sicilianos que han desaparecido.”
Te invitamos a escuchar la entrevista completa:

En Italia crece la expectativa por el veredicto final sobre el Plan Cóndor

La decisión de la Corte Suprema podría conocerse el 24 de junio

Los familiares de las víctimas confían en que la sentencia condene definitivamente a los 24 acusados por el secuestro y desaparición de 38 ítalo-latinoamericanos.

Por Elena Llorente
El uruguayo Jorge Néstor Troccoli fue uno de los 24 represores condenados a cadena perpetua en 2019.  (Fuente: EFE)
El uruguayo Jorge Néstor Troccoli fue uno de los 24 represores condenados a cadena perpetua en 2019. . Imagen: EFE

Desde Roma

Mientras se espera ansiosamente el veredicto definitivo de la Corte Suprema de Justicia de Italia, que podría conocerse el 24 de junio, sobre las condenas contra 24 exponentes del llamado Plan Cóndor por el secuestro y desaparición de 38 ítalo-latinoamericanos, numerosos familiares de víctimas de distintos países se reunieron este martes en una video conferencia internacional para conocer algunos detalles del procedimiento italiano.

Pergeñado por la dictadura de Augusto Pinochet, el Plan Cóndor coordinó el accionar de las dictaduras de Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Paraguay y Brasil en las década del 1970, en la operaciones de secuestro y desaparición de miles de latinoamericanos.

El veredicto de la Corte de Apelación- segunda instancia de la justicia italiana- que condenó a cadena perpetua a los 24 exponentes (excepto un caso que fue absuelto), fue dado a conocer en julio de 2019. Fueron condenados siete militares de Chile, trece de Uruguay, uno de Bolivia y tres de Perú (País que ocasionalmente colaboraba con el Plan Cóndor). Pero como en Italia la justicia tiene tres instancias, los acusados apelaron a la Corte Suprema esperando así obtener al menos una reducción o anulación de las condenas.

A partir del 24 se conocerán las decisiones de la Corte Suprema que, según lo previsto por las leyes italianas, podría confirmar las condenas de la Corte de Apelación o bien indicar la necesidad de hacer un nuevo proceso o nuevos juicios en algunos casos.

La audiencia de la Corte está prevista para las 10 de la mañana hora de Italia y se prevé que la sentencia se pueda conocer el mismo día por la tarde. Los fundamentos de la sentencia, en cambio, se conocerán varias semanas después.

Uno de los abogados de los familiares de desaparecidos, Giancarlo Maniga, contó en el vídeo encuentro que no todos los acusados presentaron recurso ante la Corte Suprema. Lo que significa que para esos casos, cuyos nombres no fueron revelados, la sentencia de la Corte de Apelaciones a cadena perpetua está confirmada.

Los familiares, que confían en que la sentencia condene definitivamente a los acusados, esperan poder difundir la noticia a todo el mundo y con insistencia, para que el tema no se duerma en los medios de difusión después de un día o dos, subrayaron.

El represor argentino Carlos Laidlaw

Durante el encuentro, del que participaron unas 29 personas entre familiares de desaparecidos de distintos países, representantes de organizaciones de derechos humanos, abogados y periodistas, se le dio importancia también al nuevo caso de un represor argentino que se espera pueda ser procesado próximamente. Se trata del general Carlos Laidlaw, quien fue jefe de la SIDE (Secretaría de Inteligencia de Argentina) durante la dictadura y en consecuencia coordinador del Plan Cóndor, cuya coordinación cambiaba cada año de un país a otro, según documentos liberados del secreto por Estados Unidos en 2019.

El abogado italiano Arturo Salerni y su equipo iniciaron una investigación sobre el caso Laidlaw como defensor de Silvia Beatriz Potenza, familiar de uno de los desaparecidos atribuidos a este general: el argentino José Agustín Potenza. Potenza y su pareja Rafaela Filippazzi, fueron secuestrados en Uruguay en mayo de 1977, detenidos en el centro clandestino de detención y tortura de Fusileros Navales (FUSNA, dirigido entonces por otro de los acusados del proceso Cóndor, el uruguayo Jorge Néstor Troccoli), y trasladados a Paraguay donde fueron asesinados. En ese período Laidlaw estaba al frente de la Side. Los restos de los dos desaparecidos fueron encontrados en Paraguay en una fosa común en 2016.

El fiscal italiano ya recibió el sumario defensivo elaborado por el abogado Salerni que incluye, entre otros, los testimonios de varios familiares de desaparecidos.

AUDIENCIA 7 / LA DECISIVA INVESTIGACIÓN DE H.I.J.O.S. MENDOZA

JUICIO POR LA APROPIACION DE LA HIJA DE LOS DESAPARECIDOS MOYANO-POBLETE

04-06-21 | Declararon tres integrantes de la agrupación H.I.J.O.S. de nuestra provincia que en 2012 aportaron información valiosa ante la justicia por la posible apropiación de Miriam. Celeste Seydell y las hermanas Belén y Paula Baigorria relataron la investigación que realizó la Comisión Hermanos de esta organización y que cristalizó en una presentación judicial. La próxima audiencia será el 18 de junio a las 9:30.

La fiscalía citó a tres familiares de víctimas del terrorismo de Estado y militantes de Hijas e Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.) que intervinieron en la búsqueda de Miriam y otras personas apropiadas de Mendoza. Los relatos coincidieron en cuanto a la prueba ofrecida ante el Ministerio Público Fiscal como parte del proceso que desembocó en la restitución de la identidad de la hija de María del Carmen Moyano y Carlos Poblete en 2017.

Celeste Seydell: las pruebas testimoniales

Celeste Seydell relató que la agrupación H.I.J.O.S. nació en 1995 con distintas comisiones de trabajo. En 1998 se creó la Comisión Hermanos, abocada a la búsqueda de “sus hermanos y hermanas” mediante dos modalidades: la presentación espontánea de jóvenes que dudaran sobre su identidad y la recepción de información de personas con sospechas sobre algún caso cercano o conocido. Para ello coordinaron con Abuelas de Plaza de Mayo en el marco de la Red Nacional por el Derecho a la Identidad.

Celeste Seydell

En octubre de 2012 ella y Belén Baigorria se reunieron con Mariana Herrera Rubia. La mujer se había acercado a la comisión de forma telefónica por intermedio de una exmilitante de la agrupación porque tenía un dato relevante sobre la familia Fernández. En esa primera cita Mariana se presentó como Mariana Herrera, pero comentó que su “progenitor” era Lanza, un policía de la Comisaría Séptima: “Nunca nos había pasado eso”, aclaró la testigo. El dato que tenía para aportar provenía de su amiga Liliana, concuñada de Norberto Fernández —hermano de Osvaldo, el principal imputado de la causa—. La frase que Mariana oyó de boca de Liliana era elocuente: “En la familia Fernández hay hijos que no son hijos”.

La organización le propuso ir a la fiscalía y declarar eso mismo en la justicia y la mujer accedió. Celeste la acompañó. En esa ocasión, además, Mariana pidió cambiarse el apellido y refirió algunas situaciones de violencia vividas con su progenitor. También relató que se cruzó en varias ocasiones con Norberto Fernández, quien le decía “así que vos sos hija de Lanza”. Los hermanos Fernández conocían a Lanza por la escuela de instrucción policial.

La otra fuente importante para dar con Miriam fue Cintia Troncoso, quien se había comunicado por correo electrónico con la comisión porque sospechaba de una apropiación dentro de la familia Fernández. El nexo entre ella e H.I.J.O.S. fue Tobías Crespo, cercano a la agrupación. El testimonio de Cintia fue fundamental: su esposo Rodrigo era hermano del exmarido de Stella Fernández, hija de la pareja imputada.

Entre septiembre y octubre del mismo año se reunieron con ella. En ese momento Mendoza transitaba el tercer juicio por delitos de lesa humanidad y Osvaldo Fernández estaba detenido de forma preventiva. Sin embargo, su familia sostenía la versión de que se encontraba trabajando en San Luis. La situación era “incómoda” para la familia. Según Rodrigo —pareja de Cintia—, debido a la investigación judicial sobre Fernández podían investigar de dónde provenía Miriam. Iris Luffi le había dicho a su hija Stella que Miriam no era hija biológica y que posiblemente era hija de personas desaparecidas. Esto Stella se lo contó a su esposo y el hombre —Celeste no recordaba el nombre— lo comentó a su vez con su hermano Rodrigo. De esta manera se había enterado Cintia. Luffi también habría referido que una noche Osvaldo Fernández apareció con la bebé. El temor se debía al contexto del juicio, resumió la testigo. Por lo tanto, como consultó posteriormente la abogada querellante, Iris Luffi, Stella Fernández y su marido conocían la situación de apropiación que se investiga.

Aunque el grupo asistía a las audiencias del juicio y Miriam estaba presente, prefirieron no establecer un contacto con ella como sí habían hecho en otros casos. Tuvieron “un cuidado enorme” porque no era “una situación común”: el apropiador estaba siendo juzgado y la víctima acompañaba a su familia de crianza. Para obtener más datos armaron un perfil de Facebook que les permitió constatar el cumpleaños de Miriam y comparar sus fotos. Entonces empezaron a atar cabos. Además, explicó que conocían la historia de María del Carmen Moyano y Carlos Poblete y las posibles fechas de parto de la primera.

“No podíamos seguir solas y presentamos la denuncia”, sostuvo. La testigo aclaró que Cintia Troncoso, que conocía bien a la familia Fernández, sospechaba de otra de las hijas del imputado: una de las mellizas, porque no eran parecidas entre sí. Todo esto lo declaró la mujer ante la fiscalía.

“Desde el 98 en adelante recibimos muchas presentaciones espontáneas. Nuestro trabajo es ese. Hemos acompañado análisis en el Banco Nacional de Datos Genéticos, hemos trabajado con CONADI [Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad] y Abuelas. Nos hemos formado en cuanto a identidad, al trabajo que esto lleva, la búsqueda”, explicó Seydell. También agregó que dentro de la agrupación H.I.J.O.S. hay psicólogos y psicólogas que se especializaron en el tema, de quienes aprendió sobre el “vínculo perverso entre apropiandor y apropiada”. Al respecto, expresó su deseo de que el tribunal convocara a profesionales en la materia. “(…) Hay una realidad biológica que se le ocultó. Sabemos que buscar la verdad es fuerte, seguramente ha sido para ella muy duro. Su nacimiento en las peores condiciones en un centro clandestino de detención, en la ESMA. La verdad no podía salir con color de rosas”, concluyó.

Belén Baigorria: “Si hay verdad hay libertad”

Belén Baigorria se presentó como sobrina de Alberto Bernal, Juan Bernal y Raquel Herrera. “La pareja de Juan y Raquel fue fusilada en la época de la dictadura y mi tío Alberto está desaparecido”, explicó. La testigo empezó a militar activamente en la agrupación H.I.J.O.S. en 2010. Se integró luego a la Comisión Hermanos.

Al igual que el testimonio precedente, Baigorria refirió la forma de trabajo de la comisión, con presentación espontánea de posibles víctimas y aportes de la sociedad en general, a los cuales denominaban informalmente “denuncias”. Es decir, personas que tenían dudas sobre la identidad de alguien más. Una de las políticas de Hermanos fue convertir esas “denuncias” en presentaciones espontáneas, generando contacto para promover que se realizaran los análisis sus protagonistas: “En algunos casos pudimos, pero teníamos un techo. Necesitábamos otras herramientas legales”. La mayor dificultad, agregó, era con familias de miembros “de las Fuerzas Armadas o genocidas”.

Declara en sala Belén Baigorria

El caso de Miriam, según la testigo, tuvo varias líneas de trabajo. Cintia Troncoso fue el primer aporte. Cuando se reunieron con ella, explicó, ya tenían gran parte de la información por los intercambios electrónicos previos. Les comentó los vínculos con la familia Fernández a través de su pareja, Rodrigo Sánchez, cuyo hermano Fernando estaba casado, a su vez, con Stella Fernández. Troncoso conocía a los hijos del matrimonio imputado por reuniones familiares. Además, la tía de Cintia tenía propiedades en la zona y les alquilaba la casa a Miriam y al propio Osvaldo Fernández. No obstante, en un primer momento Cintia dudó de Stella porque no la veía parecida a su melliza Marcela.

