Juan Carlos Campora, primer rector de la Universidad Provincial Domingo Faustino Sarmiento de San Juan y secretario de la gobernación en la gestión de Leopoldo Bravo, fue recordado a fines de febrero en el zoom con familiares de desaparecidos en San Juan atribuidos al represor Carlos Luis Malatto realizado el martes desde Italia donde el militar del RIM22, el Regimiento de Infantería de Montaña de la provincia cuyana, vive todavía en libertad pese a que la justicia italiana está investigando a fin de reunir pruebas para un juicio.
Se trató de la tercera video-conferencia hecha desde Italia, por la organización no gubernamental de derechos humanos “24Marzo Onlus” para difundir en el mundo los hasta 30 casos de desaparecidos que se le atribuyen.
Malatto vive en Italia desde 2011 gracias a su pasaporte italiano.
Pedro Sondereguer, el nieto de Cámpora, y diplomático argentino de carrera, al hablar dijo emocionado porque a diferencia de Marie Anne Erize, el caso de su abuelo siempre pasó “muy desapercibido”, quedó casi olvidado. Cuando fue secuestrado en 1977, su hija (la madre de Pedro), María Cristina, tenía 22 años y quedó completamente huérfana porque su madre había muerto antes. “Yo agradezco todo el trabajo que se está haciendo ahora sobre Malatto. Es fundamental que la embajada, que el Estado acompañe todas estas luchas, no sólo por los familiares sino porque no vamos a sanar nunca como sociedad si no se busca justicia”, subrayó antes de leer la carta enviada por su madre.
“Mi padre fue una figura destacada de la política sanjuanina. Intelectual y científico brillante, Era un hombre que no soportaba las injusticias, las inequidades, los prejuicios, la intolerancia”, contó María Cristina en la carta. Hizo amistad con muchos jóvenes. “Cuando la dictadura desató sus hordas contra las casas de los que podían haber sido sus hijos o hijas, mi padre se puso de pie para recibir a esa juventud que corría en busca de ayuda. Les abrió su casa, su finca. Marie Erize estuvo un tiempo en un departamento de mi padre. Les dio trabajo, alimentos, protección. Les enseño a vivir y a defenderse. También logró sacar de la provincia a varios jóvenes a través de las montañas que él conocía bien. Fue un hombre solo, cumpliendo las mil y una funciones”, contó la hija de Cámpora que dijo además querer “rescatar” la memoria de su padre, “su nombre, su valentía, su honor”. “Cuando el horror se hizo presente en San Juan, me mandó una carta en la que hablaba de la posibilidad de su secuestro”, recordó. Esa carta la tiene hoy su nieto Pedro, que contó esto en la video conferencia, muy emocionado. El 25 de febrero de 1977, al dirigirse al consultorio de su médico en San Juan, Cámpora fue secuestrado.