ELSA POBLETE Y ADRIANA MOYANO DECLARARON EN EL JUICIO POR LA APROPIACIÓN DE SU SOBRINA

Que se haga justicia, porque mi sobrina se crió en otro ambiente que no era el de su familia”

Desde Abuelas de Plaza de Mayo se difundió una sintesis de los testimonios vertidos ante el Tribunal Oral Federal de Mendoza, tomará testimonio a las tías Adriana Moyano (hermana de María del Carmen) y Elsa Poblete (hermana de Carlos), en el juicio que busca condenar a los responsables de la apropiación de su sobrina, la hija de María del Carmen Moyano y de Carlos Poblete.

Los imputados son los apropiadores Iris Yolanda Luffi y Armando Osvaldo Fernández, oficial inspector en el Departamento de Informaciones (D-2), y Abelardo Santiago Garay, también integrante del D-2, quien falsificó su rol como testigo del nacimiento. El Tribunal Oral Federal I de Mendoza, conformado por los jueces Alberto Carelli, Héctor Cortez y Alejandro Piña, juzga a los tres imputados como coautores de los delitos de retención y ocultamiento, de supresión de identidad y falsificación de documentación de la hija de Poblete y Moyano.

TESTIMONIO DE ELSA POBLETE

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Elsa Poblete inició el relato y con él los recuerdos: “Pichona, María del Carmen Moyano, vino a San Juan, conoció a mi hermano, al poco tiempo se enamoraron, formaron una pareja y con el tiempo fueron buscados. Ellos pasaron a la clandestinidad y perdimos su paradero”
La familia Poblete se enteró del embarazo de María del Carmen, pero para entonces ya no los veían. “Sí sabíamos que Pichona estaba embarazada”. 
Sobre la búsqueda hace su reconocimiento a Francisco Moyano: “El padre de María del Carmen fue el pionero de esta búsqueda, de María del carme y su pareja, y por supuesto del bebe”. 
El relato sobre el parto de su cuñada es por sobrevivientes: “Cuando ella empieza sus primeras contracciones de parto, pide a gritos a una de sus compañeras, que era Sara, que la acompañe. Ante la súplica accedieron, fue de las primeras, porque antes no dejaban que las acompañen”
“Ella ahí, en la sala de torturas y de parto, tuvo a su hermosa criatura. Ella gritaba que por favor le quitaran las cadenas, pero no lo hicieron. Sí le permitieron que la acompañen y por eso sabemos que nació una niña. Que es nuestra sobrina, que en esta situación es Miriam”.
“Luego del parto la separan de la niña y la trasladan. A Carmen le hacen escribir una carta, le dicen que llevaran la niña a casa de su familia, a lo de Francisco. Pero no fue así. Llegó a Mendoza, pero no a su familia, sino a unos apropiadores, que es el motivo de este juicio”.
“Carlos, nuestro hermano era un importante estudiante de Ingeniería, digo importante no solo porque era buen estudiante, sino un importante militante social, que fue donde se conocieron con María del Carmen”. 
“Mi hermano era una persona preocupada por los otros, estudiaba, trabajaba y en sus horas libres dedicaba el tiempo a los demás, para nosotros era un orgullo”.
“El 28 de junio allanan nuestra casa. Ellos no estaban, estaban en Mendoza, y ya no volvimos a verlos, luego nos llegó la información, en octubre del 76, que ella ya estaba embarazada”. 
“Nuestra familia muy particular, sin padres, criados entre hermanos. Entonces, teníamos mucho miedo por eso después de que vino la democracia hicimos una primera presentación por mi hermano Carlos Poblete y por mi cuñada. Aún no sabíamos que había nacido nuestra sobrina”.
“Lo primero que nos enteramos sobre el nacimiento fue cuando se publicó el libro Nunca Más, y después lo confirmamos en los juicios. La lectura en diarios de los que iban declarando los testigos”.
“Conformamos una unión muy buena entre ambas familias. Nunca hemos perdido el contacto ambas familias, presentes los dos y con la misma búsqueda”
Se dirige a su sobrina Miriam: “Nuestro mensaje de amor es que se tome todo el tiempo, vamos a estar siempre esperando, para cuando quiera venir a conocer a su familia”.
Y concluye con un mensaje al Tribunal: “Que se haga justicia, porque mi sobrina se crio en otro ambiente que no era el de su familia”.