Baigorria repitió las palabras de Iris Luffi sobre el origen de Miriam, “no es hija biológica, es hija de desaparecidos”, y destacó que le pidieron a Troncoso la mayor precisión porque sabían que la información que escuchaban tenía peso. “El comentario surge en el contexto de una mentira sobre el destino de Fernández durante el tercer juicio: no estaba trabajando en San Luis, sino detenido”, agregó Baigorria. Cintia contó que Iris Luffi se acercó a su tío, que tenía un negocio en el mismo barrio, y le pidió que negara conocer a su esposo si alguien preguntaba por él.

La comisión mantenía vínculo directo con Abuelas y el Banco Nacional de Datos Genéticos y había llenado un formulario con información sobre las embarazadas desaparecidas de la provincia: “Cotejábamos los listados. Había mucha coincidencia”.

La otra línea fue Mariana Herrera Rubia, que se acercó a Hermanos para aportar un dato sobre el caso, pero también con inquietud e incomodidad acerca de su propia situación personal. Su progenitor, al que señaló como genocida, era Héctor Lanza. Mariana se había contactado con el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) y el abogado Alfredo Guevara y, entre la información que recabó sobre Lanza, constató la relación de este con Osvaldo Fernández y su hermano Norberto. El vínculo era fundamentalmente con Norberto porque habían sido compañeros de la Escuela de Policía. Mariana se lo había cruzado en algunas reuniones.

Además, era amiga de Liliana Giuliani, casada con otro policía —que trabajaba de civil— llamado Jorge Giarratana. Giarratana era cuñado de Norberto Fernández. Fue Liliana quien comentó frente a ella “en la familia Fernández hay hijos que no son hijos”. La frase podía aplicarse tanto a Norberto como a Osvaldo.

Por otro lado, como parte de la reconstrucción de las historias de las detenidas embarazadas la comisión se reunió con Beatriz García para conversar sobre María del Carmen Moyano y se enteraron de que el MEDH estaba investigando la misma situación. También tuvieron algunas revelaciones a raíz del trabajo realizado: “Iniciamos con 5 [casos] y nos dimos cuenta de que eran 6 y podían ser más. Había cierta circulación de las embarazadas, entonces quisimos ampliar y hablar de Cuyo”. Baigorria explicó que la fecha de nacimiento de Miriam coincidía además con la estimación del parto de Adriana Bonoldi, de modo que no tenían certezas.

Belén Baigorria en la puerta de Tribunales Federales

Baigorria solicitó mayor celeridad y contundencia en la búsqueda: “La apropiación fue un robo, no fueron adopciones ilegales. Sabíamos que los genocidas se quedaban con los bebés. Necesitamos herramientas legales y que se investigue la identidad de los hijos y las hijas de los genocidas condenados nacidos entre el 76 y el 83 porque ellos mueren con esas verdades”. También compartió la experiencia de la organización y relató que las personas que se contactaban con sospechas lo hacían “en silencio y en soledad”, temiendo que sus familias dejaran de hablarles o de quererlas. Estos “hijos de la duda”, esperaban los fallecimientos de sus padres y madres para encarar ese proceso, “privándose de su derecho, por el vínculo perverso que se genera”.

Por último, explicó que Hermanos asumió que su labor tenía “techo” y decidieron hacer la presentación ante la fiscalía. El acercamiento a Miriam, por la relación que tenía ella con su familia, era complejo y quisieron proceder de la forma “más correcta y respetuosa”. “Siempre nos movió el amor y la búsqueda de la verdad. Si hay verdad hay libertad. Si hay verdad no puede haber manipulación y mentira (…) Miriam es hija de la verdad, lo porta en su sangre”, finalizó.

A pedido del defensor oficial, Baigorria aclaró que se reunieron con Troncoso en dos ocasiones antes de la presentación judicial, que fue en noviembre. No obstante, el contacto se mantuvo porque continuaron agregando información al expediente durante 2013. Además, cuando Cintia tuvo que concurrir a declarar la acompañaron desde la comisión.

Paula Baigorria: “Siempre nos movilizó el amor y el compromiso”

La última en prestar testimonio fue Paula Baigorria, hermana de la testigo anterior. En 2012, ella también acompañó la presentación de la denuncia ante la fiscalía por el caso de Miriam. Luego de repasar el funcionamiento de la Comisión Hermanos dentro de la organización, relató que por dos fuentes distintas les llegaron comentarios de que Miriam podía ser hija de personas desaparecidas: Cintia Troncoso y Mariana Herrera Rubia.

Paula explicó que Cintia, al menos en ese entonces, estaba en pareja con un hombre cuyo hermano —y padrino de su hijo— estaba casado con Stella Fernández, hija de Osvaldo Armando Fernández e Iris Luffi. Se conocían por relaciones familiares pero, además, una tía de Cintia era la propietaria de las viviendas que alquilaban Miriam, por un lado, y la familia Fernández por otro.

También en sala, la testigo Paula Baigorria

Por todas estas conexiones, Cintia pidió en ese momento que no se supiera que ella había hablado del tema. “No quería quedar expuesta”, comentó la testigo y resaltó la valentía de la mujer que, aun sabiendo las consecuencias que le podía traer, eligió aportar información a la Comisión Hermanos. Incluso le pidieron más datos, como la fecha de nacimiento de Miriam, y ella les fue consiguiendo lo solicitado. También les contó que, por aquellos años, Iris Luffi se acercó al negocio de la familia de Cintia y les pidió que, si alguien preguntaba por Armando Fernández, dijeran que no lo conocían.

La comisión trabajaba sobre la base de una grilla con referencias de mujeres secuestradas embarazadas y cuando cotejaron lo que tenían acerca de Miriam con el cuadro de María del Carmen Moyano y Carlos Poblete, se emocionaron: “Es igual”, se dijeron. Sin embargo, no podían asegurar nada: “Nos parecía una locura que ella estuviera acá. Suponíamos que esas personas habían quedado en la provincia donde habían nacido. Nos llamaba mucho la atención el parecido pero tratábamos de no pensar que ella era hija de la pareja”.

El otro dato provino de Mariana Herrera Rubia. Y dijo la misma frase que las testigos anteriores: “En la familia Fernández hay hijos que no son hijos”. Eso lo sabía por una amiga —Liliana— que tenía relación con Norberto Fernández, el hermano del imputado. Mariana se había acercado porque también quería conocer y aportar información sobre su progenitor, un policía de apellido Lanza que seguramente había tenido participación en la dictadura. Estaba con los trámites para cambiarse el apellido y las militantes de H.I.J.O.S. la acompañaron.

Paula Baigorria

Con esta anécdota accesoria, Paula Baigorria destacó el compromiso de la Comisión Hermanos:  “Trabajamos porque estamos comprometidas con la temática. Porque, contrariamente a lo que se cree, los derechos humanos no son un curro. Quienes integramos los organismos hacemos esto por convicción y por amor. Tenemos mucho amor a Miriam y a todos los hermanos que faltan”.

Cuando recibían denuncias, trataban de hablar con las personas de cuya identidad se dudaba para motivarlas a hacerse voluntariamente el análisis de sangre. Pero con el caso de Miriam, “debatimos mucho qué hacer. Conocíamos a Miriam, la veíamos en los juicios. No podíamos ir nosotras a decirle”. Y entendieron que ese era su límite, que no tenían las herramientas para abordarla y convencerla de que se analizara. Por eso presentaron la denuncia ante la fiscalía, casualmente, el 22 de octubre del 2012, Día Nacional de la Identidad.

La tarea de la Comisión Hermanos “es muy dura”, añadió la testigo, porque la mayoría de los análisis de sangre que acompañan son negativos. “Era una tarea bastante frustrante, no encontrábamos a nuestros hermanos y decaíamos cuando uno tenía muchas posibilidades y no era. Pero la única lucha que se pierde es la que se abandona y no la abandonamos”. En diciembre de 2017 salió a la luz que Miriam era hija de “Pichona” Moyano y Carlos Poblete.

Entre la denuncia y la recuperación de identidad pasaron 5 años. Durante todo ese tiempo siguieron recolectando información y presenciando los juicios. Paula recordó que en un debate declaró Arnaldo Villegas, hermano del desaparecido Edesio. En los 70 era amigo de Armando Fernández y un día lo invitó a comer. Después de un descuido, lo encontró revisando la casa y le pidió que se fuera. Posteriormente le preguntó a Fernández datos sobre su hermano desaparecido, pero él se los negó. Sin embargo, “hay testigos que vieron a Edesio en el D2, agonizando por las torturas”, aportó Paula. Y reflexionó sobre el caso con una analogía sobre el imputado: “Le ocultaba una información muy valiosa a alguien que él consideraba su amigo, tenía su aprecio. Tenía la información y no se la dio”.

La testigo apeló a la responsabilidad de Fernández, quien era oficial inspector del D2, especializado en inteligencia. “Dudo de que él no haya conocido quiénes eran el padre y la madre de Miriam. Lo sabía y aun así decidió quedarse con la bebé. Y en el remoto caso de que no supiera, tenía todas las herramientas a su alcance para investigar quién era la familia de esa niña y entregársela. Él decidió no hacerlo, porque las niñas y niños apropiados eran un botín de guerra. Decidió ocultarle su identidad y no decirle de quién era hija”. Destacó la participación del principal imputado en el plan sistemático de robo de bebés y desaparición de personas.

Paula Baigorria aprovechó para pedir el análisis de los hijos e hijas de Armando Osvaldo Fernández y de su hermano Norberto: “Las hijas e hijos de nuestros compañeros y compañeras deben ser buscados en las familias de los militares porque eran ellos quienes se los quedaban”. Remarcó que, de esa forma, se agilizaría la búsqueda que hasta ahora solo ha resultado en la restitución de la identidad de 130 personas apropiadas durante la dictadura: “Los datos son desalentadores”, aseguró, porque se estima que son más de 500.

La importancia de impulsar la búsqueda es, por un lado, porque las personas apropiadas son grandes y “están viviendo muchos años en una mentira”. Y, por otro lado, con el tiempo se van muriendo integrantes de las familias que las buscan, como el caso del abuelo de Miriam.

“Hagan el ejercicio con algún familiar de ustedes —interpeló a las partes del juicio— para ver si así pueden llegar a dimensionar la gravedad del asunto”. Y citó a la madre de Lidia Cristina De Marinis, Isabel Figueroa: “Quien no ha bebido de esta agua no sabe cómo sabe”. La testigo aprovechó para traer a la memoria al abuelo de Miriam, quien la buscó incansablemente.

Reveló que, por todo esto, recibieron algunas agresiones, pero “hemos decidido no responder ante amenazas o comentarios malintencionados”, manifestó Paula. Y declaró que una de las mellizas Fernández les respondía con sarcasmo las publicaciones en redes sociales con comentarios como “no se preocupen que fue criada con amor”. Eso “era lo menos que podían hacer”, expresó tajante la testigo.

Cuando veían a Miriam en Tribunales, sabían que era ella: “Siempre la quisimos y la querremos. Siempre nos movilizó el amor y el compromiso por Pichona, por Carlos, por ella y por todos nuestros hermanos y hermanas apropiadas que todavía no sabemos dónde están. Siempre van a tener un lugar en nuestro corazón y cuando ella decida y ella quiera, la vamos a estar esperando”, le dijo a Miriam a través de su testimonio ante el tribunal.

Hacia el final de su declaración, la testigo contó que con Miriam coincidían en el colectivo. Una vez el vehículo frenó de golpe y ella se cayó sobre Paula. “Sin querer me tocó la mano”, recordó amorosamente. Y, a pesar de su escepticismo, aseguró que sintió una especie de energía. “Con cuántos hijos nos habremos cruzado y no sabemos que son los hijos. Digo esto porque existen, se los robaron y están conviviendo entre nosotros. Es muy importante que los encontremos”, concluyó.

La próxima audiencia será el 18 de junio a las 9:30. 

La historia del primer italiano que donó sangre para saber si su hermano es un desaparecid

Paolo Privitera puso el brazo porque quiere saber si Salvatore es uno de los 30.000

Paolo Privitera puso el brazo porque quiere saber si Salvatore es uno de los 30.000 desaparecidos, gracias a la campaña con la que los consulados argentinos en los distintos países informan a los familiares para hacer una extracción de ADN que el Equipo Argentino de Antropología Forense analiza luego de que llega al país en valija diplomática.

Los restos de 600 desaparecidos se encuentran todavía sin nombre en la sede del Equipo Argentino de Antropología Forense y Paolo Privitera quiere saber si su hermano mayor es uno de ellos. (Fuente: Joaquín Salguero)
Los restos de 600 desaparecidos se encuentran todavía sin nombre en la sede del Equipo Argentino de Antropología Forense y Paolo Privitera quiere saber si su hermano mayor es uno de ellos..

Desde Roma

Contribuir con la propia sangre para que a través de un estudio de ADN se pueda llegar a saber, después de más de 40 años, si tu familiar; tal vez tu hermano, tu marido, tu hijo o tu nieto, están entre los 600 desaparecidos cuyos restos se encuentran todavía sin nombre en la sede del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) no es una tarea fácil de abordar desde el punto de vista afectivo. Pero técnicamente es sencilla. Basta un pinchazo en un dedo y algunas gotas de sangre que colocadas en una tarjeta especial son enviadas en valija diplomática a Argentina, a la sede de EAAF que hará el estudio del ADN. No se sabe cuándo se conocerán los resultados porque la pandemia podría retrasarlos.

Este miércoles 2 de junio, en Italia se celebró una de las fiestas más importante del país, el Día de la República –que recuerda el reférendum de 1946 que hizo que el país pasara de una monarquía a una república democrática–  y en Sicilia se realizó la primera extracción de sangre de un italiano que vivió en Argentina y cuyo hermano está aún desaparecido. Ésta primera extracción se hizo en el contexto de la campaña internacional lanzada por la cancillería argentina hace dos meses para tratar de darle nombre a los restos de 600 desaparecidos que están en Antropología Forense y todavía son anónimos.

En Italia, la campaña se llama Ayudanos a encontrarte y se ha difundido a través de unos programas en la RAI , diarios italianos y europeos y de afiches del consulado. Porque son los consulados argentinos en los distintos países los que se encargan de proporcionar información a los familiares y al equipo que hace la extracción de sangre que luego es enviada a Argentina.

a Sicilia, para entregarle el material necesario y presenciar la extracción de sangre del familiar interesado, en este caso Paolo Privitera, viajó la cónsul argentina en Roma, Ana Tito. “ Realizamos aquí en Sicilia la primera extracción en Italia de muestra sanguínea a un familiar de un desaparecido italiano en búsqueda de conocer si uno de los 600 cuerpos en custodia del EAAF pertenece a su hermano mayor” contó la cónsul PáginaI12 . “Esto tiene una gran significado porque demuestra en campo el compromiso real del Estado argentino con las políticas de Memoria ,Verdad y Justicia”, siguió.

“Hoy, a través de mi persona, el Estado argentino llega en búsqueda de Verdad”, dijo Paolo Privitera. “Muy cerca, reside el represor Carlos Malatto, quien huyó del alcance de nuestra justicia utilizando su doble ciudadanía”, agregó.

El teniente coronel Malatto, en efecto, miembro del RIM22 (Regimiento de Infantería de Montaña) de San Juan, está acusado de torturas y homicidios. Llegó a Italia en 2011 escapando de la justicia argentina y no pudo ser procesado en un primer momento por su ciudadanía italiana y por que el delito de tortura no figuraba entonces en el código italiano. Luego las cosas cambiaron y mientras la justicia italiana todavía discute si procesarlo, vive en una residencia lujosa en Sicilia.

Son unos 65 los italianos desaparecidos en Argentina sobre los cuales nada se ha sabido. “Con prácticas como éstas buscamos contribuir a que las familias de las víctimas del terrorismo de Estado cierren parte de su historia –continuó la cónsul– . La verdad es siempre mejor que la incertidumbre. Las víctimas merecen que sus restos recuperen su identidad y vuelvan al seno familiar. Al mismo tiempo, con este procedimiento cultivamos con hechos la memoria colectiva de nuestra sociedad para que nunca olvidemos donde puede llevarnos la violencia y el autoritarismo. Necesitamos que esta campaña se difunda a nivel internacional para que las familias de desaparecidos extranjeros se acerquen a nosotros. Existen muchas personas en Italia a las que podemos ayudar a dar la debida sepultura a sus seres queridas”.

La cónsul destacó por otra parte que en este caso, excepcionalmente, se hizo pública la identidad del familiar del desaparecido “porque fue él mismo quien nos propuso hacer pública esta práctica a fin de que otros familiares de desaparecidos italianos conozcan esta iniciativa y se acerquen a los consulados argentinos en Italia para imitarlo. Agradecemos enormemente su compromiso con esta campaña pero al mismo tiempo deseamos que quede claro que garantizamos confidencialidad absoluta a todos los familiares de desaparecidos italianos que se acerquen a nosotros”. Tito subrayó además que de ahora en más, el familiar tendrá relación directa con Antropología Forense, para hacerle preguntas o pedir información, sin la mediación del consulado.

Cuando me enteré de esta campaña, quise hacer rápido el análisis —contó Paolo Privitera a Página 12— . Lo hice y fue algo muy emocionanteEra el último lugar donde me faltaba buscar a mi hermano Salvatore. Esperemos que esto sirva como ejemplo para los otros familiares y la gente se anime a dar las muestras de sangre”. “Yo creo que si esto se difunde, mucha gente podría interesarse. Depende de la sensibilidad de los familiares. Yo hablé con mis primos en Mendoza, en Guaymallén. Y ellos también están disponibles para hacer lo necesario. Porque tener más muestras familiares, por ejemplo del lado materno, pueden ayudar a identificar más rápido al desaparecido”, añadió.

Los Privitera

Paolo Privitera y su familia llegaron a la Argentina desde Sicilia en 1955. “Yo tenía un año y mi hermano Salvatore, siete”, contó . Se fueron a vivir a Dorrego, uno de los departamentos de la capital mendocina. Salvatore estudió medicina en Córdoba y luego trabajó en el Hospital Rawson de esa ciudadMilitante de Montoneros, fue arrestado en 1974 acusado de haber participado en un asalto al cuartel de Bell Ville. En 1975, Paolo y su familia se fueron a vivir a Córdoba para poder así ir a visitar a Salvatore a la cárcel donde estaba. Pero después del golpe del 76 las cosas se pusieron muy mal. Le escribieron al abuelo que vivía en Sicilia, y él le mandó el pasaje a Paolo porque ellos no tenían como pagarlo. Eso fue en 1978. En Sicilia vivían sus primos y tíos, que eran militantes del Partido Comunista Italiano e hicieron presión para que el gobierno italiano se ocupara. En abril de 1979 dejaron en libertad a Salvatore por ser italiano. Vino a Italia. Estuvo poco tiempo en Sicilia. “La última vez que nos vimos fue en febrero del 1980. Después él se fue primero a España, luego a México y de ahí trató de entrar clandestinamente en Argentina”, contó Paolo. En octubre de 1980 Paolo recibió una llamada telefónica de una compañera de Salvatore que le dijo que habían agarrado a su hermano. Hicieron denuncias de todo tipo, incluso ante Naciones Unidas. Pero no se supo más nada.

Por su parte, Jorge Ithurburu, presidente de “24 de marzo”, una organización no gubernamental que se ocupa de derechos humanos y contribuye con los familiares que están haciendo juicios contra militares latinoamericanos en Italia, estuvo hoy también presente en Sicilia. “Estamos colaborando con el Equipo Argentino de Antropología Forense y estamos muy contentos por esta iniciativa de la cancillería argentina. Después de esta primera extracción de sangre en la campaña italiana seguirán otras. Tenemos nueve familiares inscriptos para hacer el análisis en distintos ciudades de Italia. Nuestro trabajo es localizar a los familiares y ponernos en contacto con el consulado. Para hacer esta campaña de localización de familiares necesitaríamos más ayudas de los municipios italianos y de los consulados italianos en Argentina porque muchas familias de desaparecidos están en parte en Italia y en parte en Argentina. No es solo un tema argentino. Es también italiano”, dijo Ithurburu a PáginaI12.

Tanto la cónsul Tito como Ithurburu recordaron cómo salieron a relucir los casos de desaparecidos italianos en Argentina. Hay que recordar “dos hechos significativos –dijo la cónsul– Primero, la publicación en 1982 en la primera página del diario Corriere della Sera, de un listado de 297 italianos, de entre 17 y 29 años desaparecidos en Argentina desde 1976. Publicación realizada sólo pocos días después del descubrimiento –por parte del entonces incipiente EAAF– del primer cementerio clandestino de víctimas del terrorismo de Estado. Segundo, la presentación de un habeas corpus colectivo que realizó el abogado del Consulado italiano en Buenos Aires el 7 de enero de 1983 por 45 ciudadanos nacidos en Italia y su denuncia de la desaparición de 617 italianos, según los datos recogidos en esos años por los consulados italianos en Argentina”.

Ithurburu aclaró que a los 45 italianos se agregaron otros 20 en estos años, gracias al Archivo Nacional de la Memoria, llegando a un total de 65 italianos sin localizar. Pero hay que decir que hay otros ciudadanos que no están en esa lista porque no son italianos sino argentinos, pero sus familiares viven en Italia y podrían plegarse también a esta campaña.

Osvaldo Benito Martel con dos condenas a perpetua y Alberto Jose Bazan acusado en la Megacausa III murieron en Mayo.

El defensor oficial Esteban Chervin informó , el 21 de mayo de 2021 , al Tribunal Oral Federal en lo Criminal de San Juan el fallecimiento en el mes de mayo de los acusados por Delitos de Lesa Humanidad en la Megacausa III Alberto José Bazan y Osvaldo Benito Martel. Ambos habian sido beneficiados con la detención domiciliaria desde hace un largo tiempo

ALBERTO JOSE BAZAN

Falleció el 07-05-21. era retirado de la Polic ía de San Juan con el grado de Sub Oficial Mayor, y estaba acusado de Homicidio doblemente agravado por alevos ía y por mediar concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Roberto Guilbert (ar t. 80 inc. 2º y 6º según ley 21.338del C.P.).

Por su participación en el operativo que culmino con la muerte de Guilbert, Bazan fue ascendido en 1976  el decreto N° 2566 Gobernador y Ministerio de Gobierno de la Provincia de San Juan, Alberto V. Lombardi, Capitán de Navio, y Jorge Pérez Ruedi, respectivamente, por medio del cual se promueve al grado inmediato superior a par tir del día 01 de octubre de 1976 por “Mer ito extraordinario” al personal que actúo en el operativo la Rinconada. Al momento de fallecer de Covid   Bazan tenía 70 años y su caso quedó cerrado.