Testimonio de Adriana Moyano

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Adriana Moyanó conta sobre el nacimiento de su sobrina. “Miriam nació en la ESMA, junto a otro niño. Al niño lo llevan a Casa Cuna y se lo apropia un médico que, y a Miriam la trasladan a Mendoza. Tengo la información de que la iban llevar a lo de mi padre, pero nunca llegó”.
Adriana conoció al niño que nació con Miriam en la ESMA, en la presentación de un libro, eso le dio esperanzas para encontrar a su sobrina. “Si vos estás vivo, mi sobrina también”, recuerda que le dijo a Jorge Castro Rubel, restituido en 2014.
“Miriam nació el 10 de junio, lo tengo por referencia de una testigo de su nacimiento, a la que conocí en Comodoro Py, en el otro juicio”. Adriana recuerda también el testimonio de Sara Osatinsky, quien envió a su padre una carta con información sobre el nacimiento:
“Decía que había nacido una niña. El represor Pedro Bolita se la llevó. La carta de Sara llegó antes de la democracia, ella estaba en suiza”.
“Ayer recordaba, los habeas corpus que hicimos. Mi papá se recorrió todas las casas cunas, buscando la niña. Y también conozco su tristeza, cómo su vida se fue apagando, hasta que creímos que las habían matado, antes de acceder al testimonio sobre su nacimiento”. 
Adriana recuerda los primeros pasos de María del Carmen por la militancia: “Mi hermana estaba estudiando bioquímica, tenía un grupo estudiantil, después se unió a la JP, porque a nosotros siempre nos enseñaron a ser solidarios con los otros”. 
Entonces la familia Moyano sufrió un allanamiento que terminó con la detención del padre: “A mi papá lo detuvieron más como rehén, le hicieron un expediente y cuando lo llaman a declarar, el mismo juez le dijo que era para que mi hermana se entregara”
“Pero mi papá ya sabía lo que hacían en el Palacio Policial, las violaban, las golpeaban, apaleaban a los chicos, por eso mi papá no quería que mi hermana se entregara”.
María del Carmen se fue a vivir a San Juan donde conoció a Carlos Poblete, de quién se enamoró: “un tío que era cura, bendijo su unión”. Pero en San juan también los empezaron perseguir y debieron pasar a la clandestinidad. “La idea de ellos era salir del país para tener su bebé”
“Previo a eso pasaron por Mendoza, me acuerdo que yo ya tenía los chicos, pasaron y quisieron dejar unos juguetes para reyes, esa fue la última vez que los vimos. La vimos embarazada”
“El tema fue que ellos salen de Mendoza y cuando se trasladaban a Buenos Aires los detienen en Córdoba, los trasladaron a al CCD La Perla, de ahí a Carlos lo trasladan y nunca más se supo de él, y allá la trasladan a la ESMA”.
“El cautiverio de mi hermana lo supimos por Sara Osatinsky, que contó sobre el nacimiento de mi sobrina, nació entre ruidos de cadena. Por eso a veces puedo entender lo que le pasa a Miriam”.
Adriana resalta lo dolorosos que ha sido para todos estos años: “Mas allá de cualquier cosa, de lo que suceda yo quiero volver a recordarle a Miriam que siempre voy a estar para ella, como sea, siempre voy a estar para ella”, concluye.

El caso

María del Carmen “Pichona” Moyano nació en Godoy Cruz, Mendoza. Luego de un primer allanamiento a su domicilio, a raíz de su labor en la villa San Martín, decidió mudarse a San Juan. Allí formó pareja con Carlos Poblete, con quien compartió militancia en Montoneros.

Entre abril y mayo de 1977, Pichona y Carlos fueron secuestrados en Córdoba. Ella estaba embarazada de entre ocho y nueve meses. La pareja fue vista por sobrevivientes en el centro clandestino de detención La Perla, en Córdoba. Luego, Pichona fue trasladada a la ESMA, donde dio a luz a una niña en un parto atendido por el médico represor Jorge Luis Magnacco.

Desde su secuestro, las familias iniciaron la búsqueda y presentaron en Abuelas el caso por la desaparición de la pareja y su bebé.

En 2012, la Comisión Hermanos de la agrupación H.I.J.O.S Mendoza radicó una denuncia ante la Oficina Fiscal de Asistencia en causas por violaciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de Estado sobre posibles casos de personas que podrían ser hijas de desaparecidos. Entre ellas, se encontraba la de la mujer apropiada por Fernández y Luffi.

A partir de diversas medidas con intervención de la Unidad de Derechos Humanos de Mendoza, el Juzgado Federal N° 1 de esa provincia ordenó la prueba en el Banco Nacional de Datos Genéticos, que determinó que la mujer anotada como hija propia por Fernández y Luffi es la hija del matrimonio Moyano-Poblete.