 

EL TAMBOR TORTURADOR

Osvaldo Benito Martel,   cumplía funciones en la Banda de Música del RIM 22, a cargo del Capitán Osvaldo Antonio Regis. El 1º de abril de 1965 tuvo su alta en el Ejército como voluntario 2º C (Corneta) o T (Tambor) y fue destinado a la Banda de Música del RIM 22. El 25 de febrero de 1966 pasó a la Escuela de Logística “Gral. Lemos”, y desde diciembre de 1974 volvió al servicio activo en el RIM 22. El 31 de diciembre de 1975 renovó servicios por otros tres años, luego de ascender . Continuó con sus funciones en el RIM 22 hasta el 1º de enero de 1980, cuando fue trasladado a Regimiento de Infantería 8, en Comodoro Rivadavia, Chubut. De su legajo se desprenden los días que el imputado gozó de licencias y las comisiones en las que participó, pero de su análisis integral observamos que estuvo presente en parte o durante todo el tiempo que se prolongaron los hechos motivo de esta causa. Asimismo, diversos testigos mencionaron su intervención directa en las operaciones de represión de la dictadura militar, en el ilegal aparato organizado de poder, conforme la prueba rendida en el debate oral. En los testimonios fue señalado cumpliendo funciones específicamente en el Penal de Chimbas, en los operativos de secuestro, en los traslados de detenidos, en los interrogatorios y las torturas. Es así que el imputado Martel se comportaba como un miembro activo y permanente del grupo de tareas o “Patota”, que llevó a cabo crímenes contra la humanidad en la provincia de San Juan. A continuación se señalaran alguno de los testigos que ubican a Martel como integrante del grupo de tareas del RIM 22 que llevo adelante la represión ilegal en San Juan. En tal sentido fue mencionado en varias de las declaraciones testimoniales prestadas durante el debate del primer juicio por delitos de lesa humanidad en San Juan, incorporadas por lectura a este debate. Tales como: Virginia Rodríguez (Acta de debate Nº 19); María Cristina Leal, refirió que: “Yo tengo memoria visual y me acuerdo de las camisas a cuadros del Sr. Martel […] que como interrogador supo que en varias ocasiones estaba Martel y a otro que lo acompañaba siempre, que Martel se paraba en la puerta de uno de los pabellones y ellas lo identificaban, que las celadoras también lo nombraban.” Asimismo señaló que en el traslado al aeropuerto que las llevaría a Buenos Aires, estaba Martel, y un pelirrojo de apellido Mello (Acta de debate Nº 36). Además, Leal al prestar declaración testimonial en este debate el día 29 de mayo de 2018, refirió que cuando las llevaban, a ella y las demás detenidas, al penal o al Juzgado Federal vio varias veces a Martel y Páez, que siempre andaban juntos y que se acordaba perfectamente de ellos. Diana Kurban (Acta de debate Nº 36); Gladys Monlas señaló “que Martel le decía que declarara lo que él le dijera, que la manoseaba y le decía que quería tener relaciones con ella, que le decía que la iba a ayudar a salir, que inclusive fue a su casa, que cuando la llevaban a declarar era siempre a la misma pieza, que Martel se identificó con ella y le dijo que la iba a ayudar si declaraba lo que le decía, que no sabe cuántas personas había en el lugar porque el que hablaba era Martel […] que cuando los liberaron Martel fue a su casa y le llevó los documentos, que Martel le había dicho que cuando saliera se tenía que juntar con él para tener relaciones sexuales.” (Acta de debate Nº 28). Además, Juan Bernardo Pereyra nombró a Martel como la persona que lo subió a la camioneta cuando fue trasladado con Montero, Moroy y Fernández y que fue quien dijo que si se movían les meterían un tiro (Acta de debate Nº 27). Contundente resulta el testimonio de Alberto Orlando Rivas, quien mencionó la presencia de Martel en el Penal. Rivas al momento de los hechos que se ventilan en estos autos era un preso común. En este sentido expreso: “que cuando hacía trabajos en los jardines veía pasar a dos personas Olivera y Martel a quienes señala, que estaban advertidos que cuando pasaban tenían que agachar la cabeza por su seguridad, que pasaban y conversaban y ello escuchaban algunas veces, que hablaban del traslado o “carga” cuando se referían a los detenidos por razones políticas, que a Martel le decían el doctor porque pasaba con un maletín […] Que Martel usaba siempre esas camisas a cuadros, está muy cambiado Martel, no así Olivera; ahí escuchábamos conversaciones de traslados o cargas, lo que fue aprendiendo que esos traslados o cargos eran presos políticos, fuimos aprendiendo a descifrar esos códigos. Nosotros le decíamos a Martel “el Doctor” porque siempre llegaba con un maletín negro de ese formato, a quien se veía con eso se le decía “El Doctor”, de ellos recuerdo bien su cara. […] que veía como traían a los presos políticos encapuchados, que una de las conversaciones que escuchó entre Olivera y Martel era que había que blanquear la situación de una mujer en diciembre de 1976, que la tenían que traer del camping de “La Marquesita”, que era Ilda (sic) Díaz” (Acta de debate Nº 9).

Antonio del Carmen Tapia, militar retirado sostuvo en su declaración testimonial del día 28/11/2012 que a Martel lo vio en el grupo de inteligencia que estaba en el penal (Acta de debate Nº 62). Daniel Illanes relató “que al hablar con él Jensen le dijo que tenía conocimiento de un aparato de inteligencia en el que estaba Malatto, Olivera, Cadozo, Vic De Marchi, Martel y Gómez que Jensen habló con Menvielle y le dijo de ese grupo de tareas y éste le habría dicho que no se meta porque respondían directamente del General Maradona, que Gómez era muy amigo de Olivera y Martel tuvo que ver con el traslado” (Acta de debate Nº 7); José Nicanor Casas relató “que también supo que torturaban De Marchi y Gómez, que de todos ellos vio al imputado Olivera y Martel, que como dijo anteriormente tenían información que el Teniente Gómez estaba al frente del Penal.[…] que en una oportunidad entro una persona vestida con uniforme del Ejército a su celda y le llevó su declaración para que la firme, que luego supo que se trataba de Martel” (acta de debate Nº 17). Waldo Eloy Carrizo señaló que cuando se fueron a entregar junto con Bibiano Quiroga al RIM 22, se presentaron en la guardia y se presentó un oficial y otra persona vestida de civil, que Quiroga le dijo que era Olivera. que cuando iban al baño se pasaban información sobre lo que ocurría tanto adentro del penal como fuera del mismo, que la guardia era de Gendarmería de Jáchal y Barreal, que el responsable de todo era Malatto y también estaba Martel, que les ataban las manos y le ponían capucha y los trasladaban a otro lugar del Penal. Que toda su situación dependía de Olivera, Martel y Malatto en San Juan y de Maradona en Mendoza, que las decisiones salían de ese núcleo, que en un rango inferior estaba De Marchi que también se lo mencionaba al frente de algunos operativos (Acta de debate Nº 66). Margarita Camus señaló “en una oportunidad en que el enfermero Vargas le levantó la capucha se le movió un poco la venda lo vio a Martel, que a Vic también lo logró ver y supo su apellido por uno de los intentos de traslado del año 1977. Que a Martel lo vio muchas veces en un patio cercano al pabellón […] que en una oportunidad en una oficina del Penal le dictaron un texto para poder identificar su letra, que de esa  medida participó Martel y Vic, luego se retiró Vic y apareció Malatto, que le seguían poniendo analgésicos inyectables tres veces por día, que el médico del Penal pidió la realización de estudios” (Acta de debate Nº 5). Además, Víctor Eduardo Carvajal lo vinculó al grupo de tareas en su declaración testimonial, sosteniendo en relación a la muerte de su hermano que: “El principal responsable es el grupo de tareas cuya cara más visible es Olivera, De Marchi, Cardozo, Gómez. Pero principalmente Olivera y Martel […] “Que en el Penal le dicen que su hermano estaba allí y que se quedaran tranquilos, que en la guardia los detienen, que Martel era la mano derecha de Olivera, que lo llevan a la Central de Policía y de allí al Penal […] que Martel estaba junto con Olivera todas las veces que su familia fue, que además no tenían ninguna intención de esconder sus identidades.”. Señaló también, que en el hall de entrada del Penal vio a Martel hablando por teléfono el día en que fue detenido junto con Sarasúa, que supone que estaba hablando con algún superior para saber qué medida tomar al verlo, que Martel lo conocía e inclusive lo saludaba en la calle (Acta de debate Nº 9). Jorge Fernando Carvajal, (Acta de debate Nº 8). Otra víctima Enrique Sarasúa sostuvo que a Martel también lo recuerda del Penal porque siempre entraba “a cara descubierta al pabellón en una actitud patoteril, intimidando, el siempre andaba a camisa a cuadro, entraba de civil.” Señaló que en su segunda detención que se produjo en agosto de 1977 volvió a reconocer las voces de Olivera, Malato y Martel en las torturas, en este sentido dijo que “dependiendo de cómo le pusieran y la venda, ayudado con algún movimiento que realizaba, a veces podía alcanzar a observar algo. De esta forma es que pudo reconocer a Martel en una de esas sesiones de tortura” (Acta de debate Nº 33). Rosana Papparelli (acta de debate n° 33); Lida Papparelli (acta de debate n°33); Silvia Pont, refirió que: “a uno de los interrogadores lo ubica luego como Martel, que le hacían saber que conocían su vida y su trayectoria […] Los detenidos hemos armado un cuerpo de gente que estaba permanentemente en el penal. En ese grupo estaba Olivera, Malatto, Martel, Vic, Cardozo, Gómez. A Martel lo tengo grabado en mi cabeza, por su tono, por su violencia, por su forma de hablar, el mismo se presenta […] que Martel estaba esa noche en que la interrogaron y la carearon con Alberto” (Acta de debate Nº 31). Rogelio Roldán señaló “que a Olivera y a Martel los conoció dentro del Penal, [….] que a Martel lo identificó porque en una oportunidad lo dejaron parado solo y él se desplazó hasta un lugar y se sentó, que sintió una presencia, que estaba encapuchado y atado atrás, que sintió que alguien se paró cerca suyo y pudo ver un pantalón negro con un triángulo rojo en las bota mangas y zapatillas negras, que le pegó muy fuerte, que en la noche sintió ruidos en la entrada del pabellón y llegó alguien a su celda, que cuando abrió la puerta era la misma persona con el mismo pantalón y zapatillas, que traía un cuaderno suyo, que lo apoyó al costado de la celda y le preguntó sus datos, que le quedó claro que era él, que le vio la cara, que con su padre lo vieron luego y ahí se enteró que era Martel” (Acta de debate Nº 39). Asimismo, en este debate Rodolfo Arce, en audiencia del día 5/4/2018, quien fuera soldado voluntario de la banda de música, indicó que para el año 1984, por comentarios de colegas de la banda, supo que Martel tuvo participación en la lucha antisubversiva. Otro testimonio brindado durante este debate fue el de Josefina Casado el día 22 de mayo de 2017 quien refirió respecto a su detención, que la custodia estaba a cargo de gendarmería, que eran muy correctos, y que ellos peyorativamente a los militares les decían “ojos de vidrios”, y que eran Olivera, Martel, Cardozo, De Marchi y el teniente Gómez. Que ella recuerda esos nombres de aquella época. Un testimonio importante fue brindado por la señora María del Carmen Costa, en audiencia de debate el día 16 de abril de 2018, quien para el momento de los hechos investigados trabajaba en el servicio penitenciario. Manifestó que había dos pabellones con detenidos políticos, para el lado norte del penal, a cargo de ellos estaba la gendarmería o el ejército. Los de gendarmería se encargaban de la guardia. También hizo mención a que los militares algunas veces iban de uniforme, pero por lo general iban de civil. Costa particularmente, se refirió a Martel, como la persona que manejaba una camioneta que ingresaba al penal y después se llevaba cosas de la panadería o mercadería. El nombre lo recuerda porque las veces que ella hizo requisas, las hacía en el mismo lugar donde estaba el conserje, quien tomaba nota de los ingresos al penal, fue así como tomo conocimiento del nombre de Martel. Además, un dato no menor, que corrobora la presencia del ejército en el penal, es lo señalado por la testigo quien dijo que en el penal, arriba de sus oficinas, personal del ejército tenía su propia oficina. El imputado Osvaldo Benito Martel en este juicio hizo uso de su derecho constitucional de abstenerse de declarar. De las pruebas producidas y valoradas, este tribunal de juicio encuentra suficientemente acreditada la intervención delictiva de Osvaldo Benito Marte en el ilegal aparato organizado de poder que funcionó en la forma de una asociación ilícita, incluso antes del golpe de estado del 24 de marzo de 1976, cuya finalidad era detectar, perseguir, secuestrar, interrogar, torturar, y hasta eliminar físicamente en algunos casos a distintos sectores civiles de nuestra sociedad -denominados comúnmente “elementos subversivos” o “Blancos”- que realizaban actividades o predicas políticas, gremiales, sociales, etc. incompatibles con el pensamiento de las fuerzas armadas de entonces. La intervención del imputado Marte debe ser valorada como de coautor. Esto es, participó personalmente en la ejecución de los hechos de propia mano y en conjunto con otros imputados, en una distribución funcional de los roles y acciones en la “lucha contra la subversión”. De la prueba valorada, surge que Martel se sumó al plan colectivo y delictivo junto a otros imputados para acometer los ilícitos, con la obvia búsqueda de la impunidad posterior, demostrada por el hecho del tabicamiento permanente de las víctimas cuando eran interrogadas y torturadas. A pesar de ello Martel fue visto en todos los tramos en que se ejecutaron los delitos, junto a otros oficiales del RIM 22, por lo cual deviene la afirmación de su aporte como de coautoría. Esta atribución de responsabilidad penal tiene relación con la atribución por autoría directa en algunos casos, en un contexto de división de tareas de la coautoría funcional explicada al inicio de este acápite.

Los delitos por los que fue acusado los cometió en como parte de un plan común con un sentido único, que le era otorgado por la unidad de fin que perseguía el aparato represivo. Es que, los que ejecutaban un hecho de tortura sobre una víctima en particular, no ejecutaban un hecho aislado, sino que se trataba de un fragmento de un hecho más amplio, conformado por la totalidad de las torturas a que se sometía a la totalidad de las víctimas, como parte del plan de aniquilamiento o de exterminio de los “elementos subversivos”, donde la división de tareas es necesaria para la ejecución del plan, de ejecución directa o individual, conjunta o sucesiva. Las premisas precedentes permiten que este tribunal de juicio afirme que el imputado Osvaldo Benito Martel es materialmente responsable, en carácter de coautor, de los siguientes delitos, los cuales concursan materialmente de acuerdo a las reglas establecidas en el art. 55 del C.P: Causa FMZ 82037390/2013 caratulados “C/OLIVERA, JORGE ANTONIO Y OTROS S/Privación Ilegítima de la Libertad agravada (art. 142 inc. 1)” (Causa Compulsa Bustos): violación de domicilio (art. 150 del Código Penal), en concurso material de tres hechos cometidos en perjuicio de: 1) María Ana Erize, 2) María Magdalena Moreno, 3) Ilda Sánchez de Russo; homicidio doblemente agravado por haber sido cometido con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas (art. 80 incisos 2º y 6º del Código Penal) en concurso material de tres (3) hechos, en perjuicio de Marie Ann ERIZE; Daniel RUSSO; Juan Carlos CÁMPORA. Causa FMZ 81037335/2012, caratulados: “C/ OLIVERA, JORGE ANTONIO Y OTROS S/ PRIVACIÓN ILEGAL DE LA LIBERTAD (ART. 144 BIS INC. 1° Y OTROS)” (Causa Ripoll): Violación de Domicilio (art. 150 del Código Penal), por dos (2) hechos cometidos en perjuicio de: 1) MÉNDEZ, Jorge Héctor y 2) SANTANA, Carlos Alberto; Privación abusiva de la libertad agravada por mediar violencias y amenazas (art. 144 bis inc. 1º -conf. ley 14.616- agravado por el artículo 142 inc. 1º, según Ley N° 20.642 del C.P.) por catorce (14) hechos en perjuicio de: 1) Antonio RIPOLL; 2) Josefa Gladys ALVAREZ; 3) Francisco Orlando ÁLVAREZ; 4) Oscar Adolfo FRÍAS; 5) Oscar Washington CARBAJAL; 6) Carlos 863 #24463547#223683195#20181210113413957 Poder Judicial de la Nación TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE SAN JUAN Alberto SANTANA, 7) Humberto Gabriel VARGAS; 8) Gastón DESGENS; 9) Pascual DONOSO; 10) Miguel Antonio SAFFE; 11) Mario Héctor LEVÍN; 12) Estella Inés GORDILLO; 13) María Isabel BOTTA y 14) Juana Elva CASTRO; Privación abusiva de la libertad agravada por mediar violencias y amenazas y por haber durado más de un mes (art. 144 bis inc. 1º -conf. ley 14.616- agravado por el artículo 142 inc. 1º, según Ley N° 20.642 del C.P.) por (20) HECHOS en perjuicio de: 1) Juan Bautista RIPOLL; 2) Jorge Héctor MÉNDEZ; 3) Dante Félix CARBAJAL y 4) Marcial Nicolás SANTANA; 5) Eduardo Segundo RODRIGUEZ; 6) Pedro Emilio LUCERO; 7) Florencio QUIPALTAY; 8) Julio NAUMCHIK; 9) José NAUMCHIK; 10) Carlos Damaso ARNÁEZ; 11) Enrique Armando PICÓN; 12) Juan Carlos GONZÁLEZ; 13) Blas Gerardo ZAPATA; 14) Raúl Dolores ÁVILA; 15) Antonino D´AMICO; 16) Oscar Luis ARGENTO; 17) José Antonio VILLA; 18) Benigno Paz DOMÍNGUEZ; 19) Jesús Ramón GÓMEZ VIEYRA y 20) Néstor Enri PERALTA; Tormentos agravados por condición de perseguido político de la víctima (art. 144 ter 1° y 2° párrafo del C.P., ley 14.616) por treinta y cuatro (34) hechos en perjuicio de: 1) Juan Bautista RIPOLL; 2) Antonio RIPOLL; 3) Eduardo Segundo RODRÍGUEZ; 4) Josefa Gladys ALVAREZ; 5) Francisco Orlando ALVAREZ; 6) Pedro Emilio LUCERO; 7) Oscar Adolfo FRIAS; 8) Jorge Héctor MENDEZ; 9) Gastón DESGENS; 10) Florencio QUIPALTAY; 11) Julio NAUMICHIK; 12) José NAUMICHIK; 13) Carlos Damaso ARNAEZ; 14) Pascual DONOSO; 15) Enrique Armando PICON; 16) Miguel Antonio SAFFE; 17) Juan Carlos GONZALEZ; 18) Blas Gerardo ZAPATA; 19) Mario Héctor LEVIN; 20) Estella Inés GORDILLO; 21) María Isabel BOTTA; 22) Dante Félix CARBAJAL; 23) Oscar Washington CARBAJAL; 24) Raúl Dolores ÁVILA; 25) Antonio D´AMICO; 26) Oscar Luis ARGENTO; 27) José Antonio VILLA; 28) Carlos Alberto SANTANA; 29) Marcial Nicolás SANTANA; 30) Benigno Paz DOMÍNGUEZ; 31) Juana Elva CASTRO; 32) Humberto Gabriel VARGAS; 33) Jesús Ramón GOMEZ VIEYRA y 34) Néstor Enri PERALTA. Causa FMZ 54004077/1975 caratulados: “OLMOS, Cruz Alejandro, MEJÍAS, Darvin Vianor; OLIVERA, Jorge Antonio; DE MARCHI, Gustavo Ramón y otros s/ Privación Ilegal de la Libertad agravada (art. 142 inc. 1)” (Causa Nivoli): Privación abusiva de la libertad agravada por mediar violencias y amenazas y por haber durado más de un mes (art. 144 bis inc. 1º -conf. ley 14.616- agravado por el artículo 142 inc. 1º, según Ley N° 20.642 del C.P.) por 24 hechos, en perjuicio de: 1) NACIF, Enrique Horacio; 2) CASADO, María Josefina; 3) RAVE, Guillermo Bernardo; 4) ZALAZAR, Federico Hugo; 5) GÓMEZ, José Willemz; 6) GARCÍA, Alejandro Washington; 7) PALLERO, Miguel Juan; 8) LEAL, María Cristina; 9) TELLO, Mario Lucio; 10) TELLO, Omar Orlando; 11) MIRANDA, Jorge Antonio; 12) ACOSTA, Oscar Alfredo; 13) RODRÍGUEZ, Virginia Irene; 14) SCILIPOTTI, Susana Hilda; 15) OCHOA, Pedro Rodolfo; 16) MARTÍNEZ, Francisco Leonardo; 17) URQUIZA, Luis Alberto; 18) DOMÍNGUEZ, Carlos Ricardo; 19) DE LOS RÍOS, Jorge Horacio; 20) MONFRINOTTI, Roberto Guido; 21) ASTUDILLO, Carlos Adolfo; 22) MARAMBIO, Jorge Luis; 23) CORREA, Víctor Florencio y 24) MONTENEGRO, Mauricio Saturnino; Tormentos agravados (previsto en el art. 144 ter. 1º y 2º párrafos del Código Penal, redacción según ley 14.616) en concurso real (art. 55 C.P.) por 24 hechos en perjuicio de: 1) NACIF, Enrique Horacio; 2) CASADO de NACIF, María Josefina; 3) RAVE, Guillermo; 4) ZALAZAR, Federico Hugo; 5) GÓMEZ, José Williemz; 6) GARCÍA, Washington Alejandro; 7) PALLERO, Miguel Juan; 8) TELLO, Mario Lucio; 9) TELLO, Omar Orlando; 10) MIRANDA, Jorge Antonio; 11) LEAL, María Cristina; 12) ACOSTA, Oscar Alfredo; 13) RODRÍGUEZ, Virginia Irene; 14) SCILIPOTTI, Susana Hilda; 15) OCHOA, Pedro Ochoa; 16) MARTINEZ, Francisco Leonardo; 17) URQUIZA, Luis Alberto; 18) DOMINGUEZ, Carlos Ricardo; 19) DE LOS RIOS, Jorge Horacio; 20) MONFRINOTTI, Roberto Guido; 21) ASTUDILLO, Carlos Adolfo; 22) MARAMBIO, Jorge Luis; 23) CORREA, Víctor Florencio; 24) MONTENEGRO, Mauricio Saturnino. Causa FMZ 54004604/1976 caratulados: “RODRIGUEZ, José Hilarión; OLIVERA, Jorge Antonio; CARDOZO, Eduardo Daniel; DEL TORCHIO, Juan Francisco y otros s/ Privación Ilegal de la Libertad agravada (art. 142 inc. 1)” (Causa Mazzitelli): Violación de domicilio (art. 150 CP) por 1 hecho en perjuicio de   1) Nelly Fernández; Privación abusiva de la libertad agravada por mediar violencias y amenazas y por haber durado más de un mes (art. 144 bis inc. 1º -conf. ley Nº 14.616- agravado por el artículo 142 inc. 1º y 5º, según ley 20.642 del C.P.) por 17 hechos, en perjuicio de: 1) José Luis Herrero; 2) Vicente Jorge Mazzitelli, 3) Víctor Hugo García, 4) Daniel Horacio Olivencia, 5) Jorge Alberto Bonill, 6) Horacio Bernardo Flores, 7) Gladys Ascensión Sánchez, 8) José Luis Olivarez, 9) Miguel Ibarbe, 10) Florentino Arias, 11) José Rolando Sccading, 12) Luis María Blardone, 13) Marcelo Rodríguez, 14) Lidia Neptalí Otarola, 15) Roque Moyano Herrera; 16) Carlos Esteban Correa y 17) Oscar Silveiro Castillo; Privación abusiva de la libertad agravada por mediar violencias y amenazas por 21 hechos (art. 144 bis inc. 1º -conf. ley Nº 14.616- agravado por el artículo 142 inc. 1º, según ley Nº 20.642 del C.P.): 1) Víctor Hugo García (padre), 2) Horacio Bernardo Flores, 3) María Cristina Recabarren, 4) Susana Beatriz Putelli, 5) Mirta Rosa Mazzitelli, 6) Pablo Miguel Mazzitelli, 7) Laura Andrea Mazzitelli, 8) Susana Manzanares, 9) Clara Narváez, 10) Julio C. Olivarez, 11) Hipólito Galeotti, 12) Emilia Ibarbe, 13) María Antonia Ibarbe, 14) María Ercilia Ormeño, 15) Alicia Arias, 16) Exequiel Arias, 17) Vicente Blardone, 18) Palmira Grisotto, 19) Teresa Montiveros, 20) Jova A. Montiveros, y 21) Ufemia Montiveros; homicidio doblemente agravado por alevosía y por mediar concurso premeditado de dos o más personas (art. 80 inc. 2º y 6º del C.P.) por 17 hechos, en perjuicio de: 1) José Luis Herrero; 2) Vicente Jorge Mazzitelli, 3) Víctor Hugo García, 4) Daniel Horacio Olivencia, 5) Jorge Alberto Bonill, 6) Horacio Bernardo Flores, 7) Gladys Ascensión Sánchez, 8) José Luis Olivarez, 9) Miguel Ibarbe, 10) Florentino Arias, 11) José Rolando Sccading, 12) Luis María, Blardone, 13) Marcelo Rodríguez, 14) Lidia Neptalí Otarola; 15) Roque Moyano Herrera; 16) Carlos Esteban Correa y 17) Oscar Silveiro Castillo. Tormentos (art. 144 ter. 1º párrafo del C.P., ley Nº 14.616) por 2 hechos, en concurso real, en perjuicio de 1) Víctor Hugo García (padre), y 2) Horacio Bernardo Flores. Causa FMZ 54018186/2012 caratulados: “Con motivo de las Actas emitidas por el T.O.C.F. San Juan, DEL TORCHIO, Juan Francisco; GÓMEZ, Daniel Rolando; CARDOZO, Eduardo Daniel S/ Privación Ilegítima de la Libertad Agravada” (Causa Cevinelli): Privación Ilegítima de la Libertad Agravada (art. 144 bis inc. 1º -conf. ley 14.616- agravado por el artículo 142 inc. 1º, según ley 20.642 del C.P.), por UN (1) hecho en perjuicio de Héctor Cevinelli; Tormentos agravados (art. 144 ter. 1º y 2º párrafo del C.P., Ley N° 14.616); por un (1) hecho en perjuicio de Héctor Cevinelli.

MARTEL HABÍA RECIBIDO DOS CONDENAS A RECLUSION PERPETUA, PERO GOZABA DE LOS BENEFICIOS DE LA DETENCION DOMICILIARIA EN EL SUR DEL PAIS. Y TAMBIEN ESTABA ACUSADO EN LA MEGACAUSA III.

ZOOM: ESPERANDO LA SENTENCIA DE LA CORTE DE CASACION DE ROMA

Esperando la sentencia de la Corte Suprema de Casación del Processo CONDOR

Encuentro entre familiares de las víctimas, abogados querellantes, militantes de DDHH y periodistas.

Martés de 8 Junio de 2021,

17.30 hs. (ITA) 12.30 (URU/ARG) – 11.30 (BOL/CHI)
Zoom: https://us02web.zoom.us/j/89842391076
ID de reunión: 898 4239 1076

Proceso de la Sección Penal del Tribunal Supremo de Casación I. norte. 12167/2020 RG- Cass.
Contra García Meza Tejada Luis + 20

Primera audiencia: 24 de junio de 2021 – 10.00 h

Solicitantes:

– Bastoni, – Guzzo, -Milani, – Salucci, – Torti, – Zaccagnini

Abogados civiles (24 de marzo)

– Giancarlo Maniga para los casos Banfi (Uruguay), Viñas (Argentina) y Venturelli (Chile), la Región Emilia-Romagna y el sindicato CGIL

– Arturo Salerni para los Recagno, Sanz, Rio Casas-Enseñat, Moyano y Artigas (Uruguay ), Donato y AFDD (Chile), Stamponi y Campiglia (Argentina), y ASOFAMD (Bolivia)

– Mario Angelelli para los casos Gatti, Sanz (Uruguay) y Donato (Chile)

– Simona Filippi para los casos Maino (Chile) , Artigas y Zaffaroni Islas (Uruguay

– Nicola Brigida por el sindicato UIL

– Alicia Mejía por el caso Donato (Chile), Banfi, Sobrino y Sanz (Uruguay)

– Dario Piccioni por el caso Donato (Chile)

– Gianluca Luongo por el caso Donato (Chile) y el caso Sanz (Uruguay)

– Alessia Liistro por los casos Campiglia y Stamponi (Argentina) y Gómez Rosano (Uruguay)

 

Las víctimas del rugby de la guerra sucia de Argentina muestran que el deporte no puede evadir la política

Una nueva novela, The Silenced, cuenta la historia de la escuadra de La Plata aniquilada en los años previos al Mundial de fútbol de 1978.

Decenas de libros de deportes llegan a mi escritorio cada año. Sin embargo, pocos han tenido la fuerza de The Silenced, una historia extraordinaria que finalmente se publicó en inglés la semana pasada. Cuenta la impactante historia real de lo que sucedió cuando uno de los mejores equipos de rugby de Argentina desafió al estado. Cualquiera que todavía crea el engaño cobarde de que el deporte y la política no deberían mezclarse debería leerlo y arrepentirse apresuradamente.

Comienza con una entrevista a Raúl Barandiarán, único superviviente del primer equipo de rugby de La Plata 1 ° XV de 1975. Cada uno de sus 20 compañeros, escribe el autor italiano Claudio Fava, fueron asesinados: “baleados, asesinados, ‘desaparecidos’ , en un intento de arrancar de raíz a una generación, a todo un escuadrón ”.

Este no era un equipo ordinario. La Plata, con sede en un suburbio costero de Buenos Aires, era uno de los clubes líderes en Argentina. “Eran un buen grupo de muchachos”, dice Barandiarán. “Lo mejor, fuimos imbatibles en siete. Pero nunca nos llamaron a la selección nacional. El rugby es un deporte de derecha en Argentina y nosotros estábamos de izquierda ”. Y estar en la izquierda durante la “guerra sucia” en los años 70 y principios de los 80, cuando 30.000 personas sospechosas de oponerse al gobierno fueron torturadas, asesinadas o desaparecidas, era un lugar peligroso.

El primero en ser asesinado, el Viernes Santo de 1975, fue el medio scrum Hernán Rocca, que había decidido quedarse en casa mientras la mayor parte del equipo giraba por Europa. “Una noche lo siguieron a casa después del entrenamiento”, dice Barandiarán del grupo paramilitar Triple A (Alianza Anticomunista Argentina). “Lo detuvieron en el camino y lo asesinaron allí mismo en la Carretera Panamericana. Le pusieron 19 balas ”. Tenía 21 años.

Para el próximo partido de La Plata contra Champagnat, Fava relata cómo el club guardó un minuto de silencio por Rocca que se extendió hasta 10. Fue un acto de duelo que se convirtió en un peligroso acto de desafío.

La novela de Fava se basa en hechos pero, como The Damned United, ficcionaliza muchas escenas. “Un minuto puede prolongarse toda la vida, tan prolongado como una muerte lenta”, escribe. “Abajo en la hierba, nadie se movió. En las gradas, nadie volvió a sentarse. Todos permanecieron inmóviles, congelados, con los brazos a los lados, el balón olvidado. Todos esperaron a que pasara un poco más de tiempo, porque un minuto era demasiado corto … demasiado corto para esa miserable muerte con el alambre de metal envuelto alrededor de sus muñecas y el cañón de la pistola presionado en la parte posterior de su cabeza “.

El silencio puso el foco en la escuadra del equipo, muchos de los cuales pertenecían a grupos comunistas. Y a partir de 1976, cuando asumió el mando el general Jorge Rafael Videla, las cosas empeoraron aún más.

Tres miembros del equipo, Otilio Pascua, Pablo Barut y Santiago Sánchez Viamonte, fueron secuestrados juntos. Un mes después, se descubrió el cuerpo de Pascua, estudiante de arquitectura y miembro del Partido Comunista. “Su cuerpo fue encontrado flotando en el Río de la Plata, hinchado más allá del reconocimiento por el agua, los brazos fuertemente atados, las manos cortadas, una bala en la cabeza”, dice Barandiarán. Como miles más, Pascua había sido arrojado de un avión. Pero 15 de los 20 de La Plata que desaparecieron nunca han sido contabilizados.

“Cada muerte abría otra herida, un nuevo horror, otra laceración del alma”, escribe Fava. Sin embargo, increíblemente, el equipo continuó jugando, a pesar de verse obligado a presentar jugadores del equipo juvenil. Incluso rechazaron un plan de su entrenador, Hugo Passarella, para organizar una fuga del equipo a través de una gira por Francia.

Si bien la historia de La Plata se ha filtrado lentamente en Argentina, en Europa apenas se conoce. Es un recordatorio, en una semana en la que los jugadores de los Países Bajos, Noruega y Alemania usaron camisetas para protestar contra los derechos humanos en Qatar, y los manifestantes instaron a Mars Wrigley a retirar a Snickers de ser el chocolate oficial de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, de cómo el deporte y la política está entrelazada.

Cuanto más aprendes de la historia a través del testimonio de testigos, en el sitio web de Desaparecidos y el video granulado de los jugadores con su uniforme color canario de los años 70, atacando y atacando sin cuidado en el mundo , más poderoso e impactante se vuelve. .

La hermana de Rocca, Araceli, por ejemplo, está obsesionada al imaginar el momento en que fue secuestrado, asesinado y su cuerpo arrojado a la carretera. “Estaba obsesionada con pensar en cómo lo habías vivido, cómo habían sido tus miedos” , escribe . “¿Temblaste? ¿Lloraste? ¿Pediste que no te mataran? ¿Sentiste el terror de la impotencia? “

Hacia el final del libro Fava, cuyo propio padre fue asesinado por la mafia siciliana, intenta encontrar un método en la locura. “No era el destino lo que estaba detrás de la violencia, sino una mentalidad retorcida, la sensación oscura y desoladora del poder, la codicia y la sed de unos pocos, su deseo de impunidad”, decide. “En esto, el presidente Jorge Videla y Benedetto Santapaola, el jefe de la mafia condenado por el asesinato de mi padre, tienen similitudes”.

El último jugador de La Plata fue secuestrado y declarado “desaparecido” apenas tres días después de la victoria de Argentina en el Mundial de fútbol de 1978. Pero el mundo miraba para otro lado. No es de extrañar que Fava escriba que el torneo fue la “joya de la corona de la máquina de propaganda de la junta”. Eso, tal vez, ofrece más elementos en los que pensar. ¿Unos Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing o una Copa del Mundo en Qatar, alguien?

LA HISTORIA DE LOS DESAPARECIDOS DE LA PLATA RUGBY CLUB – LA HISTORIA DE MI VIEJO

https://www.theguardian.com/sport/2021/apr/05/rugby-argentina-dirty-war-la-plata-1978-world-cup

 

Argentina envía kits de prueba de ADN a embajadas para encontrar víctimas de la junta. La medida amplía la campaña para nombrar a 30.000 ‘desaparecidos’ y asesinados por el régimen militar después del golpe de 1976

Abuelas de Plaza de Mayo y otros manifestantes en Buenos Aires exhiben retratos de argentinos desaparecidos bajo el régimen militar. Ahora se están utilizando pruebas de ADN para ayudar a identificar los restos de las víctimas.
Abuelas de Plaza de Mayo y otros manifestantes en Buenos Aires exhiben retratos de argentinos desaparecidos bajo el régimen militar. Ahora se están utilizando pruebas de ADN para ayudar a identificar los restos de las víctimas. Fotografía: Eitan Abramovich / AFP / Getty

 en Sicilia y  en Buenos Aires

El gobierno argentino ha enviado miles de kits de pruebas de ADN a sus consulados en todo el mundo en un esfuerzo pionero para poner nombres a las víctimas no identificadas asesinadas en la “Guerra Sucia” librada por la brutal dictadura militar hace cuatro décadas.

El mes pasado, las autoridades argentinas, en colaboración con la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, el movimiento Abuelas de Plaza de Mayo e investigadores del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), lanzaron su campaña internacional Derecho a la Identidad, comprometida a poner un nombre a todas las mujeres, hombres y niños asesinados por la junta militar en Argentina en los años setenta y principios de los ochenta.

Después del golpe de 1976, los militares argentinos se dispusieron a aplastar sistemáticamente a cualquier oposición potencial y, finalmente, “desaparecieron” y asesinaron a 30.000 personas, casi todas civiles no combatientes desarmadas.

Una ilustración de restos humanos de una fosa común por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), algunas de las 30.000 víctimas estimadas de la “Guerra Sucia” de Argentina.
Una ilustración de huesos humanos de una fosa común analizada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Solo se han identificado unos 1.000 restos de las víctimas de la dictadura. Fotografía: Daniel García / AFP / Getty

Los abusos cometidos contra los ” desaparecidos  en la Guerra Sucia de Argentina han causado un profundo trauma en la psique argentina. Las prisioneras embarazadas se mantuvieron con vida hasta que dieron a luz y luego fueron asesinadas . Al menos 500 bebés fueron separados de sus padres mientras estaban en cautiverio y entregados a parejas de militares sin hijos para que los criaran como si fueran suyos.

La tarea de identificar a las víctimas de la dictadura es hercúlea, comenzando por descubrir dónde los militares enterraron los cuerpos de sus víctimas.

Después del regreso de la democracia, se descubrió que muchas víctimas estaban escondidas en fosas comunes sin nombre, algunas en cementerios municipales. Otros fueron arrastrados a las playas de Argentina después de que fueron drogados y arrojados al Océano Atlántico desde aviones en macabro“Vuelos de la muerte” organizados por los militares.

El año pasado, el EAAF, que fue nominado al premio Nobel de la paz en 2020, inició una campaña para identificar unos 600 restos recuperados en los años posteriores a la guerra y que se cree que son personas “desaparecidas” por la junta. Sin embargo, sus esfuerzos se han visto frustrados por la falta de datos genéticos.

Ahora, la búsqueda de las familias desaparecidas se ha extendido internacionalmente con el gobierno instruyendo a las embajadas y consulados argentinos en todo el mundo para ayudar a encontrar a los familiares desaparecidos que podrían proporcionar ADN para ayudar con la identificación.

Los primeros kits de recolección de ADN llegaron hace dos semanas al consulado general argentino en Roma.

Se espera que las pruebas en Italia revelen muchas de las identidades faltantes. Cientos de miles de italianos emigraron a Argentina a finales del siglo XIX y principios del XX y casi 700.000 argentinos tienen doble ciudadanía. Muchos italianos también viajaron a Argentina durante la dictadura militar para unirse a la resistencia contra el régimen de extrema derecha. En octubre de 1982, el periódico italiano Corriere della Sera publicó una lista de 297 italianos de entre 17 y 29 años que desaparecieron en Argentina.

Maco Somigliana, quien ha sido miembro del equipo del EAAF desde 1987, dijo: “Hemos podido identificar alrededor de 1.000 restos de víctimas de la dictadura argentina. Hay 75 italianos reportados como secuestrados durante la dictadura y hemos podido identificar positivamente a cinco de ellos hasta ahora ”.

The Guardian ha visto una lista oficial de 45 desaparecidos de origen italiano, que aún no han sido identificados. La búsqueda de sus familiares, que ya ha comenzado, estará a cargo de dos consulados argentinos en Italia, que recogerán ADN en Italia, Albania, Malta y San Marino.

Madres de los Desaparecidos protestan en Argentina durante la primera marcha contra la dictadura argentina en 1981.
Madres de los Desaparecidos protestan en Argentina en la primera marcha contra la dictadura en 1981. Fotografía: Eduardo Longoni / Corbis / Getty

Aquellos que crean que pueden ser familiares de desaparecidos tendrán que dar una muestra de sangre para poder rastrear el ADN mitocondrial. La gota de sangre, extraída y recogida en un contenedor especial, será enviada luego en vuelo diplomático a Córdoba en Argentina, donde tiene su sede el laboratorio forense del EAAF.

Ana de la Paz Tito, cónsul general de Argentina en Roma, dijo: “Con la ayuda de la ciencia, Argentina ha fortalecido su camino hacia la búsqueda de la verdad. Los huesos pueden hablar. La ciencia puede hacer hablar a los huesos.

“El derecho a identificar los cuerpos de los desaparecidos , sus hijos, es un derecho fundamental, como la libertad, la salud, el trabajo y la educación. Este derecho, en mi país, había sido violado por el propio Estado. Y esa tragedia nos empuja a los argentinos, hoy, a llevar la verdad a esas víctimas y sus familias. Porque la verdad nos ayuda a incrementar nuestra memoria colectiva y evitar la repetición de estas tragedias ”.

Una vez identificados los restos, serán devueltos a sus familiares. Este trámite es gratuito y confidencial y habrá una indemnización económica para los familiares de las víctimas.

Jorge Ithurburu, presidente de la organización de derechos humanos con sede en Roma 24 Marzo , que toma su nombre de la fecha del golpe, dijo: “Es importante identificar a estas personas, el entierro es un derecho de todos, pero también es una forma para permitir que los familiares, que han vivido durante décadas en una especie de limbo, lloren a su ser querido.

“La idea es que estas personas dejen de ser desaparecidos y que les demos un nombre, les hagamos justicia y que finalmente podamos averiguar la causa de su muerte”, dijo.

Encontrar e identificar los cuerpos es una tarea que requiere paciencia.
Azucena Villaflor, fundadora de las Madres de Plaza de Mayo, grupo de madres de los “desaparecidos” que se enfrentaron a la junta militar exigiendo conocer el destino de sus hijos, fue ella misma secuestrada y arrojada al Atlántico en diciembre de 1977.
Villaflor’s Poco después, el cuerpo apareció en una playa lejana y fue escondido por la policía local en una tumba sin nombre. No fue hasta 2003 que se certificó el asesinato de Villaflor después de que el equipo de Somigliana descubrió el lugar donde la policía la había enterrado en secreto.

Desde entonces, el EAAF ha aplicado las habilidades adquiridas en Argentina en otros lugares, identificando víctimas de ejecuciones sumarias y genocidio en todo el mundo, en Bosnia-Herzegovina, África, México y Asia, incluida la identificación del cuerpo del Che Guevara, el revolucionario cubano-argentino. , en Bolivia. También participaron en el caso de los 43 estudiantes masacrados en 2014 en la guerra contra las drogas en México a pedido de los familiares de las víctimas.

https://www.theguardian.com/global-development/2021/may/28/argentina-sends-dna-test-kits-embassies-find-juntas-disappeared-victims

JUICIO POR LA APROPIACION DE LA HIJA DE LOS DESAPARECIDOS MOYANO-POBLETE

AUDIENCIA 6 / “ENGENDRAR EL AMOR ERA TAMBIÉN UN ACTO REVOLUCIONARIO”

21-5-2021 | Declararon Beatriz García y Ana Montenegro, amigas y compañeras de María del Carmen Moyano. “Betty” García, del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), refirió las pistas que recibió la organización sobre el paradero de la bebé apropiada. Montenegro dio detalles de la vivienda que ella y Daniel Olivencia compartieron con Carlos y Pichona en San Juan, en 1975, y su último encuentro con María del Carmen —embarazada— a principios del 77. La próxima audiencia será el viernes 4 de junio a las 9:30.

Ambas declaraciones fueron extensas y detalladas. Las testigos recordaron conmovidas a Pichona y Carlos y le dirigieron palabras a su hija Miriam.

Beatriz García: juventud y militancia junto a “Pichona”

Beatriz García es docente jubilada e integrante del MEDH. Coordina además el grupo Memoria e Identidad “Pichona” Moyano. Comenzó su declaración señalando que le interesaba fundamentalmente que Miriam y su hijo supieran quién y cómo era Pichona: “Guardo el mejor de los recuerdos de mi parte de la vida compartida con ella”. Según García, la mujer era solidaria y “llana”: “No le gustaba hacerse notar. Hacía las cosas que le correspondían, pero sin esperar reconocimiento”, recordó.

Se conocieron en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Maza en 1972. Allí coincidieron como alumnas y luego en el Centro de Estudiantes. Más tarde comenzaron a participar de Juventud Peronista 17 (JP 17). Entre 1972 y 1973 militaron en el barrio San Martín en el marco de la labor encarada por “Macuca” Llorens en esa comunidad. Allí el grupo repartía comida y ropa, además de entregar medicamentos que conseguían de forma gratuita. Juan Basilio Sgroi, presidente del Centro de Estudiantes —ya recibido— era el encargado de supervisar la tarea.

Asimismo, Beatriz y María del Carmen trabajaron juntas en la guardería del Campo Papa, “que aún hoy es un lugar de mucha vulnerabilidad”. Se bajaban del micro y debían caminar una gran distancia. Un día de invierno las acercó un camión. Al hombre le pareció peligroso lo que hacían: “Le explicamos que la gente del barrio no era mala, que tenían necesidades. Que nuestra función en la guardería era permitir que sus padres y madres pudieran ir a trabajar”. García recordó la imagen de Pichona con los niños y las niñas sobre su falda, con las caras sucias y paspadas del frío. Ella se las limpiaba y les colocaba crema.

Beatriz García

Otro recuerdo importante fue el viaje a Ezeiza para recibir a Perón, el 20 de junio de 1973: “El clima era de gran algarabía. Una de las personas que le daba alegría a la situación era Pichona. Disfrutamos mucho ese viaje, fue una experiencia maravillosa”. A esa altura se habían hecho muy amigas. Llegaron a Ezeiza caminando desde el Club Vélez, donde se alojaban: “Estábamos muy cerca del escenario”. Luego “se armó un terrible tiroteo” y terminaron cuerpo a tierra: “Con Pichona estábamos tiradas en el suelo, tomadas de la mano”. Se retiraron cuando supieron que Perón había aterrizado en una unidad militar. Recién tuvieron conciencia de la matanza al llegar a sus hogares. Sus familias estaban muy asustadas.

Las dos amigas compartieron vacaciones y viajes a Buenos Aires: “La profundidad de mi relación con Pichona se fue afianzando”.

En octubre de 1973 comenzaron a trabajar en la Dirección de Tránsito y Transporte, donde ingresaron de la mano de Sgroi, designado en la repartición por Martínez Baca. Según la testigo, Pichona era muy querida y es muy recordada por el resto del personal.

Mientras se desempeñaban en esta dependencia, en 1974 o principios de 1975, Moyano fue secuestrada cuando esperaba el micro: la subieron a la fuerza a un vehículo, la golpearon y la arrojaron maniatada y amordazada en el pedemonte. Una vez desatada pidió ayuda y consiguió que la acercaran a su casa. Al día siguiente fue a trabajar normalmente, “como si nada hubiera pasado”, pero sus compañeras vieron los raspones y moretones. Tiempo después le confesó a Beatriz lo que había sucedido. “Nunca supimos quién había sido. Ya en esa época estaban a pleno el Comando Pío XII y el CAM [Comando Anticomunista Mendoza]”.

Aunque la testigo dejó la militancia en la JP luego de la muerte de Perón, a fines de 1974,   ella y Pichona siguieron viéndose. El 4 de abril de 1975 se encontraron en el cine de la Galería Tonsa. Su amiga le contó que esa tarde habían hecho un acto relámpago en la rotonda del avión, donde arrojaron “bombas panfleteras”. Sobre este suceso existen notas periodísticas. Pichona había logrado escapar de la Policía y temía por los demás compañeros. Beatriz ofreció llevarla hasta su vivienda en Godoy Cruz. Cuando se aproximaban a la esquina —calle Paraná— notaron un operativo y numerosos vehículos policiales o militares. La testigo sugirió que Pichona se fuera con ella, pero prefirió bajarse en la calle San Martín. Dos días más tarde allanaron también la casa de García aunque no estaba presente.

Supo después que María del Carmen había estado con una compañera antes de partir a San Juan. Las hermanas de Carlos le contaron que Pichona llegó a esta provincia “con lo puesto”.  El día del cine fue la última vez que la vio en la legalidad. Como consecuencia de estos episodios su amiga se vio obligada a pasar a la clandestinidad. No obstante, la familia Moyano concertó algunos encuentros más entre ellas, que se produjeron entre abril del 75 y marzo del 76, momento en que Beatriz fue detenida.

“Un día me llamó su hermana Adriana y me citó en la estación del Ferrocarril. No pregunté. Fui con bastante miedo. Llegué y vi el auto de don ‘Pancho’ Moyano, gran hombre, incondicional con su hija”. Habló con Pichona sentada en un banco: “Nos juntábamos para vernos y saber que estábamos bien”.

En 1976 García estuvo presa. Al salir en libertad montó una mercería para sobrevivir. Allí recibió la visita de un hombre alto y morocho: era Carlos Poblete. Se presentó como “el compañero de Pichona” y trató de tranquilizarla asegurando que a él no lo conocían. “Carlos se fue y pensé que era un sueño. Me contó que Pichona estaba embarazada y que estaban muy felices. Le regalé escarpines. Solamente sé que Miriam no los usó”.

En 2002 la testigo se encontró con Eduardo Becerra, compañero de militancia y de la Dirección de Transporte, quien la contactó con Adriana Moyano, hermana de Pichona. Las dos mujeres se hicieron amigas. Desde entonces, todos los 24 de marzo y los 9 de mayo —cumpleaños de María del Carmen— se reúnen para recordarla. A partir de este reencuentro la testigo pudo “reconocer” que Pichona estaba desaparecida y, por tanto, fallecida: “Mi intelecto lo sabía, pero yo no lo podía aceptar”, explicó.

Alejandro Piña, presidente del tribunal

García no ignoraba el derrotero de la pareja —primero en La Perla y luego Pichona en la ESMA— y el nacimiento de la niña. Pudo acercarse a testimonios como el de Teresa Meschiatti y tuvo acceso a un habeas corpus que Francisco Moyano y otras familias presentaron a favor de mujeres detenidas y sus bebés apropiados. En el documento se relataba que Pichona había estado un mes “tirada en el suelo”, encapuchada y engrilletada, en lo que se conocía como “capucha”. Después fue trasladada a una habitación sin luz ni ventilación donde al poco tiempo se sumó Ana Rubel. Cuando tuvo contracciones la bajaron a la enfermería y la atendió el médico Magnacco. Pichona había pedido a gritos la presencia de Sara Solarz de Osatinsky, que asistió como partera a algunas detenidas. El ruido de los grilletes de Sara era insoportable para la embarazada. “En esa situación de horror, de locura y de muerte nació Miriam —declaró— que es la hija de Pichona y que ha sido víctima del delito de apropiación y supresión de identidad por cuarenta años”. Luego del parto, continuó, a Pichona la llevaron de nuevo a esa habitación. Miriam estuvo siete y ocho día con su mamá, quien posiblemente la amamantó: “Esa es una marca que no se pierde”. Poco después dio a luz Ana Rubel y regresó con Jorge, su hijo. Estuvieron dos días hasta ser retiradas, seguramente con destino a un “vuelo de la muerte”, aventuró.

La testigo se sumó al MEDH porque siempre estuvo muy interesada en la búsqueda de Miriam. Trabajó muchos años en el área de identidad. En noviembre de 2005 una compañera de trabajo, también docente, pidió hablar con ella: era Blanca Haydée Bustos, vinculada a la familia Fernández. La mujer le contó que en el invierno de 1977 la pareja imputada la visitó con una bebé pequeña aunque no tenían una relación cercana. Bustos sabía que la niña no podía ser hija de Luffi porque había dado a luz hacía poco a uno de sus hijos. Sin embargo, sostuvo que era suya. La docente ccomentó además que desde hacía mucho tiempo en la familia se rumoreaba que Miriam era “hija de desaparecidos” y que Fernández tenía “una hija apropiada”. “Quiso contármelo a mí para descargarse, para ver si podía hacer algo”, explicó Beatriz. Cuando Miriam recuperó su identidad, se reunieron Bustos y Adriana Moyano en casa de la testigo.

El MEDH procedió a investigar manteniendo la identidad reservada —por diecisiete años— a pedido de la mujer. En 2010 llegó otro testimonio, por correo. Firmaba Sofía Sande y decía ser prima de Miriam. En el mensaje aseguraba que “conocía esta situación y le incomodaba” y quería hacerlo saber, pero el MEDH no pudo concretar una reunión personal. Sande se excusaba porque temía dañar a Miriam. Beatriz se dirigió a ella: “Sofía, ya sabemos quién es Miriam”.

La testigo relató que a instancias de un grupo de jóvenes se armó una organización para recuperar las vidas de las personas desaparecidas en y de Mendoza a la que llamaron “Memoria e Identidad – Grupo ‘Pichona’ Moyano”. En 2016 grabaron un spot con Jorge Rubel —hijo de Ana Castro de Rubel—, nieto recuperado 116, en el que le hablaba a Miriam. El grupo publicó después el libro Juraría que te vi. El texto contiene una biografía de Pichona y otras historias de personas desaparecidas: “Se lo dedicamos especialmente a Miriam y a su hijo Maxi”. Beatriz también les dedicó su testimonio: “Todo ese grupo de gente que fuimos compañeros y amigos de Pichona, los queremos. Ansiamos poder abrazarlos (…) soñamos con un gran asado”.

Por último, planteó que no podía entender cómo una criatura nacida en la ESMA había llegado a manos de un policía del Departamento de Informaciones (D2). Tampoco se conoce dónde estuvieron Carlos y Pichona desde enero de 1977, cuando partieron de Mendoza, hasta abril o mayo, fecha en que ingresaron a La Perla: “¿Huyendo? ¿en el D2?”, se preguntó. “Sabemos, suponemos, que el apropiador conocía a Pichona y a su familia. Mendoza es una ciudad pequeña”.

Cuando concluyó la declaración, fiscalía y querella solicitaron que se citara a Blanca Haydée Bustos, Sofía Sande, Teresa Meschiatti y Jorge Castro Rubel para brindar testimonio en el debate. Se propuso incorporar como prueba el correo electrónico que recibió el MEDH y el libro Juraría que te vi. Viviana Beigel, abogada de Abuelas de Plaza de Mayo, ofreció también la declaración de Alicia Lo Giúdice, psicóloga de esta organización, de acuerdo con la sugerencia de Beatriz García.

Defensor oficial Santiago Bahamondes

Luego de consultar con los imputados, el defensor oficial Santiago Bahamondes mostró conformidad. El abogado particular de Iris Luffi, Mariano Tello, cuestionó la pertinencia de la prueba documental mencionada y se opuso a convocar a Lo Giúdice, Meschiatti y Rubel. El tribunal deberá resolver.

Defensor particular Mariano Tello

Ana Montenegro: “Carlitos y Pichona se hacen presentes a través de esta niña”

La segunda testigo de la fecha fue Ana María Montenegro, quien conoció a María del Carmen Moyano y a Carlos Poblete. El testimonio estuvo marcado por el recuerdo de “’Pichona’ y Carlitos”, su compromiso militante, social y humanitario; y por la búsqueda de respuestas ante la apropiación de la hija de la pareja: “Siento que es a través de esta niña que podemos traer a la memoria quiénes fueron Carlos y Pichona”, consideró.

Antes del golpe, Ana militaba en la Juventud Universitaria Peronista en Mendoza con su compañero, Daniel Olivencia. Durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, Daniel fue víctima de un secuestro a manos de la Policía Federal y desde Montoneros evaluaron la posibilidad de trasladarlo a San Juan a principios de 1975. Ana se mudó con él dos meses después.

Declara Ana Montenegro

En esa provincia vivieron en una casa en la localidad de Rawson: Daniel, en la clandestinidad; pero Ana, no. Poco tiempo después, alrededor de junio del 75, llegaron Carlos Poblete y María del Carmen Moyano, a quien “cariñosamente le decíamos ‘Pichona’”. Las dos parejas compartieron los últimos meses del embarazo de Ana. Victoria, su hija, nació el 10 de septiembre de ese año en el hospital de Rawson.

Al día siguiente fueron retiradas por la madre de Ana y volvieron a la casa. “Cuando yo volví a la casa con Victoria, que era una nena realmente preciosa, Carlitos era una persona sumamente afectiva con la Vicky. Le decía ‘la Peta’”, sobrenombre cariñoso con el que la llamaron mucho tiempo. Carlos jugaba y cantaba con la niña.

La testigo contó que, a fines de 1975, debieron mudarse por razones de seguridad a la calle 9 de Julio —también en San Juan—, mientras que Carlos y Pichona se fueron a otro lugar cuya ubicación Ana ignora. En junio del 76, Ana volvió a Mendoza con su hija y en noviembre de ese año Daniel fue secuestrado en la calle El Líbano de Rawson. Carlos iba con él, pero logró evadir el operativo y escapó. Después de este evento, Carlos y Pichona se fueron de San Juan y Ana nunca volvió. Gracias al enlace con la mamá de Ana, él le hizo llegar a la testigo el documento de identidad de Daniel y ella se lo dio a la madre de su compañero.

Con Pichona y Carlos se volvieron a ver por última vez a principios de 1977, en un departamento de la calle Juan B. Justo de Mendoza. Pichona estaba embarazada y ella le dio algunos vestidos que le podían servir. “Tengo ese recuerdo vívido de Pichona con su panza, muy conmovida porque quería ver a la Vicky”, manifestó Montenegro. El 21 de marzo de ese año allanaron violentamente ese departamento: “Lo revientan, lo demuelen”, precisó la testigo. El alquiler estaba a nombre de Guillermo Salatti, futuro marido de Ana Montenegro, y tuvieron que pagar todos los daños ocasionados.

Ana reflexionó: “Me interesa poner de manifiesto quiénes fueron Carlos y Pichona y qué significa el hecho del amor, de la pareja, de maternar en un lugar tan terrible… Haber parido a esta niña en la ESMA, que para todos nosotros es el mismo corazón del horror”. Y es a través de aquella niña —que hoy es una mujer— que se trae el juicio la historia de su mamá y de su papá: “A través de ella se reconstruye la historia”, aseguró Ana.

La testigo encuentra una analogía entre la historia de Pichona y la suya: “No puedo dejar de ver en paralelo lo que ha sido mi vida y la vida de mi hija que, a pesar de toda la adversidad, pudo criarse conmigo. A pesar de la desaparición física de su papá hemos podido construir un lugar de amor para ella (…) Como madre, como alguien que vivió circunstancias tan parecidas, no puedo dejar de conmoverme en el sentido de lo que ha sido la historia de Pichona. La suerte mía pudo haber sido la suerte de Pichona y la suerte de Pichona pudo haber sido la mía”. Y la extendió hacia Victoria y Miriam: “Hoy hay dos hijas que entrelazan estas historias. Victoria porta la historia de su papá desaparecido y Miriam porta la historia de su mamá y de su papá desaparecidos. Desde el corazón de madre, de mi cabeza militante, quiero decirle a Miriam que siempre tiene un lugar con nosotros, de amor y de cuidado”.

Ana Montenegro destacó la figura del padre de Pichona, “Don Pancho” Moyano, a quien conoció en sus visitas a San Juan. Como otros testimonios, remarcó que Francisco fue un hombre que “luchó hasta el último día de su vida por encontrar a esta niña”, como también Adriana Moyano y Elsa Poblete.

Francisco Moyano buscó en todos los lugares posibles, recorrió dependencias, hizo presentaciones judiciales. “No hay algo que justifique por qué no la entregaron a su familia”. El apropiador era un hombre del D2, “una cosa que entra en la más absoluta perversión”. Su deber era llevarla a su seno familiar y nunca sucedió. Y continuó: “Quedarse con el hijo de una compañera es apropiarse de un botín de guerra, es el mismo horror de cuando pueden poseer en la violación, en el ultraje a una mujer engrillada, picaneada y violada (…) Se juega en el campo de la perversión, no me alcanzan las palabras para decirlo. Esto es el horror”.

En un camino opuesto ubicó la historia de Carlos y Pichona, y para referirse a esa historia de amor, Ana se dirigió a Miriam: “A mí me queda la tremenda necesidad de rendirle un homenaje con todo mi amor, todo mi cuidado y decirle que realmente su mamá la quiso mucho, la deseó mucho. Se abrazaba a la panza cuando la vi (…) Me siento con la obligación de decirle que nunca dudé del amor de su mamá y de su papá”. Se refirió, además, al calor de la lucha y de la construcción colectiva de “los buscadores de sueños”: “De este lado, una mantita que hemos ido tejiendo donde nos vamos cobijando todos. Del otro lado están el silencio, el pacto genocida (…) Quiero decirle a Miriam que la familia, los compañeros, la esperamos y la queremos”.

La militancia era una forma de cambiar el mundo injusto y Miriam es fruto del amor de dos personas que compartían ese sentimiento. “Yo nunca he dejado de nombrar a Pichona y a Carlitos. Siento que cada vez que cada uno declara está hablando en el nombre de los compañeros”. Esas compañeras y compañeros “éramos gente atravesada por la intención de cambiar y crear un mundo más justo. En ese mundo, parir, tener un hijo, engendrar el amor era también un acto revolucionario”, le dijo Ana Montenegro al tribunal y, a través de él, a Miriam.

La próxima audiencia será el 4 de junio a las 9:30.